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miércoles, 11 de diciembre de 2024

 

Cuando todos trabajan todos trabajan menos. Primera parte

¡Descrecimiento o colapso!

Por Miguel Valencia Mulkay

Publicado originalmente el 14 de octubre de 2021

Revisión 11 de diciembre de 2024

Según antropólogos,[1] esta regla fue formulada por Aleksander Chayánov, gran investigador y defensor de la economía campesina rusa. Hoy día esta regla nos sirve para dar una idea de la profunda transformación que ha sufrido el trabajo en los últimos dos siglos desde que aparece en Inglaterra el trabajo industrial, muy especialmente, en los países del Sur global como México que llegó a tener una gran cultura campesina como la rusa y que fue devastada por el Estado y la industrialización.

El trabajo, como hoy lo entendemos (industrial), no es un fenómeno natural de todos los tiempos, por sus condiciones, es una actividad muy novedosa, muy moderna. De acuerdo con el historiador Ludolf  Kuchenbouch[2] el trabajo industrial tiene poco que ver con aquello que algunos llaman el “trabajo preindustrial”, realizado principalmente por campesinos y artesanos.

 Poco antes de la Revolución Francesa , los poderosos de la Europa occidental: banqueros, piratas y traficantes de esclavos y drogas, ya se habían percatado que obtenían más beneficio político y económico por medio de la explotación de trabajadores “libres” a sueldo que con la explotación de esclavos a quienes había que cuidar de su salud y cuyo tráfico y condición eran inaceptables en un mundo desacralizado y racionalista que buscaba principalmente “La Libertad”, para poder hacer negocios muy tóxicos y legitimar la acumulación de dinero sin límite; nacía el liberalismo.  

A punto de crear la revolución industrial, Gran Bretaña es la primera potencia colonial  en aprobar la “abolición de la esclavitud”, con el fin de abrir paso a la nueva forma “racional y científica” de la explotación del ser humano, realizada por medio del empleo o trabajo industrial que propicia el desarraigo, la devastación cultural, la muerte atroz en el trabajo y la enfermedad, por el ambiente de trabajo, así como por las adicciones, el suicidio y la violencia intrafamiliar, escolar, laboral y urbana que este tipo de trabajo induce.

Los abolicionistas y los industriales son reconocidos entonces como progresistas y benefactores de la Humanidad y la industria puede fácilmente utilizar niños en la producción e imponer jornadas de trabajo de 15-18 horas diarias. 

Los trabajadores de la industria son ahora libres de morir de hambre en un nuevo ambiente económico que hace muy difícil obtener alimentos sin tener dinero. Se trata de fabricar mercados internacionales a costa de los mercados locales. El socialismo se fortalece ante las atrocidades del primer siglo de vida de la industria (movimiento romántico-novela realista del siglo XIX) 

Los economistas clásicos, fundadores del nuevo pensamiento industrial, legitiman este nuevo gran rodeo (tener un empleo, para poder comer) que abre la puerta a otros rodeos que gustan tanto a los economistas modernos, como los rodeos que hacen los autos para llegar a un domicilio en la zona urbana: hacen crecer los mercados y la dependencia del dinero, objetivos principales de los banqueros.

Se ajustan las leyes de Inglaterra (Ley Speedhamland), con el fin de hacer obligatorio este nuevo gran rodeo social que coloca a los pobres en un mayor desamparo. Hace más de dos siglos aparece en Inglaterra una revolución conservadora que provoca una radical partición social: la revolución industrial: aparece un nuevo tipo de pobres, racionalizados como que “tienen un empleo o trabajo” (diligentes) y uno nuevo tipo de personas en la miseria: los desempleados (indigentes, por perezosos)[3].

Con la industrialización, esta partición social se extendió por el mundo y ha sido permanente, endémica e incontrolable, a pesar de todos los esfuerzos políticos realizados, con el fin de eliminarlos. El pleno empleo (Keynes) ha sido siempre un buen deseo.

