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jueves, 16 de marzo de 2023

¡Defendamos la cultura campesina y la urbicultura!

Ante las catástrofes pronosticadas, para los próximos años, por la emergencia climática, ecológica, cultural, social, económica y política.

¡Descrecimiento o colapso!

Miguel Valencia Mulkay

Primera parte

3 de marzo de 2023

El decreto de López Obrador del 14 de febrero pasado es un hecho histórico: prohíbe el uso de maíz transgénico para el consumo humano de masa y tortilla y ratifica la voluntad del gobierno mexicano, de seguir en la eliminación paulatina del herbicida glifosato, agroquímico utilizado en gran escala en los cultivos de maíz transgénico, declarado cancerígeno por organizaciones internacionales como la OMS, e importado de otros países. Establece una fecha límite para su eliminación total: 31 de marzo de 2024. Las semillas transgénicas requieren grandes cantidades de glifosato.

Este decreto entraña un cambio radical en la manera de ver las bases en las que se sostiene el consumo y la producción de maíz en México; este cambio implica una guerra por el maíz, contra EEUU (y de paso, contra la Unión Europea, (https://www.jornada.com.mx/2023/02/21/opinion/014a2pol)), país que le impuso a México, por medio del TLC,  el consumo del maíz transgénico cultivado en EEUU, con apoyo en grandes subsidios a sus agricultores y la obligada eliminación de los apoyos a los campesinos mexicanos, para trasladarlos a los cultivos en México de maíz transgénico. 

Detrás de este decreto está la abrumadora cantidad de información que se ha difundido en los últimos 60 años, en torno a los terribles impactos socioambientales de los productos químicos que se utilizan en la agricultura industrializada, hipertecnificada, junto con la también abrumadora cantidad de información que se ha difundido en el mundo en los últimos 30 años, en torno a los grandes impactos socioambientales de las semillas OGM o transgénicas (biotecnología). Era ya necesario que se ventilara este conflicto en ambos países. México es el país de origen del maíz.

Los grandes afectados por este decreto están furiosos: los gobiernos de EEUU y la Unión Europea, sus multinacionales químicas (BASF, Bayer-Monsanto, Dow, Dupont), comercializadoras de granos (Cargill, Archer Daniells y otras que controlan los mercados mundiales) y sus organizaciones de agricultores de Iowa y otros estados, se muestran dispuestos a unir esfuerzos para invertir grandes cantidades de dinero, con el fin de eliminar este decreto que pone en riesgo la inmensa estructura comercial, legal,  política internacional que han creado en las últimas cuatro décadas, con el fin de controlar los cultivos de cereales en el mundo y los estómagos de los pueblos(Henry Kissinger).

Para empezar la batalla, ellos difunden muchas mentiras o verdades a medias, tales como que no hay base científica para rechazar el glifosato y las semillas transgénicas; que se viola el tratado de libre comercio TMEC; que se elevaría mucho en México el precio del maíz y que se provocaría hambre; que México tardaría muchos años en lograr autosuficiencia en la producción de maíz. Por supuesto, una sociedad bien informada, consciente de lo que pasa con las tortillas que comemos, en algunos meses podría remontar estos desafíos, por medio de una movilización espontánea extraordinaria. Se trata de una invasión extranjera.    

En muchos frentes de nuestro país se pregunta ¿Cuál es la alternativa al rechazo a la importación de maíz transgénico de EEUU? ¿Cuál es la alternativa al uso del glifosato o de los agroquímicos en los cultivos de maíz en el mundo? En algunos frentes de nuestro país (ecologistas-ambientalistas) se pregunta ¿Cuál es la alternativa a los agroquímicos y las semillas transgénicas en México ante la emergencia climática y ecológica y el colapso global de los equilibrios políticos y económicos?

En mi opinión, la alternativa a la importación de maíz transgénico de EEUU y al uso de semillas transgénicas de maíz y del glifosato u otros agroquímicos, consiste en lograr la defensa, la protección multidimensional (comunitaria, social y gubernamental) a los campesinos mexicanos que pueden cultivar maíz sin utilizar semillas transgénicas y glifosato u otros agroquímicos tanto para fertilizar la tierra como para no utilizar herbicidas químicos porque, con la guía de antropólogos, en sus cultivos pueden utilizar técnicas artesanales ancestrales muy cercanas a las utilizadas en los cultivos prehispánicos.

