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domingo, 28 de diciembre de 2014

[Degrowth] NEW BOOK! Degrowth: A Vocabulary for a New Era

Degrowth: A Vocabulary for a New Era

edited by Giacomo D'Alisa, Federico Demaria and Giorgos Kallis (Routledge, 2014)

Degrowth is a rejection of the illusion of growth and a call to repoliticize the public debate colonized by the idiom of economism. It is a project advocating the democratically-led shrinking of production and consumption with the aim of achieving social justice and ecological sustainability.

This overview of degrowth offers a comprehensive coverage of the main topics and major challenges of degrowth in a succinct, simple and accessible manner. In addition, it offers a set of keywords useful forintervening in current political debates and for bringing about concrete degrowth-inspired proposals at different levels - local, national and global.

The result is the most comprehensive coverage of the topic of degrowth in English and serves as the definitive international reference.


More information at (freely downloadable chapters, endorsements, videos and much more):

vocabulary.degrowth.org

 

Book trailer: Famous economists and politicians are endorsing the thesis of the book, but...

http://vimeo.com/110013401

 

Twitter: @R_Degrowth

#degrowthvocabulary

 

Facebook: Research & Degrowth

https://www.facebook.com/researchanddegrowth?fref=photo

 

Discount rate 20%

Simply visit www.routledge.com and enter the code FLR40 at checkout.

 

They said about the book:

... ?Degrowth? for many signifies a variety of initiatives proposing an alternative to capitalist accumulation and the reconstruction of our reproduction on more cooperative terms. This then is a volume that those committed to building non exploitative relations will need to consult as it offers a map to the world of alternatives to capitalisms.

Silvia Federici, Hofstra University, Hempstead.

At a time in history when political, economic and intellectual leaders assure us that nothing fundamental can any longer be questioned, nothing could be more important than the movement - of thought, and of action ? that this volume on Degrowth represents...

David Graeber, London School of Economics, London.

This book is one of the most thorough and insightful presentations and discussion of economic theory and practice in the field of de-growth economics, a revolutionary attempt to understand the economy as if humans and Nature matter.

Manuel Castells, University of California, Berkeley.

A thought-provoking, wide-ranging, spirited, and deeply original analysis; this book is a must-read on degrowth debates.

Karen Bakker, Universty of British Columbia, Vancouver.

 

More at: vocabulary.degrowth.org

 

HELP US OUT WITH DISSEMINATION!


HOW? Here, some ideas:

We will be grateful if you could spread the news about the book to your friends, colleagues and contacts, discussion lists that you might be part of, and associations or groups you are member of.

If you are on Twitter please tweet the news (#degrowthvocabulary), and if on Facebook please share the video.

If you have Press contacts, we invite you to send them a Press Release, for examplehttp://www.eurekalert.org/pub_releases/2014-11/uadb-dav111914.php

You can also write a review in a blog, magazine, Amazon or peer-reviewed journal (and let us know, so that we coordinate and there are no more than one reviews prepared for the same journal). We can also write blog posts, letter to the editor or newspaper articles on topics related to the book, and advertise its release. 

Attached the Cover of the book, an illustration for the slogan 'Your recession is not our degrowth', and a Flyer with TOC.

Thank you!!!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Posicionamiento regional contra el fracking.

El desarrollo de la fracturación hidráulica (fracking) tendrá desastrosas consecuencias para el medio ambiente y la población de América Latina y agravará el cambio climático por lo que no debe ser permitida


- En el marco de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP20) y de la Cumbre de los Pueblos en Lima, organizaciones de la sociedad civil latinoamericanas alertamos sobre los impactos irreversibles que tendrá la explotación de hidrocarburos no convencionales a través del fracking en los territorios y poblaciones de la región.

- Hacemos un llamado urgente para que los gobiernos latinoamericanos impidan el desarrollo de esta actividad en sus territorios y demuestren así su compromiso con la protección del medio ambiente, la garantía de los derechos humanos, la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad energética de la región.

- Existen alternativas energéticas sustentables, más baratas y eficientes que, asegurando el pleno respeto de los derechos humanos, deben ser fomentadas e impulsadas por los Estados para asegurar la sostenibilidad energética y la lucha contra el cambio climático.

Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) se estima que diversos países de América Latina cuentan con recursos prospectivos de hidrocarburos de lutitas (shale) en sus territorios.[1] Es el caso de Argentina, México, Venezuela, Brasil, Colombia, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Chile en los que el desarrollo de la técnica de la fracturación hidráulica o fracking para extraer gas y petróleo se encuentra en diversas fases. Por ejemplo, en Argentina ha habido un mayor desarrollo de proyectos de este tipo. Mientras otros países como México, Colombia, Bolivia, Uruguay y Brasil se encuentran en fase prospectiva o exploratoria, y pretenden desarrollar ampliamente esta técnica en los próximos años.

La técnica de la fractura hidráulica consiste en la inyección en el subsuelo de una mezcla de agua, arena y productos químicos a presiones tales que permitan la ruptura de las rocas de lutitas, en cuyos poros se encuentran atrapados el gas y el petróleo. Para ello, primero es necesario realizar una perforación vertical hasta alcanzar la profundidad a la que se encuentran estas formaciones geológicas (entre uno y cinco kilómetros) y luego una serie de perforaciones horizontales de 1 a hasta 16 km de extensión según la formación geológica.

El uso de la fracturación hidráulica provocará, y ya se encuentra provocando como se ha demostrado en EEUU y Argentina, fuertes impactos sobre al ambiente, la salud y calidad de vida de la población,[2] ya sumamente castigados. Debido a su gran complejidad y condición experimental,[3] esta actividad implica una serie de daños en su mayoría inevitables e irreversibles, como son:

- Uso intensivo y contaminación del agua. La fracturación de un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua que quedan completamente inservibles para otros usos. Esto se debe a los 300.000 litros de químicos que se le añaden para la fracturación y por los metales pesados y radioactivos presentes en el subsuelo. Este líquido se puede filtrar a los flujos de agua subterránea y superficial contaminándola, dejando a las poblaciones sin agua potable.[4] Por lo tanto, el uso de esta técnica viene a sumarse a las amenazas e impactos del cambio climático sobre  el agua.

- Supone graves afectaciones a la salud.[5] Estudios científicos realizados en Estados Unidos muestran que 75% de los químicos utilizados en el líquido de perforación afecta directamente la piel, ojos, sistema respiratorio y gastrointestinal; 40-50% afecta al sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y los riñones; mientras que 37% afecta el sistema endocrino y 25% provoca cáncer y mutaciones.[6] Además, los efectos sinérgicos de los químicos empleados son totalmente desconocidos, por las propias empresas proveedoras.[7]

- Genera impactos de cambio climático. Pese a lo que las empresas petroleras y algunos gobiernos de la región están señalando, la explotación del gas mediante fracking no es una opción para la lucha contra el cambio climático. En estos proyectos, hasta 8% de la producción de gas natural (metano) se escapa directamente a la atmósfera con un potencial de calentamiento 25 veces superior al dióxido de carbono. Debido a ello, en 20 años el impacto sobre el cambio climático de la generación eléctrica a través del gas extraído por fracking superaría en 20% el del carbón.[8]

- La reinyección de las aguas residuales del fracking en el subsuelo en "pozos letrina" está directamente vinculada con la inestabilidad sísmica y generación de sismos, que han llegado a alcanzar 5.7° de magnitud. Esto es sumamente grave, ya que pone en riesgo a la población y la infraestructura de las regiones donde tienen lugar.[9]Además, se ha logrado comprobar que esta inyección ha provocado la contaminación de acuíferos enteros en California.[10]

- Todas estas afectaciones e impactos suponen violaciones a los derechos humanos, derechos que los Estados latinoamericanos tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar, así como de prevenir sus violaciones. Entre otros, vulneran la garantía del derecho humano al agua y al saneamiento, a un medio ambiente sano, a la vida y a la salud, a la alimentación, a la vivienda, de los derechos laborales y otros derechos económicos, sociales y culturales, así como de los derechos civiles y políticos, como el derecho de acceso a la información, al consentimiento previo, libre e informado, y a la participación.