Hace más de doscientos años, el Estado y el Mercado nacidos en el occidente europeo se habían vuelto tan poderosos que se unen para hacer posible la economía industrial internacional, por medio del trabajo asalariado obligatorio, largas jornadas de trabajo y la explotación intensiva de la Naturaleza a la que convierten en “Recursos Naturales”.        

Tan pronto nace la industria, los indígenas, los campesinos y los artesanos, que no requieren de un trabajo o empleo para obtener sus alimentos, se convierten rápidamente en enemigos del Nuevo Orden Industrial y se vuelven el objeto principal de la persecución legal y económica de los gobiernos y de los ricos y poderosos, con el beneplácito de la mayor parte de los economistas. Son acusados por los gobiernos “liberales” de ser “poco productivos”, “enemigos del Progreso y la Modernidad”. Estos gobiernos quieren crear toda clase de mercados internacionales y convertir en mercancía a cualquier persona, cualquier tierra, cualquier obra de arte y cualquier conocimiento.

La amenaza de morir de hambre que produce el trabajo asalariado en la sociedad, crea la pobreza y la miseria modernizadas, condiciones que se complementan y hacen más poderosos a los banqueros y los industriales. Sin el sufrimiento del desempleado no se consiguen altos rendimientos de los que tienen empleo. 

Para legitimar este nuevo sistema, los primeros economistas (Malthus, Ricardo), inventan una “filosofía natural” que condenaba cualquier ayuda o expresión de piedad por los trabajadores asalariados de la industria. Esta “filosofía” sigue viva en las mentes de los adoradores de los mercados.

Quienes no tienen empleo resultan explotados de otra forma: no sólo sirven de ejemplo a los que tienen empleo de lo que puede sucederles de no trabajar con gran diligencia, opcionalmente, deberán ocuparse de subsidiar a la economía con el trabajo fantasma, no pagado, en el hogar o en la economía informal.

Chayánov descubre en el pueblo de Volokolamsk que la media anual de días de trabajo de un campesino típico era de 132 días, un poco más de la tercera parte del año; descubre que mientras más grande era la capacidad de una familia, sus miembros trabajaban menos y comprendió que cualquier grupo que trabajara a plena capacidad rompería el equilibrio entre las familias y la cohesión social.

En cambio, la economía industrial obliga al trabajador a producir lo más posible en un tiempo dado. Para los campesinos una obligación de este tipo sería mortal[4]     

Para los banqueros, ha sido fundamental sacralizar el trabajo industrial con discursos morales: El que no tiene trabajo es porque no quiere, es un irresponsable un holgazán. De esta manera, se victimiza doblemente a la víctima:  es responsable de su desempleo y miseria, por su falta de voluntad para trabajar.  Hitler llevó esta burla patronal al extremo en lo alto de las rejas de los campos de exterminio: El Trabajo te hará libre (Arbeit macht frei)

A pesar de que, desde hace muchas décadas la nueva tecnología ha hecho posible la reducción de la jornada laboral- con el fin de crear empleo asalariado-, las patronales del mundo se han opuesto rotundamente a esta propuesta, alegando los dogmas de la “productividad” y el “crecimiento económico”: han querido conservar el viejo moralismo del trabajo industrial como algo valioso para la sociedad y el terror omnipresente a la miseria de los asalariados, para proteger la aberrante producción industrial.

Las propuestas de Roosevelt, Jacques Ellul, Adret, Tarde, Gorz y otros que hace décadas propusieron la reducción de las jornadas de trabajo a 6 o 4 o 3 horas diarias, con el propósito de redistribuir el trabajo, como lo hacían los campesinos rusos, fueron firmemente rechazadas por las patronales de los países “desarrollados”.

En cambio, con la caída de la Unión Soviética en 1991, las patronales poderosas advirtieron que “habría que trabajar el doble, para ganar lo mismo” y lo han cumplido: desde entonces han aumentado las horas de trabajo anual en EU y muchos países dominados por el neoliberalismo, incluyendo a México.