Hay evidentes ventajas y beneficios en sustentar la producción de maíz del país en pequeños productores, en campesinos auténticos. Además de contar con un maíz libre de productos químicos cancerígenos y de mayor calidad alimenticia en las tortillas que consumen, los vecinos de los barrios, colonias, pueblos, municipios, alcaldías, podrían controlar mucho la producción del maíz que consumen: su calidad, sus cantidades, sus precios. Podrían crear millones de ocupaciones de buena calidad y resistir los embates culturales, sociales, económicos y políticos de los gobiernos muy poderosos.

Por medio de la autonomía alimentaria que las comunidades podrían lograr de esta manera, se podrían fortalecer sus capacidades de resistencia ante las colosales amenazas que entrañan el colapso del clima, la diversidad biológica y cultural, la alimentación, la seguridad personal y la salud, las economías de los más pobres y los derechos políticos de los más vulnerables. Con muy buenas bases, se pronostican hoy día muchas catástrofes nacionales y globales.        

La firme defensa de los campesinos que producen maíz en pequeña escala, con técnicas artesanales, ancestrales, podría conducir en un primer período a una movilización social ( redes, colectivos, organizaciones) que buscaría acercarse a las familias y comunidades que pueden o podrían cultivar maíz sin utilizar semillas transgénicas y glifosato u otros agroquímicos y que sean cercanas a los barrios, colonias, ejidos, pueblos o ciudades donde residen los que se movilizan; además, esta movilización podría llevar a la realización de asambleas locales o regionales, para discutir las formas de acercar los productores de maíz a los consumidores de este producto, cercanos a ellos¸

Podría implicar, además, la creación de redes de cuenca o ecorregión, para controlar los excedentes de maíz y acordar sus intercambios, con base en los principios de solidaridad, reciprocidad y complementariedad.

Podría implicar acuerdos nacionales, para demandar a los gobiernos acciones tales como la introducción de aranceles a la importación de maíz transgénico de EEUU, la eliminación de los enormes subsidios que reciben los agricultores mexicanos que utilizan fertilizantes y herbicidas químicos y semillas transgénicas, la entrega de grandes subsidios a los campesinos que pueden cultivar maíz sin utilizar semillas transgénicas y glifosato y otros agroquímicos. Podría implicar, además, apoyos a la investigación antropológica en torno a las técnicas artesanales, ancestrales que se utilizaban en el cultivo del maíz, en épocas preindustriales y épocas prehispánicas.

También, podría implicar el establecimiento de acuerdos entre comunidades de productores de maíz que todavía tienen prácticas de cultivo de maíz preindustriales o que podrían dominarlas en poco tiempo y / o entre familias que quieren dedicarse a rescatar estas prácticas y grupos de vecinos de barrios, colonias, pueblos, ciudades que se podrían comprometer a comprar parte de su producción del año.

Podría implicar, también, la creación de redes nacionales, para el establecimiento de redes internacionales de solidaridad, reciprocidad y complementariedad, de productores y consumidores de maíz o de cereales libres de transgénicos y de agroquímicos. Desde hace más de 30 años, las organizaciones nacionales de campesinos se han vinculado en redes nacionales, regionales y continentales y en la red mundial llamada La Vía Campesina.

Por otra parte, la protección de los auténticos campesinos en México podría implicar, también, la aparición de productores urbanos de hortalizas en ventanas, azoteas, jardines y huertos urbanos, - la urbicultura o agricultura urbana-, productores que podrían conformar acuerdos de barrio, colonia, pueblo o ciudad, para concentrar excedentes de su producción y acordar sus intercambios, con base en los principios de solidaridad, reciprocidad y complementariedad.

La creación de asociaciones de alcaldías o municipios, de consumidores y productores de maíz u hortalizas u otros cereales, con el propósito de conservar o proteger los cultivos urbanos y de maíz periurbanos, sin la utilización de semillas transgénicas y agroquímicos, serían grandes conquistas de esta defensa de la auténtica cultura campesina.

La urbicultura podría ser una gran respuesta de los habitantes de barrios, colonias y ciudades, para enfrentar los efectos devastadores de las catástrofes derivadas de los colapsos globales, como el colapso climático, ecológico, cultural, social, económico y político. 