- Las economías y medios de vida de los pueblos de Latinoamérica sufren o podrían verse afectados por la contaminación de los acuíferos subterráneos y aguas superficiales, en las cercanías de las operaciones de fracking, afectando la sanidad de los productos agrícolas y ganaderos, y conllevando grandes pérdidas y daños para las comunidades.

- Por último, la explotación de hidrocarburos a través del fracking no es una opción energética sustentable. Las altas tasas de declinación en la producción de los pozos (entre 29 y 52% anual), la escasa recuperación de los hidrocarburos presentes en los yacimientos (de entre el 4.7 y 10%), y los altos costos que conlleva esta tecnología, la hacen inviable para la generación de energéticos en el mediano y largo plazo.[11]

Nuestras demandas y exigencias

Por todas estas razones, las organizaciones firmantes exigimos a nuestros gobiernos de los países latinoamericanos:

- Que impidan el uso de la fracturación hidráulica en sus territorios en aplicación del principio y obligación estatal de precaución, y aseguren la protección de los recursos hídricos y de la salud de las personas.

- Demandamos a nuestros Estados la generación y divulgación de información exhaustiva, verídica e imparcial sobre las características de los procesos, volúmenes y origen de agua usada y sustancias empleadas en el fracking, y sus impactos en las personas y el ambiente con un horizonte de largo plazo, a fin de garantizar los derechos de las generaciones presentes y futuras.

- Resaltamos que las poblaciones y gobiernos locales tienen el pleno derecho de negar actividades de fracking que puedan afectar sus entornos.   

- Demandamos a nuestros Estados la implementación de políticas públicas que permitan la transición energética hacia fuentes de energía verdaderamente sustentables y renovables, en pleno respeto a los derechos humanos, que aseguren la provisión energética futura y la mitigación del cambio climático.

- Instamos a los Estados que garanticen que las políticas energéticas de la región respeten  los derechos humanos, aseguren la protección ambiental y social, y contribuyan a la lucha contra el cambio climático.

- Demandamos que sean atendidos los reclamos, las acciones legales y las denuncias de las comunidades que protegen la vida y los territorios libres de petróleo, carbón y gas.

- Demandamos que las delegaciones de los Estados ante la COP y las corporaciones impulsen reducciones radicales en la exploración, explotación y uso de combustibles fósiles.

Manifiesto en solidaridad con el pueblo mexicano

El caso de México es especialmente representativo de las estrategias que están siguiendo algunos gobiernos de la región para imponer este tipo de proyectos a poblaciones que defienden sus derechos fundamentales ante esta impactante actividad. La situación de violencia estructural en este país promovida por el propio Estado que desembocó en la desaparición de 43 estudiantes en Iguala (Guerrero), la criminalización de la protesta social y de las y los defensores de derechos humanos, y la creación de fuerzas de seguridad para la protección de las inversiones son ejemplos de ello.  Hechos que se están dando a la vez que se trata de implementar una reforma energética que le apuesta al desarrollo de la fracturación hidráulica, por encima de los derechos de la población.

Ante esta situación, nos solidarizamos con el pueblo mexicano y hacemos un llamado específico al Estado de este país para que establezca las medidas necesarias para atender la situación de violencia estructural y criminalización de la protesta social existente en el país. Para ello, exigimos que se esclarezcan los hechos ocurridos en relación a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y el paradero de los otros 22,000 hombres y mujeres desaparecidos en el país, la liberación de las y los presos detenidos arbitrariamente en la exigencia de sus derechos y la puesta en marcha de reformas de fondo que garanticen que estas y otras violaciones de los derechos humanos no se vuelvan a repetir.

Para sumarse a este posicionamiento, escribir a aroa@fundar.org.mx

Organizaciones firmantes

 

Asamblea de Concejales de la Cuenca de Claromecó (Argentina)

Asamblea de Integración por Territorios Libres de Fracking (Argentina)

Ecologistas en Acción de Asturias (España)

Ecoa (Brasil)

Unión de Asambleas Patagónicas (Argentina)

Centro Nacional de Comunicación Social, CENCOS (México)

Chihuahua vs Fracking (México)

Fundación Terram (Chile)

Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua, COMDA (México)

Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias con Alternativas, Comcausa (México)

Fundación Jubileo (Bolivia)

Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Coahuila Región Carbonífera, CEPACI (México)

Encuentro Ciudadano Lagunero (México)

Grupo de Financiamiento Climático de América Latina y el Caribe, GFLAC

Liga de Defensa del Medio Ambiente, LIDEMA (Bolivia)

Comité Dinamizador Ambiental, Campesino e Indígena del Suroriente del Tolima, Corporación Reiniciar, Seccional Tolima (Colombia)

Fundación Integral de Desarrollo, FIDES (Bolivia)

Comunicación y Educación Ambiental (México)

Alianza Mexicana contra el Fracking (México)

Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables, FUNDEPS (Argentina)

Associação de Proteção ao Meio Ambiente de Cianorte, APROMAC (Brasil)

Prevención, Capacitación y Defensa del Migrante, PRECADEM (México)

Associação de Defesa do Meio Ambiente de Araucária, AMAR (Brasil)

Consejo Tiyat Tlali (México)

Fundación Ambiente y Recursos Naturales, FARN (Argentina)

Conservación Humana (México)

DECA Equipo Pueblo (México)

Educación, Ecología, Cultura, Comunicación, Desarrollo Sostenible y Salud, ECODESS (Perú)

El Barzón Chihuahua (México)

El Barzón Nacional (México)

El Poder del Consumidor (México)

Associação de Saúde Ambiental, TOXISPHERA (Brasil)

Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos, FOCO (Argentina)

132 Ambiental (México)

Amigos del Río San Rodrigo (México)

Asociación de Usuarios de Aguas de Saltillo, AUAS (México)

Asociación Humanitaria Internacional Gilberto Bosques

Blue Planet Project (Canadá)

Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria O.P. (México)

Centro de Investigación y Capacitación Rural, CEDICAR (México)

Espacio de Coordinación de Organizaciones Civiles sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Espacio DESC (México)

Food and Water Watch (Estados Unidos)

Frente Amplio Ambientalista (México)

Rede Ambiental do Piauí-Reapi (Brasil)

Fundar, Centro de Análisis e Investigación (México)