En los últimos dos siglos, los Sueños de la Razón (Goya) han creado otro monstruo: la sociedad basada en el trabajo sin trabajo (Hannah Arendt) Al terminar los Treinta Años Gloriosos (1945-1975) empieza la rápida decadencia del trabajo asalariado, sin embargo, el creciente número de desempleados virtualmente no reaccionaron: los enseñaron a creer que ellos eran los responsables de no tener empleo, se sostuvieron suspendidos entre dos eras.

Entre 1980 y el comienzo de este siglo, en los países “desarrollados” se realiza una gran mutación en los asuntos del empleo que no fue debidamente reconocida por su opinión pública. Con anticipación, los ricos y poderosos vieron la forma de paralizar cualquier reacción contra ella manteniéndola en la semiclandestinidad con la que entró la barbarie neoliberal. A finales del siglo pasado muere en el mundo el “derecho al empleo”, cimiento de la civilización occidental[5]    

La supresión de empleos deviene en una forma de moda en la administración de empresas, la más segura variable de ajuste, una suerte de economía prioritaria, un agente esencial de las utilidades[6]   desde hace algunos años, el tándem Economía-Tecnología descubre los instrumentos frecuentemente “menos caros”, más confiables y “más operativos” que pueden ya tomar el lugar de los trabajadores siempre insatisfechos y reivindicativos. Contrariamente a lo que se producía en crisis pasadas, la escasez de empleo es endémica e irreversible.[7]

En los próximos lustros, la mayor parte de los profesionistas verán muy reducidas sus posibilidades de conseguir un empleo. Los mayores inversionistas del mundo encuentran supernumeraria a la mayor parte de la población humana: cada año los trabajadores son más superfluos en los países del Norte global que prefieren migrantes indocumentados y técnicos globalizados; pronto lo serán en los países del Sur Global que descubran la calamidad que representan las armadoras y las maquiladoras: un fenómeno clandestino.

Es hora de reconocer en México que desde hace décadas el empleo que se crea es de tres tipos: el empleo caníbal: empleo que destruye otros empleos, por la alta tecnología utilizada (la creación de un empleo destruye más de 3 empleos en otras ramas industriales). Global: empleo que requiere habilidades globales y que lo consiguen principalmente trabajadores extranjeros. Empleo walmartizado o amazónico: empleo en los servicios que exige muchas horas de trabajo y una paga muy exigua, por la gran dificultad de crear sindicatos y hacerlos funcionales.

Gran cantidad de industrias que producen gran cantidad de productos dañinos para la salud humana, que producen grandes cantidades de residuos sólidos (empaques y embalajes) y grandes cantidades de contaminantes (gases que dañan el clima de la Tierra o el sistema respiratorio de los seres humanos), que producen descargas de aguas muy envenenadas y polvos y lodos muy contaminados, alegan que dan empleo, como coartada de sus crímenes ambientales; son empleos como los que crean los traficantes de drogas: no debería existir.   

Es hora de abandonar el sistema productivista y competitivo que han impuesto los poderosos inversionistas extranjeros. Es urgente exigir la eliminación de los subsidios enormes que tienen los nuevos tipos de empleo- renegociar los infames tratados de libre comercio- y solicitar subsidios para el trabajo creativo de los que no tienen empleo formal: el trabajo relocalizado o trabajo artesanal que no requiere mucho transporte, en la producción local muy diversificada de alimentos y otros productos básicos, para consumo local.

El trabajo posindustrial debe recuperar la capacidad de ayudar a fortalecer las facultades creativas del ser humano, sus capacidades de cooperación y amistad, y reducir radicalmente las guerras que crea la muy depredadora productividad y competitividad industrial.   

 

Cuando todos trabajan todos trabajan menos. Primera parte

¡Descrecimiento o colapso!