La agroindustria requiere demasiado gas, petróleo y carbón, para producir más de 5 toneladas de maíz por hectárea. Cerca de 8 calorías de hidrocarburos para lograr una caloría de alimento. Necesita un consumo excesivo de hidrocarburos, para fabricar sus fertilizantes, sus herbicidas y la maquinaria que se requiere en sus monocultivos o desiertos verdes; también, para transportar estos insumos a los terrenos de cultivo donde se utilizan y luego, para transportar, con grandes mermas, sus cosechas a grandes bodegas y a los centros de consumo y producción de alimentos que incluyen el maíz.

El excesivo uso de transporte y de bodegas que requiere la agroindustria que implica muchas operaciones de carga y descarga del maíz en bodegas y una gran merma del producto en estas operaciones además de consumir enormes cantidades de gas y gasolinas, facilita la gran intermediación, la especulación y el consecuente encarecimiento del maíz.  La agroindustria mundial es una de las mayores productoras de gases y humos que dañan el clima.

Ante los embates de los gobiernos más poderosos del mundo, como EEUU y la UE y sus muy poderosas empresas multinacionales, en México resulta fundamental el combate contra la deslocalización de la producción y el consumo de alimentos: es excesiva la distancia que existe entre el lugar de producción de un alimento y el lugar de su consumo.  Mientras más lejos se produce un alimento más daño se hace al clima, la ecología y el ambiente, más baja es la calidad del alimento y mayor es el riesgo de elevaciones radicales de los precios de los alimentos y del número de personas que padecen hambre.

Este regreso de la cultura campesina es la mejor salida al callejón sin salida en el que nos metió hace más de un siglo la industrialización de los cultivos de alimentos. Desde la histórica denuncia de Rachel Carson (Silent Spring, 1962), de los efectos de las fumigaciones químicas realizadas por la agroindustria, esta industria se fuga hacia adelante periódicamente, para seguir igual. Como lo señalaba EF Schumacher (Small is Beautiful) hace más de 50 años, los criterios uniformizantes de la industria chocan con la diversidad biológica.        

Ante las catástrofes pronosticadas, para los próximos años, por la emergencia climática, ecológica, cultural, social, económica y política.

¡Descrecimiento o colapso!

¡Defendamos la cultura campesina y la urbicultura!

 

 

 

 

 

 

El Klimaforum10, la pequeña cumbre de los pueblos, paralela a la cumbre del clima de la Naciones Unidas, la COP16 de 2010 en Cancún. Una historia de las cumbres alternativas en México, por la celebración de la COP 27 de Egipto:

Por Miguel Valencia

Con el gran apoyo del consejo directivo del Klimaforum09 de Dinamarca; del diplomático mexicano Luis Alfonso de Alba, representante especial del gobierno de México para el Cambio Climático y la organización de la cumbre del clima de 2010, la COP16 de Cancún; de la Dirección para la Vinculación con la Sociedad de la Secretaría de Relaciones Exteriores(SRE) y de un grupo de pequeñas organizaciones ecologistas y vecinales de la Ciudad de México, el 27 de noviembre de 2010 fue inaugurado el Klimaforum10, en Puerto Morelos, Quintana Roo, en un campo de polo, con una carpa mayor, unas doce carpas menores instaladas, dos palapas, una gran eco aldea adjunta, una cocina, 20 baños portátiles rentados, un camión para servicios de salud aportado por el gobierno del Estado, una pequeña oficina, diversas mantas y un grupo organizador responsable del evento, representado por integrantes de Klimaforum México AC. 

En las cumbres de las Naciones Unidas, grandes organizaciones sociales y ONGS del país anfitrión de la cumbre organizan una cumbre paralela llamada “cumbre de los pueblos” o “foro social”, con el fin de apoyar la presentación de toda clase de iniciativas sociales o ciudadanas de muchos países cuyos representantes asisten a estas cumbres.  Por medio de talleres, coloquios, paneles, conversatorios, seminarios, organizados por redes o coaliciones de organizaciones sociales y ONG de diversos países, o la realización de concursos sobre el “mayor enemigo” o asambleas globales, los activistas climáticos del mundo intercambian información y opiniones sobre sus acciones y sus experiencias y también, sobre el avance de las negociaciones en la cumbre oficial que trabaja a puerta cerrada, a varios kilómetros de distancia, en algún centro de convenciones en el que se realizan también un gran número de eventos patrocinados por “interesados en el tema” (stakeholders: empresas transnacionales, gobiernos, instituciones de investigación) También sirven para organizar marchas durante la cumbre oficial, entre otras actividades. Habitualmente, la organización de estas “cumbres de los pueblos” es apoyada con fondos del gobierno anfitrión y a veces, por parte de fundaciones de los países ricos y poderosos, principalmente de Alemania.