Greenpeace México

Grupo de Estudios Ambientales, GEA (México)

Fórum do Movimento Ambientalista do Paraná (Brasil)

Guardianes de los Volcanes (México)

Censat Agua Viva-Amigos de la Tierra (Colombia)

Hij@s de la Tierra (México)

La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental, LAVIDA (México)

Asamblea Ambiental Ciudadana Río Gallegos (Argentina)

Proyecto Gramalote (Colombia)

Medio Ambiente y Sociedad (México)

Organización Mexicana para la Conservación del medio Ambiente, OMCA (México)

Oxfam México

PODER (México)

Radio Huayacocotla, de Fomento Cultural y Educativo (México)

Asociación Ambiente y Sociedad (Colombia)

Freshwater Action Network México

Red Unidos por los Derechos Humanos, RUDH (México)

Earthworks (Estados Unidos)

Razonatura (México)

Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo, FOBOMADE (Bolivia)

Observatorio Petrolero Sur, OPSur (Argentina)

Comité de Defensa del Medio Ambiente de Cochabamba, CODAC (Bolivia)

Yo Soy 132 Los Ángeles (Estados Unidos)

OilWatch Latinoamérica

Centro de Estudios y Proyectos, CEP (Bolivia)

Yo Soy 132 Madrid (España)

Fundacion Gaiapacha (Bolivia)

Yo Soy 132 Internacional

Associação Brasileira de Fomento às Pequenas Centrais Hidrelétricas, ABRAPCH (Brasil)

Red Peruana por una Globalización con Equidad – Red GE (Perú)

Grupo "Salir del Petróleo" (México)

Centro de Documentación e Información Bolivia, CEDIB (Bolivia)

Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México, RAPAM (México)

Coordinación de ONG y Cooperativas, CONGCOOP (Guatemala)

Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, AIDA (Regional)

Ecologistas en Acción (España)

 



[2] Cfr. R. Ochandio, P. Bertinat et al, 20 Mitos y Realidades del Fracking, Ed. El Colectivo, Buenos Aires, 2014

[3] Cfr. Eduardo D'Elia et al, 20 Mitos y Realidades del Fracking, Ed. El Colectivo, Buenos Aires, 2014

domingo, 21 de diciembre de 2014

Deja de aparecer la revista Entropía fundada por Serge Latouche, Alain Gras, Jean Paul Besset y otros grandes autores.

Deja de aparecer la revista Entropía fundada por Serge Latouche, Alain Gras, Jean Paul Besset y otros grandes autores.

En noviembre de 2014 se difunde por internet el  No. 16 de esta revista francesa, con el titulo Elogio del presente: la obsolescencia del futuro. Nacida en 2005, la revista Entropía reunió los escritos de los más destacados autores en el tema de decroissance, degrowth, decrecimiento o descrecimiento; en el sitio http://www.entropia-la-revue.org/ se pueden leer los artículos incluidos en los números publicados; tiene un sitio anexo en ingles, en español y en portugués. Una gran aportación a la teoría política, económica, social, cultural, ecológica. Lamentamos la desaparición de la revista Entropía que siempre estuvo abierta a nuestras aportaciones.

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Miguel Valencia

jueves, 23 de octubre de 2014

Energìa y violencia en Mèxico

A los compañeros de descrecimiento:

A propósito de los dolorosos acontecimientos de Iguala van los siguientes comentarios pues los ecologistas debemos participar en el análisis de la situación y en hacer modestas aportaciones para la definición de un modelo alternativo de país.

Con el crimen de Iguala las élites mexicanas y transnacionales (empresas petroleras) están aplicando la estrategia, de generación de terror entre la población, misma que se viene aplicando en México desde el gobierno de Felipe Calderón, pero que se había limitado al ámbito regional (Tamaulipas, Michoacán, Chihuahua, Guerrero), ahora después de la reforma energética están administrando el dolor generado por los asesinatos de Iguala (cómo explicar que después de un mes no aparecen 43 jóvenes casi adolescentes) para desviar la atención sobre la inconformidad que existe por la entrega del petróleo y minerales (hierro, oro, plata) a las empresas y corporativos extranjeros y nacionales.

Esta misma estrategia de generación de delincuencia y terror han aplicado diversas potencias y corporativos en Africa, y algunos países árabes para apropiarse de diamantes, coltán, petrólo, etc.

En esta perspectiva no podemos aceptar que los únicos responsables del crimen de Iguala sean un presidente municipal y su desquiciada esposa, se debe aclarar porque no intervino el destacamento de la 27 zona militar que existe en Iguala, porqué no frenó a las bandas de narcotraficantes que sembraron de fosas los cerros de Iguala? 

Frente a esto los principales responsables son Enrique Peña Nieto (el presidente de todas las empresas petroleras extranjeras) y  el Gobernador de Guerrero y los dos deben renunciar, pero también debe renunciar el gobernador de Sonora por el robo del agua y envenenamiento del agua potable de Hermosillo, el gobernador de Tamaulipas por la violencia, el gobernador de Chihuahua, el gob....... es decir las élites política solo pueden gobernar mediante la dosificación del terror entre los mexicanos. Y después de Iguala la estrategia es demasiado evidente y cada vez mas desgastada.

El problema que tenemos es que no existen partidos de "izquierda" que representen y defiendan los interesase de los mexicanos, Morena sigue siendo un buen intento pero sus estrategias siguen siendo las mismas de hace 25 años con el PRD, grandes mítines en el zócalo que no espantan a nadie, ni le clarifican la problemática a las masas, ni definen nuevas estrategias.

La última oportunidad que tenemos de un cambio pacífico quizá sean las elecciones intermedias de 2015, y deberiamos analizar como debemos participaren en ellas.

Sería importante que definieramos una postura frente al TLC y los nuevos acuerdos comerciales que se están negociando, toda la clase política (incluyendo a Morena) tiene pánico de mencionar la renegociación del TLC. El responsable primero y directo de la violencia en México es el TLC y la falta de subsidios al campo, debemos replantearnos el acelerado proceso de integración que tenemos con Estados Unidos y Canadá.

En fin este correo pretende ser una invitación y provocación para iniciar el debate.

Saludos

Edgardo Mota

domingo, 5 de octubre de 2014

11 de octubre, Día Mundial de Acción contra el Fracking, el Global Frackdown

11 de octubre, Día Mundial de Acción contra el Fracking, el  Global Frackdown


El Grupo ¡Salir del petróleo! les invita a la acción contra el fracking del 11 de octubre en la ciudad de México.

Cientos de acciones tendrán lugar ese día en muchas ciudades del mundo, especialmente en Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Irlanda, Alamenia Polonia, Rumanía, España, Italia, Australia, Argentina

La aplicación del fracking en Mexico es uno de los principales contenidos de la reforma energética de Peña Nieto.

El fracking es una de las tecnologías más antiecológicas que existen: una salida desesperada del gobierno de EU frente al agotamiento del gas y petróleo convencional en el mundo; sirve para frenar por unos años el aumento de los precios del petróleo, pero, eleva mucho los riesgos de catástrofe mundial.   