Por Miguel Valencia Mulkay

Publicado originalmente el 14 de octubre de 2021

Revisión 11 de diciembre de 2024

 

 



[1] Gonzalo Aguirre Beltrán

[2] La Puissance des Pauvres, Mahid Rahnema y Jean Robert, Actes Sud, France, 2008 p 174

[3] Ibid

[4] [4] La Puissance des Pauvres, Mahid Rahnema y Jean Robert, Actes Sud, France, 2008 p 176

[4] Ibid

 

[5] La Puissance des Pauvres, Mahid Rahnema y Jean Robert, Actes Sud, France, 2008 p 187

 

[6] Viviane Forrester, L’Horreur economique  p102

[7] [7] La Puissance des Pauvres, Mahid Rahnema y Jean Robert, Actes Sud, France, 2008 p 188

 

 

domingo, 1 de diciembre de 2024

Trump y la necesaria desconexión de México, de los países del Norte global.

¿Qué entendemos por descrecimiento?

Acción política

2 de diciembre de 2024

Miguel Valencia Mulkay

Por supuesto, el nuevo gobierno de Trump es una gran amenaza no sólo para México, también para su país y para el mundo: con sus acciones podría desatar una guerra nuclear; podría apoyar la continuación del genocidio en Gaza; podría invadir México; podría desatar una guerra civil en su país; podría propiciar nuevos genocidios o nuevas guerras; podría ordenar bombardeos en países del Sur global; podría instigar golpes de estado, u ordenar nuevos embargos, a varios países, incluyendo a México; en su país, podría perseguir, matar o encarcelar a sus críticos y opositores e instaurar algo parecido a una dictadura fascistoide; podría debilitar mucho la economía de su país, del mundo y la de nuestro país; con sus acciones, EU podría perder la posición dominante que tiene en el mundo.

Además, por su negacionismo climático, muy probablemente el gobierno de Trump podría provocar un gran aumento en el número de personas que en los próximos años podrían morir, enfermar o irse a la miseria debido a los efectos locales del colapso climático y el colapso ecológico, como: las sequías, incendios forestales, olas de calor, huracanes, tormentas, inundaciones, sin precedente, o las caídas de la producción agrícola, hambrunas, epidemias, pandemias, violencia, inseguridad, toxicomanía, recesiones económicas, rebeliones, represiones militares y policiacas, guerras, entre otros eventos catastróficos-, que serán mucho mayores en número y en intensidad, como consecuencia de estos colapsos globales, generados por el inmenso consumo de gas, carbón y petróleo de los países del G-7.  

No obstante, los gobiernos de EU de las últimas tres décadas, con las banderas de la Democracia, los Derechos Humanos, la Libertad y la Justicia, la Agenda Verde, han realizado cosas parecidas a las que podría hacer Trump, por lo que más bien el error, la torpeza y/o la brutalidad en su ejecución podrían ser los factores que le den giros novedosos, inesperados, a sus acciones políticas, económicas y militares o policiacas. Como lo señala Walden Bello, Trump es aislacionista por instinto, pero, impredecible en la acción.

Por otra parte, en los últimos 30 años México ha visto crecer enormemente los niveles de las matanzas, los homicidios, las desapariciones de personas y en general, el crimen organizado, el feminicidio y los asesinatos de personas de la diversidad sexual, defensores del medio ambiente, indígenas y campesinos. Ha visto en este lapso de tiempo una gran intensificación de la violencia intrafamiliar, escolar, laboral y urbana y la extorción, el robo con violencia.

En estos últimos 30 años, México ha visto el rápido crecimiento de la miseria y la riqueza extrema y muy altos niveles de desempleo y economía informal, así como una gran precarización del empleo y la elevación de las horas trabajadas semanalmente; además, ha visto el gran aumento en el consumo de alimentos chatarra que han disparado los niveles de obesidad y diabetes.