El Klimaforum09 de Copenhague, paralelo a la COP15 de 2009, fue apoyado muy generosamente por el gobierno de Dinamarca que aspiraba colocar a su ministra del Medio Ambiente, en la misma responsabilidad, pero en la UE: asignaron unos 8 millones de euros para su realización. La gran novedad era que el Consejo Directivo del KF10 que tendría la responsabilidad de organizar este gran evento, representaba a muchas pequeñas organizaciones de ese país en lugar de pocas grandes organizaciones.  Se celebraron más de 500 eventos en los 15 días en los que operó el Klimaforum09 en un gran centro de convenciones de Copenhague. El Consejo Directivo del Klimaforum09 pagó los gastos de viaje de más de 100 personas de diversos países, invitados a realizar presentaciones.

Por ser prácticamente el único grupo que promovía en esos años, en el Sur global, la lucha contra el crecimiento económico sin límite- el descrecimiento-, ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México fue invitada a participar en un taller de degrowth; semanas después, fui invitado a sustituir a Vandana Shiva en el gran seminario internacional de degrowth. Como consecuencia de mi participación en este evento, poco antes de concluir el Klimaforum09, el presidente del Klimaforum09 me pide transmitir a las organizaciones mexicanas la invitación a organizar un evento similar al muy exitoso Klimaforum09 de Dinamarca.      

Al regresar a México, invitamos a organizaciones sociales cercanas a nuestro colectivo, a involucrarse en esta propuesta. Varios grupos aceptaron unirse a ella. En los primeros días de febrero de 2010, realizamos una conferencia de prensa, para informar a las organizaciones sociales y ONGs mexicanas más destacadas en el tema climático y ambiental, de nuestros planes para la organización del Klimaforum10 de Cancún, paralelo a la COP16. Inmediatamente, esta iniciativa fue cuestionada por las más influyentes ONGs mexicanas de inclinación socialista, apoyadas por la Fundación Heinrich Boell de Alemania (Partido Verde Ecologista). Era obvia la existencia de un pequeño grupo de activistas que controlaba desde hacía bastantes años la organización de cumbres alternativas en México.

A principios de 2010, el Consejo del Klimaforum09 de Dinamarca inició la gestión de fondos verdes internacionales, para apoyar la organización del Klimaforum10 de Cancún; además, nos invitó a reunirnos en abril de ese año para platicar sobre este evento en la Cumbre del Clima de Cochabamba que convocaba el gobierno de Evo Morales.  Dos representantes de nuestra iniciativa Klimaforum10, viajamos a esa ciudad, sin embargo, la erupción de un volcán en Islandia dejó en tierra a nuestros amigos daneses, por lo que no pudieron llegar a la cita en Bolivia.

Mientras participábamos en la Cumbre del Clima de Cochabamba, descubrimos que se circulaba un documento, para solicitar firmas contra el Klimaforum10 y luego, recibimos un mensaje de los amigos de Dinamarca donde nos informaron que, por medio de una ONG mexicana llamada Otros Mundos radicada en Chiapas, representante en México de Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) y representada por Gustavo Castro, se habían bloqueado los fondos que ellos gestionaban desde Copenhague, para organizar nuestro Klimaforum10 de Cancún.

Ante tan difícil situación, decidimos aprovechar la reunión que convocaban representantes del gobierno mexicano, en un hotel de Cochabamba, con el fin de organizar la participación social en la próxima cumbre del clima, la COP16 de Cancún. Frente a los representantes de organizaciones sociales y civiles de México presentes en esa reunión, solicité en voz alta al gobierno mexicano apoyo económico, para el Klimaforum10, en los mismos términos que se dieron para el apoyo del Klimaforum09; es decir: sin condiciones políticas. El embajador Luis Alfonso de Alba, presente en esa reunión, escuchó nuestra solicitud y nos prometió que platicaría con el gobierno de Dinamarca y con el Consejo Directivo del Klimaforum09, para confirmar su apoyo a nuestra iniciativa: tenía conocimiento del muy buen funcionamiento del Klimaforum09.