-- 
Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 

Ponencia presentada en el Foro La imperiosa necesidad de conservar viejas casas y edificios de la ciudad de México. Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México- 4 de octubre de 2014

Ponencia presentada en el Foro La imperiosa necesidad de conservar viejas casas y edificios de la ciudad de México. Miguel Valencia Mulkay de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México4 de octubre de 2014

En la ciudad de México existe un gran número de casas y edificios construidos después de la Revolución Mexicana, aproximadamente entre 1920 y 1960 que podríamos calificar de viejas casas y edificios o viejas edificaciones, independientemente de su calidad arquitectónica o estructural. Estas viejas edificaciones predominan en una gran cantidad de colonias de las zonas centrales de la ciudad, como la Cuauhtémoc, Juárez, Tabacalera, San Rafael, Santa María la Ribera, Nueva Santa María, Lindavista, Popotla, Anáhuac, Lomas de Chapultepec, Irrigación, San Miguel Chapultepec, Polanco, Anzures, Escandón, Condesa, Hipódromo, Roma Sur, Del Valle, Narvarte, Nápoles, San Pedro de los Pinos, Cd de los Deportes, Nochebuena, San José Insurgentes, Doctores, Obrera, Asturias, Álamos, Periodista, Portales, Villa de Cortez, Albert, Iztaccíhuatl, Campestre Churubusco, Cd Jardín, Churubusco, El Carmen, Guadalupe Inn, San Angel Inn, entre otras, las que dan identidad a esta ciudad y que conforman en gran medida la vieja ciudad de México, ni tan antigua ni tan moderna: la ciudad que dio origen al Big Bang de construcción que devora al centro del país.

Estas viejas construcciones han creado arraigo en los vecinos, cultura, tejido social, soporte a actividades económicas y políticas, a pesar de la implacable devastación que han sufrido en las últimas décadas por la construcción de nuevas infraestructuras públicas y privadas; no obstante, tienen hoy en día un creciente valor cultural, ecológico, social, económico y político: ofrecen un gran testimonio histórico de lo que ha sido la ciudad de México; dan identidad a barrios y colonias; evitan la construcción de nuevas edificaciones; ofrecen techo y paredes económicas para la vivienda de las nuevas generaciones; aportan los espacios de bajo costo que requiere la economía popular, la pequeña empresa, los proyectos piloto, la urbanización diversificada que le da florecimiento a las ciudades; son un gran fundamento del amor por la ciudad de México y de la creación de cultura.  Como lo dice Aristóteles, los muros de la ciudad educan al ciudadano; un urbanismo feo y sin alma como el que han traído en las últimas décadas a esta ciudad sus gobiernos, sometido a la tiranía del uso del auto, la hipermovilidad y la publicidad agresiva omnipresente, no contribuye en nada a forjar personalidades fuertes e independientes que sean capaces de resistir la manipulación mediática y la propaganda política que se ha convertido en su subproducto. La permanencia de las viejas edificaciones no sólo fortalece la cultura, sino que frena el saqueo de las riquezas de la Tierra: frena la extracción de petróleo que tanto daño hace al clima, frena la extracción de minerales que tanto daño hace a los acuíferos y a los suelos; frena la destrucción de los paisajes creada por la extracción de tierras y la descarga de cascajo y otros residuos de la construcción; frena la terrible contaminación del aire, el agua y los suelos producida por la fabricación de varillas, perfiles metálicos, cementos, ladrillos, cimbras que requiere la construcción de nuevos edificios.

Salvo raras excepciones, la construcción de nuevos edificios  produce un daño ecológico excesivo debido a los procesos altamente contaminantes en los que se sostiene esta actividad económica, como son: la extracción de gas, petróleo y minerales; la fundición y calcinación industrializada; la gran utilización del transporte para el acarreo de materiales para la obra y una tecnología de construcción que demanda mucha electricidad, gas y gasolina. Estos procesos que apoyan la construcción de nuevos edificios provocan un daño excesivo al clima de la Tierra, a la atmosfera de los campos y las ciudades, a los mares, ríos, lagos, lagunas, humedales, glaciares, suelos, acuíferos, bosques, selvas, mamíferos, aves, reptiles, batracios, peces, insectos, moluscos, crustáceos, corales y otras especies. La "huella ecológica" de los nuevos edificios es desmedida, inaceptable hoy en día, a pesar del maquillaje verde con el que ahora se pretende ocultar  la terrible destrucción ecológica producida por ellos.  No existen los edificios verdes, ecológicos o sustentables y menos aun inteligentes debido a los procesos altamente depredadores en los que sostienen la construcción de sus estructuras y acabados. Además, los nuevos edificios no son solamente responsables habitualmente de la demolición de viejas casas y edificios, la creciente producción de cascajo y residuos y de accidentes fatales en las obras, sino que son responsables del  continuo cambio en el uso del suelo en la ciudad, la creación de áreas urbanas inseguras, las burbujas inmobiliarias, el encarecimiento de las rentas, la expulsión de los vecinos pobres, el desempleo, el debilitamiento de la economía popular, la muerte de la pequeña empresa, el aumento radical en los impuestos, la pérdida de tiempo en el transporte, la aniquilación de la participación ciudadana, la pérdida de las libertades democráticas, la violación sistemática de la Ley, la perdida de la soberanía nacional, la causa de las crisis económicas y financieras, el gran instrumento del lavado de dinero, la causa de la pérdida de valores en el mundo. La construcción de nuevos edificios se ha convertido en una calamidad mundial y en una actividad muy cercana al crimen organizado.

La globalización nos ha traído los famosos megaproyectos; es decir; la construcción de torres, vialidades, carreteras, acueductos, puentes, trenes, equipamientos cada día más grandes y contaminantes: los grandes capitales internacionales no entienden de pequeños proyectos, únicamente les interesan los megaproyectos y les tiene sin cuidado si sus proyectos implican una enorme destrucción ecológica, cultural, social, económica o política. Nos es sorpresa que el mundo se llene de movimientos vecinales que protestan contra obras públicas o privadas que amenazan de muerte a barrios, pueblos, colonias y ciudades de países poderosos o de países vulnerables o empobrecidos como México. En la última década, la ciudad de México ha visto la aniquilación de antiguos barrios y colonias debido a megaproyectos como el Segundo Piso en el Periférico, las torres en Paseo de la Reforma y Lomas de Chapultepec, los deprimidos en la Miguel Hidalgo, la línea 12 del Metro, la Torre Mitikha en el pueblito de Xoco, entre otros. El gobierno de Miguel Ángel Mancera nace atado a los intereses de las grandes empresas inmobiliarias que le imponen a uno de sus representantes en la secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, SEDUVI, el Ing. Simón Neuman, un conocido empresario, con el fin de ajustar las normas, reglamentos y leyes de desarrollo urbano de esta ciudad a los intereses de estas grandes inmobiliarias. Neuman trabaja intensivamente en la creación de una "reforma urbana" de la ciudad de México que permita demoler estas viejas edificaciones con facilidad y construir grandes torres en su lugar. Se pretende imponer la idea de una "ciudad compacta", conformada por edificaciones elevadas siguiendo el modelo de Pekin o India, con el argumento que reduce el tiempo promedio diario dedicado al transporte. El gobierno de Miguel Ángel Mancera radicaliza la tendencia perversa de los gobiernos, de imponer los criterios industriales de productividad, enemigos de la cultura, la sociedad y la ecología: pretende imponer las famosas normas 30 y 31 de vivienda popular o introducir los contenidos de estas normas en la norma 26. Los representantes vecinales de la ciudad resisten con mucha fuerza la imposición de estas absurdas normas, impulsadas por Simón Neuman    