También, en estos últimos 30 años, México ha sido objeto de un saqueo sistemático de sus minerales y sus hidrocarburos por parte de multinacionales; ha sufrido una desquiciada contaminación de sus aguas, sus suelos y sus aires; una intensa depredación de su diversidad biológica y cultural y de sus potenciales sociales y humanos.

Y todas estas calamidades se han dado en México mientras aumentaba la corrupción de su clase gobernante y sus grandes empresarios notoriamente ligados a políticos, financieros y académicos de EU y la UE de corte neoliberal.  

Hay que advertir que todas estas calamidades de los últimos 30 años, se han dado al mismo tiempo que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio-NAFTA y los acuerdos de protección de inversiones extranjeras (CIADI)que le fueron impuestos, a consecuencia de muy estudiadas maniobras políticas y financieras de EU y la UE, realizadas años antes de su aprobación. Estos tratados y acuerdos por el Libre Comercio han resultado ser catastróficos

La dependencia económica tan grande que tiene México de EU y de la UE ha tenido como consecuencia un gran debilitamiento de sus capacidades de resistencia ante los embates que pueden producir los colapsos mundiales que están en marcha- el colapso climático y el colapso ecológico-así como los colapsos sociales, económicos y políticos de los países del Norte Global, que también están en marcha debido al debilitamiento de las certidumbres fundamentales de Occidente: la religión de la economía (teoría de mercados) y el culto a la ciencia y la tecnología(optimismo tecnológico). Debido a esta estrecha conexión económica de México, con EU la UE, en los próximos años, estos colapsos mundiales e internacionales pueden hacer mucho daño a México.

Los muy costosos y desquiciantes sistemas militares y policiacos, de gobierno, salud, educación y transporte y de gobierno que tienen EU y la UE; la adicción que tienen sus habitantes, por el uso de armas de fuego, iPad, computadoras, aire acondicionado, calefacción, automóviles y aviones; el hábito que tienen por los muy elevados consumos individuales de agua, gas, carbón, petróleo, metales, maderas y otras materias primas el que, por otro lado, ha generado en habitantes de países del Sur global  aspiraciones a tener usos o consumos individuales parecidos a los de ellos y ,por ello, han creado tan grandes flujos migratorios; estos factores, entre otros, aceleran los colapsos mundiales y colocan a los países del Norte global en una situación política, económica y social muy peligrosa que los ha llevado a elevar mucho su gasto militar y su agresividad contra el resto de los países del mundo. 

 La opulencia, el productivismo y el consumismo de los países del Norte global, muy especialmente de EU y la UE, han degradado mucho a sus ciudadanos: los ha llevado a niveles extremos de violencia, toxicomanía y odio contra los habitantes de los países del Sur global. Debido a esta gran degradación social, económica y política, los habitantes de los países del Sur global, como México, necesitamos crear formas de resistir las maniobras políticas, las manipulaciones de la opinión pública de la que son capaces los países poderosos en los asuntos militares, económicos y políticos. Algunas de estas perversidades son las negociaciones de tratados de todo tipo, las tecnologías que nos imponen, las ayudas que nos ofrecen y la información que nos proporcionan.     

El genocidio en Gaza ha confirmado otra vez el talante criminal, gansteril, que ha dominado la política y los proyectos de estos países del Norte global desde que se volvieron potencias mundiales: están dispuestos a provocar las guerras que sean necesarias para conservar su capacidad de saquear a los países del Sur global y a ocasionar la muerte de cientos de millones de personas, en pocos años, a causa de la multiplicación de eventos climáticos récord,  de guerras hibridas y subrogadas y de tramas para desestabilizar a países del Sur global , generados por su gran adicción por el consumo de gas, carbón y petróleo .

Debido a la gran asimetría económica y política que existe entre cualquier país del Norte global y un país del Sur global, como México, cualquier tratado comercial firmado entre este tipo de países resulta siempre leonino, catastrófico, para el país del Sur global firmante. El balance histórico del TLC-NAFTA confirma esta regla.