En mayo de 2010, los principales representantes del Frente Amplio/Espacio Mexicano hacia la COP16 que planeaban organizar, como de costumbre, la cumbre alternativa o “de los pueblos”, paralela a la cumbre oficial de Cancún en noviembre de ese año, rechazaron nuestra participación como Klimaforum10 en ese frente o espacio mexicano: nos dieron un ultimátum: o renunciábamos a esa representación o nos salíamos del Espacio Mexicano: por supuesto, nos salimos de este Espacio y seguimos trabajando autónomamente, en la organización del Klimaforum10 como lo empezamos hacer desde enero de 2010.

En junio de ese año lanzamos una convocatoria internacional para invitar a movimientos y organizaciones sociales y civiles de todo el mundo a participar en el Klimaforum10, paralelo a la cumbre del clima, la COP16 de Cancún; empezamos a contactar activistas de la Justicia Climática de muchos países y nos comenzamos a reunir con Miguel Diaz Reynoso de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para presentarle los pre proyectos de lo que podría ser el KK 10.  La Sra. Gabriela de la Vega, rectora de la universidad de Londres de la colonia Roma, gentilmente decide apoyar nuestra iniciativa y facilita sus instalaciones, para realizar las reuniones organizativas del KF10

Hacia julio de 2010, nos enteramos que La Vía Campesina Internacional había anunciado su decisión de no participar en la “cumbre de los pueblos” del Frente Amplio/ Espacio Mexicano durante la COP16 de Cancún debido a la mala actuación de algunos de sus dirigentes en la cumbre de la OMC de 2003 en Cancún, cuando se suicidó un campesino coreano.

Con el apoyo de grupos mexicanos, bolivianos (el gobierno de Evo Morales) y de otros países, La Vía Campesina empezó a organizar otra cumbre de los pueblos, paralela a la COP16 de Cancún. Ya éramos tres proyectos de cumbres alternativas simultáneas en Cancún. Algunos medios internacionales empezaron a informar de la fragmentación de la cumbre alternativa de la COP16 de Cancún. El gobierno mexicano acabaría organizando una cuarta cumbre alternativa pocos meses antes de la COP16 de Cancún.       

Sin seguridad alguna de poder contar con fondos para realizar el KF10 de Cancún, trabajamos semanalmente en la organización de esta “cumbre de los pueblos” desde mayo de 2010 hasta mediados de octubre de ese año, cuando la Secretaría de Relaciones, nos pide el nombre de la asociación que podría recibir el dinero que aportaría el gobierno mexicano, para la celebración de nuestra cumbre alternativa durante la COP16. Con el apoyo de la Sra. Gabriela de la Vega se crea Klimaforum-México AC.

Ante la tenacidad que demostrábamos con nuestra iniciativa, el Klimaforum09 de Copenhague decide enviar a México a su coordinador ejecutivo en apoyo a nuestra iniciativa KF10 un mes antes de su celebración.   Veinte días antes del inicio de la COP16 de Cancún 2010, gracias al apoyo del embajador Luis Alfonso de Alba, la SRE entrega cerca de dos millones de pesos, para la organización del KF10.

Con muchos errores empezamos a contratar el lugar (que resultó muy inadecuado), para la celebración de este evento, las carpas (compramos en exceso), las conexiones de internet (muy caras, por la lejanía), los alimentos, los baños portátiles, los boletos de avión y otras cosas, para operar por tres semanas.

El Klimaforum10 estuvo abierto a todo mundo entre el 24 de noviembre y el 12 de diciembre de 2010, en Puerto Morelos, Quintana Roo, mientras se desarrollaba la COP16 a 50 km de distancia. Se concretan las participaciones de destacados activistas de la red mundial Climate Justice Now, de la cual somos parte desde Cochabamba y se reciben confirmaciones de más de 50 eventos en las instalaciones del KF10.