El urbanismo es una rama de la economía, como lo es la mercadotecnia, que busca ocultar la gran nocividad de los productos creados por la industria; sirve para maquillar y edulcorar las muy deplorables decisiones adoptadas por los "mercados" y por los  grandes inversionistas. En gran medida, el urbanista Carlos Slim o el urbanista Daniell o Kalach o Hirchhorn o Vazquez Raña o Gamboa de Buen deciden  la suerte de un barrio o colonia agradable. A pesar de su alegado respeto por los ciudadanos, el urbanismo y su doctrina moderna, el llamado "desarrollo urbano" son enemigos de la intervención ciudadana en los asuntos de la ciudad. Los urbanistas tienen terribles pesadillas que ellos llaman sueños y que pretenden imponer a los ciudadanos por medio de sus proyectos. Estas verdaderas distopías entran habitualmente en conflicto con la cultura y la ecología. Un caso extremo han sido las perniciosas ideas de Lecorbusier que tanto daño han hecho al mundo. Como decía Rousseau, las ciudades las hacen los ciudadanos y no los edificios. Las bellas ciudades medioevales fueron el producto de la unión ética de sus ciudadanos, del amor por la ciudad de los ciudadanos y no de concepciones urbanísticas de expertos. Hoy en día, las complicaciones técnicas introducidas por los urbanistas, por la doctrina del desarrollo urbano, han conseguido reducir al mínimo la intervención de los ciudadanos en la ciudad de México, con lo que se ha logrado crear una ciudad monstruosa, muy fea, de muy baja calidad de vida y finalmente mala para los mismos empresarios y la economía misma.  La fealdad es inherente a la religión de la economía. La belleza de las ciudades nace de la diversidad estética creada por los ciudadanos, no de la uniformidad que imponen los financieros y los políticos.

Las viejas edificaciones de la ciudad de México  no solamente requieren mantenimiento, también requieren periódicamente intervenciones, para adaptarlas a las nuevas necesidades sociales, ecológicas y económicas.  La movilidad motorizada, especialmente el uso del auto, no sólo provoca ya una excesiva perdida diaria de tiempo; el gas, el petróleo y la electricidad duplicarán seguramente sus precios o tarifas antes de 10 años: se acaba el petróleo barato en el mundo; el desastre climático puede encarecer mucho la vida en los próximos años; la crisis del 2008 sigue latente: los gobiernos tienen que intervenir cada día más en el rescate de los mercados; las burbujas inmobiliarias se reproducen como plagas; los grandes proyectos urbanos resultan cada año más fallidos; el desempleo, la miseria, la inseguridad, la violencia intrafamiliar, escolar, laboral, urbana, siguen en aumento; las familias son cada vez más pequeñas; el arraigo de los vecinos es cada día menor: se cambia de domicilio con mayor frecuencia; las rentas y los precios de la vivienda se disparan con frecuencia. La inestabilidad se ha instalado en el mundo moderno y desde luego, en las ciudades. Hay una imperiosa necesidad de cambiar de ideas sobre la vivienda y la ciudad: no podemos seguir con las viejas ideas de desarrollo urbano llevadas ahora al extremo, por medio de megaproyectos urbanos de muy alto riesgo, como proponen los sacerdotes de la macroeconomía: los banqueros, los grandes empresarios, Peña Nieto y Miguel Ángel Mancera.

El reciclamiento, la remodelación, la restauración de las viejas casas y edificios construidos entre 1920 y 1960 en la ciudad de México, permiten fortalecer las culturas vernáculas y la cultura moderna; Reducir la destrucción ocasionada por la minería, la generación de electricidad, la extracción de gas y petróleo, las fundiciones, las calcinaciones, la tala de bosques; Crear nueva vivienda apropiada a las nuevas realidades; aumentar el empleo, la seguridad, la intervención de los vecinos en el cuidado de los espacios públicos; proteger con mayor fuerza el patrimonio arqueológico, histórico, arquitectónico de la ciudad; impedir la proliferación de grandes torres y nocivos centros comerciales; fortalecer a los proyectos creativos, la pequeña empresa, la economía popular; crear la diversidad en los usos del suelo que hace pujantes a las ciudades; introducir las ecotecnias que requieren las ciudades para preservar la ecología y el medio ambiente; liberar la creatividad ciudadana que permite encontrar las soluciones a problemas y condiciones locales; fortalecer la autonomía de los pueblos, barrios colonias y ejidos en los asuntos de la electricidad, el gas, el agua y los alimentos; descentralizar las decisiones y desconcentrar las actividades en el territorio; proteger los derechos humanos; democratizar a la ciudad y a México; salvar a la Cuenca del Valle de México de la catástrofe; darle una nueva vida a la ciudad de México y un gran modelo urbano a México.

 El reciclamiento, la remodelación, la restauración de las viejas casas y edificios de la ciudad de México constituye en estos momentos el mejor camino en la recuperación de los valores de altruismo, generosidad, cooperación, amenidad, frugalidad, belleza, autonomía, libertad, amistad, sobriedad, serenidad, permanencia, amor por la comunidad territorial donde se vive que pueden salvar a esta ciudad, a México y al mundo; entraña la mejor propuesta para reconceptualizar la riqueza y la pobreza; para reestructurar la economía y la política; para relocalizar la economía y la vida; para reducir la miseria, el despilfarro de electricidad, gas, gasolina, alimentos y las contaminaciones, los residuos y la basura. Es necesario reconocer que hay un tesoro oculto en las  viejas edificaciones de la ciudad de México; es urgente confirmar que tienen un creciente valor cultural, ecológico, social, económico y político; sin embargo, este tesoro está muy amenazado por los grandes inversionistas internacionales: virtualmente no tienen otra protección que la que la dan sus dueños o sus inquilinos o los vecinos conscientes; estas viejas edificaciones están en un grave riesgo de demolición por las tendencias urbanísticas e inmobiliarias que dominan en estos momentos de crisis económica y política mundial. Nuestras leyes, reglamentos y normas de desarrollo urbano son enemigas de la conservación de estas viejas edificaciones. Es indispensable cambiar radicalmente estas leyes, reglamentos y normas, por medio de la acción ciudadana; nada podemos esperar de los representantes de los partidos que están hoy en día al servicio del gran capital. Es indispensable crear o fortalecer las redes, asociaciones y organizaciones sociales autónomas, no partidistas que defienden la ciudad o las demarcaciones del Distrito Federal. La acción ciudadana autónoma es la clave de la defensa de las viejas edificaciones.  ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México y la Red en Defensa de la Ciudad de México ofrecen su apoyo a las iniciativas no partidistas que se propongan en defensa de las viejas edificaciones de la ciudad de México.     

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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 
Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México

lunes, 22 de septiembre de 2014

Próxima reunión del grupo ¡Salir del petróleo!

Próxima reunión del grupo ¡Salir del petróleo!