Por otra parte, suscribir tratados con potencias del Norte global que apoyan genocidios, como el de Gaza, las guerras por el control de la hegemonía mundial de su moneda- el dólar-, como la guerra de Ucrania o que imponen el negacionismo climático en el mundo o los embargos como los de Cuba o Venezuela, para llevarlos a la pobreza extrema llevan a la pobreza extrema , o que realizan atrocidades contra migrantes e indocumentados, o que facilitan la introducción masiva de armas, con el fin de crear una gran inseguridad y debilidad económica y política, como sucede en México, Haití, Colombia, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, entre otros países; suscribir tratados con estas potencias resulta catastrófico, para cualquier país del Sur global, como México.

Es indispensable la ruptura con las sociedades de crecimiento económico del Norte global, para lograr en México una importante reducción de la violencia extrema, la injusticia dominante y la riqueza y pobreza extremas; para conseguir una gran disminución del desprecio social, por las riquezas naturales y culturales, por los suelos, las aguas y los aires limpios, por los pueblos indígenas, los campesinos, los trabajadores, los artesanos, las mujeres, los minusválidos, los que viven en la miseria, y para lograr así, en México, un poco de paz, equidad, buena convivencia, respeto a la Naturaleza,  

Con el fin de evitar la catástrofe política, económica, social, ambiental y climática que puede acarrear la continuación de tratados, como el TMEC o acuerdos para el arbitraje de conflictos entre estados e inversores extranjeros (CIADI), es urgente denunciarlos y abandonarlos a la brevedad posible. Es urgente la desconexión económica de México, con EU y la UE.

Esta desconexión económica puede ayudarnos a salvar algo de lo poco que queda en México de su riqueza natural y cultural y a evitar la recesión, la miseria o el decrecimiento catastrófico, como consecuencia inevitable de esta gran conexión política y económica que México ha tenido con EU y la UE, en los últimos 30 años.  

Así las cosas, las acciones que Trump, el presidente naranja, podría realizar contra México, a su vez podrían servir, si hay una buena respuesta política del gobierno mexicano, para iniciar esta necesaria desconexión que nuestro país debe realizar frente a Occidente- el principal responsable de la aparición de los colapsos mundiales. Podrían facilitar la cancelación de los nefastos tratados de libre comercio y de inversiones que tenemos con su país y Canadá y con la UE, para comenzar la indispensable desconexión económica de México, de los países del Norte global.   

   

 

 

A cinco años de la petición al Estado mexicano en change.org de una declaración de Emergencia Climática.


Semanas después de la entrega que hizo el colectivo Cambiemos el Sistema No el Clima, el 9 de septiembre de 2019, de la petición al Estado mexicano de una Declaración de Estado de Emergencia Climática, aparece entre los activistas que habíamos participado en las acciones climáticas de ese año la idea de colocar esta petición en línea-on line-.   


Después de discutir esta idea en varias reuniones, el 4 de diciembre de 2019 tuvo lugar una reunión concurrida en la Librería El Juglar, con el fin de aprobar el texto de la petitoria en change.org y su colocación en esta plataforma días después, con un buen apoyo económico. En los primeros dos meses logramos recibir cada semana unas 5,000 firmas en promedio. Luego, bajó mucho este apoyo económico hasta estacionarse poco después de llegar a las 80,000 firmas. En su primer año fue una petición muy exitosa. De haber habido apoyo económico, podríamos haber conseguido varias veces esta cifra.


Creo que esta petitoria debe actualizarse.


Muy valiosos, los comentarios recibidos a lo largo de varios años en esta petición en change.org


Ver: http://bit.ly/2RKoRc7

Ver http://chng.it/T79f4q98


  Cuando todos trabajan todos trabajan menos. Primera parte ¡Descrecimiento o colapso! Por Miguel Valencia Mulkay Publicado originalme...

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