Activistas internacionales de la Justicia Climática consiguen traer a un grupo de ancianos y otro de jóvenes mayas, para que sesionen en este evento. Grupos de pueblos originarios de EU y Canadá aceptan participar. También, algunos grupos sociales africanos y asiáticos, algunos representantes del movimiento decresita de Italia, la INES (Red de Internacional de Ingenieros y científicos por la Responsabilidad Global),

Invitados por el KF10, participan también varios representantes de luchas mexicanas contra megaproyectos y por la defensa de pueblos, ejidos, barrios y colonias de la Ciudad de México y del conurbado de esta ciudad (Cuenca del Valle de México)

En esta cumbre alternativa, tuvimos el gusto de recibir a ciertos personajes muy destacados en la lucha climática global, como Polly Higgins, la “Abogada  de la Tierra”, con su campaña para criminalizar el ecocidio; Tom Goldtooth, líder de los derechos indígenas y de la Justicia Climática en EU y Canadá- quien hizo la ceremonia de inauguración del KF10-; Rebecca Sommer de Earth Peoples, trabajando con pueblos amazónicos; Soumya Dutta, voz fuerte del movimiento por la Justicia Climática de India, Leo Gabriel, consejero internacional del FSM, Kumi Naidoo, Director Ejecutivo Internacional de Greenpeace y años después secretario general de Amnistía Internacional, entre otros. Además, pudimos establecer cierta vinculación con luchadores de la Justicia Climática de todos los continentes.

En los talleres y coloquios del KF10 pudimos confirmar el calamitoso crecimiento de las extracciones de gas y petróleo, por medio de la tecnología fracking, en EU y otros países. Este crecimiento confirmaba el agotamiento del gas y petróleo convencional que han ocultado los gobiernos; también, de la amenaza que representan las falsas soluciones al trastorno climático que promueven las empresas transnacionales, con el apoyo de sus gobiernos, como el plan REDD+, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, MDL, los mercados de carbono, las compensaciones (ófsets) y la amenaza que entraña el secuestro de las cumbres del clima por estas transnacionales, especialmente las petroleras y las agroquímicas.

En las discusiones del KF10 pudimos confirmar que las soluciones tecnológicas para enfrentar el desastre climático han resultado siempre un engaño (son falsas soluciones) y que los estados nacionales más poderosos han sido parte de las causas que han creado el colapso del clima y que difícilmente estos estados podrán ser parte de su mitigación o contención: están secuestrados por los bancos internacionales y las empresas transnacionales. En los hechos, el Estado y el Mercado son enemigos del clima, la ecología y el medio ambiente.

Otro hecho que pudimos confirmar en esta lucha por la realización del KF10 es el antagonismo frecuentemente que existe entre los movimientos y organizaciones sociales y las ONG u Organizaciones No Gubernamentales y las asociaciones civiles que se ocupan del cambio climático, la ecología y el medio ambiente. Viven en mundos aparte.

Estas últimas protestan contra decisiones gubernamentales, pero acaban avalando las posiciones gubernamentales más importantes en estos asuntos y refuerzan el Sistema Político y Económico que nos está llevando al colapso del clima y la ecología de los territorios del mundo.

Desde la cumbre del clima de Bali 2007, las grandes redes y organizaciones sociales del mundo se distanciaron de las grandes ONGS mundiales (WWF, OXFAM, Greenpeace) que ya se habían vinculado por medio de la red Climate Action Now(CAN):crearon la red Climate Justice Now (CJN), para vincularse entre sí.

Entre los objetivos principales del Klimaforum10 estuvieron los siguientes: Abrir un camino para la vinculación de organizaciones y movimientos sociales mexicanos en la lucha climática, ecológica y ambiental, con sus pares de otros países. Fortalecer en México las propuestas por la Justicia Climática y Ambiental.             

Un resultado inesperado del KF10 fue la creación del Climaxforum de 2011, por parte de jóvenes alemanes que estuvieron en el KF10 y que enseñaron a jóvenes mexicanos cómo se podían realizar sin fondos eventos parecidos al KF10. Por varios años se celebraron en diversas partes de México, con gran éxito, los Climaxforum. Con base en las experiencias del Klimaforum10 nace en 2019 Cambiemos el Sistema No el Clima, con el fin de alertar a la Sociedad Mexicana de la existencia de la Emergencia Climática.

24 de noviembre de 2022

 

 

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