El grupo ¡Salir del petróleo! se reúne este próximo miércoles 24 de septiembre, a partir de las 6.00 de la tarde en la cafetería de la Librería El Juglar, situada en la plaza Valverde esquina con Juventino Rosas, colonia Guadalupe Inn, frente a la iglesia de la colonia; a cinco cuadras del Metro Barranca del Muerto; a cuatro cuadras del Metrobus Olivo de Insurgentes. 

Temática: El desastre climático; la marcha de Nueva York y las cumbres climáticas; los nuevos consejeros de PEMEX y la CFE; Mario Molina de consejero; Día mundial contra el fracking; la construcción del nuevo aeropuerto y los foros en el estado de México. 

Les ruego confirmar previamente su asistencia.

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Saludos
Miguel Valencia

jueves, 11 de septiembre de 2014

Seminario breve de Jean Robert: Las grandes obras inútiles e impuestas

Seminario breve de Jean Robert: Las grandes obras inútiles e impuestas

El jueves 18 de septiembre de 2014, a partir de las 9 de la mañana, en un salón reservado del centro cultural Kuii, situado en Insurgentes 223, colonia Roma, casi esquina con Monterrey y Colima, frente a la estación Durango del Metrobus Insurgentes, tendrá lugar el Seminario Breve Las grandes obras inútiles e impuestas en y por las ciudades modernas, impartido por el maestro Jean Robert.  Las ciudades satélite, universitarias, de la salud, del entretenimiento; las torres de oficinas o viviendas, los segundos o terceros pisos, las autopistas urbanas, los trenes suburbanos, las líneas de Metro, los trenes rápidos, los acueductos o trasvases, los drenajes profundos, las presas, los rellenos sanitarios, los incineradores, los confinamientos de residuos tóxicos o peligrosos, los aeropuertos, las supercarreteras,son megaproyectos que tienen efectos perversos, destructivos, cataclismicos, en las comunidades y municipios en su cercanía: tienen un impacto social y ambiental excesivo, por lo que resultan ruinosos para los pueblos, los ejidos, las colonias, los barrios, las ciudades, los estados: son obras inútiles que se imponen a las comunidades, a la sociedad, sin consulta verdadera, por medio del sigilo, la desinformación, la sorpresa, la mentira, el engaño, la propaganda, la publicidad, la connivencia de instituciones judiciales, legislativas, científicas, académicas, civiles y corporativos empresariales y sociales, y finalmente, por medio de la violencia física: órdenes de aprensión y otras formas de hostigamiento judicial a los opositores destacados, el uso intensivo de cuerpos de granaderos, escuadrones policiacos, gases lacrimógenos, chorros de agua a presión, balas de goma, francotiradores. Sometidos a las implacables presiones de las instituciones bancarias internacionales y las empresas transnacionales, los gobiernos imponen cada día más estos abominables megaproyectos en las ciudades de los países muy endeudados y empobrecidos, como es el caso de la ciudad de México. 

Jean Robert, autor y conferencista de gran reconocimiento internacional, por sus destacadas aportaciones teóricas sobre las ciudades, la urbanización, la tecnología crítica, la economía, la ecología; es uno de los mayores conocedores de la historia de la vivienda, la edificación, el higienismo, el sanitarismo, la gestión del agua, el transporte, la movilidad, la basura, la conglomeración, la verticalización, el gigantismo, el dislocamiento del tiempo y el espacio en la ciudad, la percepción de habitar. Autor de libros clásicos en el urbanismo europeo, como La Traición de la Opulencia (París, 1975, PUF, con el matemático Jean Pierre Dupuy) y Le temps qu'an Nous Vole (El Tiempo que Nos Roban), Seuil Paris, 1980. Es autor, además de libros como: Ecología y Tecnología Crítica, Fontamara; Water is a commons, Habitat International Coalition; Libertad de Habitar, HIC; La Puissance des pauvres, Actes Sud, France, con Mahid Rahnema. Originario del Jurá, en los confines de Suiza y Francia. Estudia arquitectura en el Instituto Politécnico Federal de Zurich y urbanismo en Ámsterdam donde practica la arquitectura. Vive en México desde 1972 y con Ivan Illich, es uno de los fundadores del legendario CIDOC de Cuernavaca. Es parte de jurados del Tribunal Permanente de los Pueblos e invitado frecuente a las celebraciones zapatistas. Desde hace más de 25 años es ciudadano mexicano.   

 Sólo hay 20 lugares en la mesa, por lo que es indispensable hacer una reservación al correo vammulkay@gmail.compara asegurar un lugar en este acto. El seminario dura cuatro horas y tiene un costo de $ 150.00 por persona (incluye los gastos de organización, el desayuno, la renta del salón, la propina y la conferencia de prensa)

Convocan: Red en Defensa de la Ciudad de México; ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Colectivo Comida No Bombas; Grupo ¡Salir del petróleo! ¡Descrecimiento e Extinción!

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lunes, 18 de agosto de 2014

Se cancela el seminario breve de Jean Robert del miércoles 20 de agosto

Se cancela el seminario breve de Jean Robert del miércoles 20 de agosto

Debido a problemas de salud de Jean Robert se cancela el seminario breve que teníamos programado para el miércoles 20 de agosto en el centro cultural Kuii. Lamentamos mucho este contratiempo. Los mantendremos informados de una nueva fecha para este seminario.

Saludos


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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES 

lunes, 4 de agosto de 2014

decrecimiento: ​Crítica a los polémicos con el decrecimiento


decrecimiento


Crítica a los polémicos con el decrecimiento

Posted: 01 Aug 2014 09:30 PM PDT


Julio García Camarero

Algo que no se comprende, es que ciertos autores inicialmente decrecentistas, como puedan ser Vicenç Navarro, José Manuel Naredo, y otros como el presidente ecuatoriano Rafael Correa, no solo estén desertando del pensamiento decrecentista, sino que además se hayan revuelto en contra de él y estén proponiendo "otro crecimiento" , "otro capitalismo". Y lo lamento especialmente porque es cierto que de ellos he aprendido cosas interesantes, y sin embargo en otros aspectos no tengo otra que discrepar completamente.  


Sí que es comprensible y hay que estar de acuerdo con lo que dice Vicenç Navarro en cuanto a que:


"El decrecimiento no es un concepto que pueda definirse sin conocer qué es lo que está creciendo o decreciendo. No es lo mismo, por ejemplo, crecer a base del consumo de energía no renovable, que crecer a base del consumo de energía renovable. Y no es lo mismo crecer produciendo armas que crecer produciendo los fármacos que curan el cáncer".Pero lo que no es admisible es que adopte una clara postura a favor del crecimiento constante, y esto lo hace cuando declara: 


"Barry Commoner solía mostrar cómo en Estados de EEUU en los que había habido gran consumo de energía contaminante no renovable, este consumo había variado a consumo de energía renovable, creando con ello incluso más crecimiento económico. El punto de debate no es, pues, crecimiento o no crecimiento, sino qué tipo de crecimiento, lo que es consecuencia de quién controla tal crecimiento".  Y Navarro sigue considerando como eje central el crecimiento económico obtenido a partir del uso de materia y energía. Luego continua diciendo: "Mi protesta frente a esta interpretación del socialismo quedó expresada en el famoso eslogan de que "el socialismo no es capitalismo mejor distribuido"..[y continua] "cambiar el motor del sistema, de manera que el afán de lucro se sustituyera por el afán de servicio a las necesidades humanas, definidos democráticamente".


Parece que no deja de poner por delante al motor productivista aunque sea para que "el lucro se sustituyera por el afán de servicio a las necesidades humanas, definidos democráticamente". Está bien y es loable esa sustitución, pero sin que sea consiguiéndolo a base de crecer indefinidamente.


Y parece ser, que el término democráticamente tiene connotación con la idea de la redistribución de la riqueza y que con ello ya se solucionaran los problemas socio-ecológicos. Pero según mi opinión creo que no, más bien coincido con Florent Marcellesi cuando dice: 


"incluso si redistribuyéramos de forma equitativa las rentas entre capital y trabajo, y todos los medios de producción estuviesen en manos de los trabajadores, la humanidad seguiría necesitando los 1,5 planetas que consume hoy en día" . Y según esto, aunque sí que es necesaria una redistribución de la riqueza y una democratización de toda la sociedad, con ello no es suficiente,… además es necesario decrecer.


Pero parece que Vicenç Navarro, no quiere oír hablar de la evidencia de los límites del crecimiento, y que prefiere hablar solo de un socialismo productivista (aunque diferente al soviético que él criticó con intensidad). Según él se trataría de un socialismo productivista pero basado en: a. el uso solo energías alternativas b. la redistribución de la riqueza; y c. la promoción de un adecuado Estado del bienestar. Y si es cierto, hay que considerar estas tres cosas como necesarias para superar esta crisis y establecer una sociedad humana socio-ecologicamente equilibrada. Pero ellas por si solas no son suficientes, además es necesario un decrecimiento feliz.


En cuanto a las energías alternativas, ¿qué duda cabe?, tienen importantes aspectos positivos pero no son una panacea, ni son por si solas suficientes para solucionar los problemas ecológicos derivados de la energía. Veamos:


En primer lugar, si llegamos a tener el convencimiento de que disponemos de energía limpia, barata e ilimitada; tenderemos a caer en el error de utilizar despreocupada y masivamente esta energía en acelerar la esquilmación de los recursos naturales, en potenciar una "economía verde", en aumentar los m2 de asfalto, extender las urbanizaciones lejanas y aumentar con ello los desplazamientos que propician baja calidad de vida, en construir inhumanos mega-proyectos, etc. etc. 


En segundo lugar hay que tener en cuenta que las energías alternativas originan lo que en términos decrecentista se denomina "efecto rebote". De este efecto pondré el ejemplo emblemático del coche eléctrico: 


Ya se está hablando de plantear el coche eléctrico en sustitución del convencional de gasolina. Ello, sin duda, puede reducir la contaminación atmosférica que causan los G.E.I. (pero difícilmente anularla, pues la electricidad no siempre se obtiene de emergías limpias). Además, automáticamente aparecerá el "efecto rebote": aumento del tráfico, el amento de consumo de materias primas como el hierro para construir ingentes cantidades de coches, más aglomeraciones, más abuso de urbanizaciones "en plena naturaleza" (en plena naturaleza, dicen), ello es cierto pero solo de momento, cuando estas urbanizaciones aun no son demasiado extensas, ni han destruido por completo el entorno a base de: más edificaciones, más macro centros, más supermercados, más vallas publicitarias, más rotondas viales, etc. todos ellos destructores implacables de ecosistemas necesarios para el buen vivir. Y alargarán las distancias pendulares de desplazamiento, que aún sin contaminación, supondrán gastar horas que se descontarán a las de ocio y recreo, y ello supondrá un deterioro de la calidad de vida. Además, debemos preguntarnos:  ¿a corto plazo compensarán las ventajas del coche eléctrico al hecho de una renovación de todo el parque automovilístico del planeta, cientos de millones de vehículos?, seguro que puede ser el negocio del siglo, pero ello supone una desorbitada esquimación de recursos materiales. También sucede que los acumuladores de electricidad de este tipo de coches necesitan indispensablemente del mineral litio, cuyas reservas en la naturaleza son muy limitadas, y se extinguirán rápidamente si se produce el boom de consumo del coche eléctrico. Por otra parte ¿la reposición repentina de cientos de millones de coches antiguos por los eléctricos será algo que no produzca un súbito e irreversible deterioro de la biosfera? Y, en definitiva, aunque terminaramos con el CO2  y con la dependencia del petróleo, no terminaríamos de planificar las ciudades para los coches en vez (como debería ser)para los seres humanos. 
Y en tercer, y último lugar, hay que decir que las energías alternativas tienen una Tasa de Retorno Energético (TRE), aproximadamente unas 10 veces más bajas que las energías fósiles, de 2,5 a 25 respectivamente.


En cuanto a la redistribución de la riqueza en forma equitativa, desde luego deberá ser un primer paso para un decrecimiento feliz, pero tal y como están hoy las cosas y según hemos visto a pesar de esta redistribución hoy ya necesitaríamos 1,5 planetas para poder mantener un crecimiento cero, y más aún para mantenerlo con un crecimiento aunque este sea moderado y "alternativo" como nos indica el Señor Navarro.


Y finalmente, en cuanto a lo que respecta a la defensa del Estado del bien estar, también este debe ser defendible, pero dentro de unos límites y una equidad. Por ejemplo habrá que dar prioridad a la salud pública por encima de la sanidad estrictamente médica. La salud pública comprenderá, además de una adecuada sanidad pública, de la generación de un bien estar general, que tenga en cuenta desde el respeto y el mantenimiento de los ecosistemas, hasta la potenciación de los bienes relacionales. Y todo sin olvidar que la salud mental será una pieza importante para la calidad de vida y para ayudar a cambiar en las masas ese chip (impuesto desde que nacen) consumista-productivista, por un actitud concorde con una totalmente defendible sociedad de consumo. En una palabra pasar de una sociedad consumista asesina y suicida a una sana sociedad de consumo, en donde impere el consumo responsable. 
Además, en la sanidad pública también habrá que decrecer en cuanto al despilfarro y desvincularse de los cárteles médicos-farmacéuticos. Será necesario no caer en el abuso de los medicamentos así como en las prácticas del usar y tirar que al final, aunque superficialmente parezca un acto muy limpio, a larga distancia generan unos residuos que son extremadamente sucios. Por ello, el volumen de residuos de los hospitales debe decrecer, aunque siempre en una adecuada mesura. Hay que abandonar esa tendencia a atiborrar de medicamentos al paciente y no convertir a toda persona de más de 60 años, casi automáticamente, en un consumidor crónico de medicamentos. También, habrá que recetar sólo en número de píldoras necesarias, en lugar de recetar los medicamentos por cajas enteras. ¿Cuántas cajas de medicamentos caducados van a parar al cubo de la basura, o en el mejor de los casos a los recipientes de recogida de medicamentos caducados instalados en todas las farmacias? Y habrá que tener en cuenta la potente influencia de los cárteles médicos-farmacéuticos (sobre todo los de EEUU, en connivencia con la industria militar) que se dedican a propagar noticias de alarma planetaria, como puedan ser las de supuestas pandemias de destrucción masiva, como lo fueron, por ejemplo, la peste aviar y porcina. Alarmas que contaron con el apoyo de la Organización Mundial de de la Salud (OMS), y cuyo resultado fue un importante crecimiento del PIB en EEUU. Todas estas prácticas de desorbitado consumismo medicinal están potenciadas por los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas. Si se terminara con este despilfarro se acabaría con el déficit de la seguridad social, además se podría rebajar la edad de jubilación.   


Por otra parte, en el tema de Estado de bien estar existe la cuestión de la equidad universal. No es aceptable, por ejemplo, que el Estado de bien estar sueco sea desmesuradamente  selecto, a base de ser muy generosamente subvencionado por un gobierno que es el campeón mundial en tráfico de armas. Armas, que además son enviadas a países del tercer mundo que las pagan caras a pesar de que tienen un Estado de bien estar extremadamente deficitario, o prácticamente nulo.Más que hablar de considerar el Estado de bien estar, deberíamos de tener como referencia el concepto andino del buen vivir, que tiene como coordenadas principales las relaciones humanas desligadas lo más humano posible del aspecto monetario.
Y pasemos a comentar algunas de las ideas de otro pensador que está empezando a emigrar del planteamiento eco-centrista, se trata de José Manuel Naredo. Me refiero principalmente a sus ideas expresadas en su artículo: Reflexiones sobre la bandera del decrecimiento,  sobre todo en su libro "Luces en el laberinto"  nos dice:


 "El libro Demain la décroissance, que publicó hace treinta años y reeditó (con el título La décroissance) hace más de diez, mi amigo Grinevald, en el que introducía y traducía al francés algunos textos clave de Nicholas Georgescu-Roegen (N.G.R.) y del que conservo un ejemplar dedicado por el autor. Ese título respondía más a una "ocurrencia publicitaria provocadora", orientada a pillar a contrapié la palabra y el mito del crecimiento económico, que a un intento serio de proponer el decrecimiento como meta o alternativa. Pues ni la introducción, ni los textos presentados en el libro, tejen en torno al decrecimiento ninguna propuesta o enfoque alternativo. La palabra apenas figura en el texto y, desde luego, brilla por su ausencia en el "programa bioeconómico mínimo" propuesto por Georgescu-Roegen. Por lo tanto, resulta engañoso presentar a ambos autores como pioneros del decrecimiento como propuesta.[…] Pues para que un término con pretensiones políticas cumpla bien esa función, necesita tener a la vez un respaldo conceptual y un atractivo asegurados, de los que carece el término decrecimiento".


A esta opinión de Naredo, habrá que comentar, en primer lugar, que el que en los trabajos de  Grinevald y Georgescu- Roegen, "apenas aparezca expresa la palabra decrecimiento" no implica que no estuviese implícito en sus trabajos el concepto de la necesidad imperante del decrecimiento. Y ese "apenas aparezca", más bien parece ganas subjetivas por parte de Naredo de derribar la importante idea del "decrecimiento".


Además, el propio Naredo admite que en los textos de N.G.R. si que aparece la palabra decrecimiento,  pero que (según la interpretación de Naredo) N.G.R. usó la palabra decrecimiento "como una ocurrencia publicitaria, provocadora", y ello me hace dudar si esta firmeza en querer negar el aspecto decrecentista de las ideas de N.G.R, no será un pretexto para poder defender el "otro tipo" de crecimiento. 


 En segundo lugar, el argumento de que tiene "poco atractivo la palabra decrecimiento" no es debida a que en sí sea poco justificable su uso, sino a dos cuestiones diferentes:
a. A que es cierto que el imaginario de las masas está educado desde su nacimiento a entender que no existe otra alternativa a esa felicidad "que se puede y se tiene que obtener" con el crecimiento del PIB, con el consumismo y con el productivismo.
b. A que casi todos los autores del decrecimiento han usado de forma muy simplista, absoluta y ambigua la palabra decrecimiento, desvinculada de todo entorno y referencia real. Por ejemplo la existencia, al menos, de dos decrecimientos: el decrecimiento infeliz y el decrecimiento feliz.


Sólo autores como Maurizio Pallante han tenido el acierto a poner esta palabra el calificativo relativo de feliz. Y es que como ya he expresado en mi trilogía (y seguiré expresando en este trabajo) existe más de un decrecimiento. Y sólo sí precisamos y conectamos la expresión decrecimiento a una serie de referencias contradictorias y complejas, el concepto decrecimiento tendrá algún sentido y conseguirá ser entendido y atractivo a las masas.
Y no hay que renunciar al término nuclear del concepto de la filosofía decrecentista, sólo por que no sea suficientemente atractivo, no creo que se trate de vender la moto.    No se trata de vender, sino de comprender.


Es cierto que Berlusconi  tuvo un gran éxito en su búsqueda de audiencia, pero no creo que sea este tipo de éxito el que se deba buscar en una auténtica y seria inquietud eco-socialista-decrecentista. No se trata de ganar audiencia a base de usar "palabras bombas" (viscerales) imprecisas y, en alguna medida, algo engañosas.


Simplemente se trata de diferenciar los diferentes tipos de crecimiento y de decrecimiento existentes y que automáticamente de esta forma el decrecimiento feliz se hará comprensible y atractivo por las masas.


Naredo también habla de los "objetivos borrosamente apuntados por los defensores del decrecimiento". Y tiene razón, a pesar de que ellos ya tienen escritos unos cuantos libros sobre el pensamiento del decrecimiento, sus objetivos están sólo "borrosamente apuntados". Pero ello no se solucionará con la expresión poco expresiva (valga la redundancia) de mejor con menos, pues la gente lo que siempre quiere es más es lo que lleva en su imaginario desde su nacimiento. Un comentario de esto lo encontramos en una exitosa canción argentina de los años cincuenta que decía: "todos queremos más, todos queremos más…y más, y mucho más… y nadie con su suerte se quiere conformar"; ¿no estaría también influida por el estancacionismo como le sucedió a los hermanos Marx con su célebre expresión de ¡madera, más madera, que es la guerra!


No se trata de tender sistemáticamente al rechazo de la palabra decrecimeinto por muy borrosa que se nos aparezca. Pues, sin duda en el centro de esa borrosidad se encuentra el núcleo la clave para superar esta crisis que es en sí el propio crecimiento. Y Naredo añade que: "no creo que la palabra decrecimiento suscite hoy más entusiasmo que hace unos años, más bien lo contrario, cuando las penalidades asociadas a los recortes de la crisis hacen que la población añore el crecimiento anterior". Y ahí sí que coincido plenamente con este comentario de Naredo, pero con la explicación de que esto, en efecto, es así porque se confunde el decrecimiento feliz con el decrecimiento infeliz, y porque como muy bien a continuación comenta Naredo. "tampoco creo que se hayan disipado sus amplias dosis de ambigüedad". En efecto, persisten aún las dosis de ambigüedad y borrosidad en torno a la simplista expresión decrecimiento. Pero lo que hay que hacer, no es abandonar esta expresión, como se abandona a un perro en la cuneta por que tenga malas pulgas, o una nuez porque la cáscara esté amarga o unas uvas porque este algo dificultoso alcanzarlas (porque alcanzarlas sea utópico pero no quimérico).  No, lo que hay que hacer es trabajar y trabajar mucho, porque las palabras están muy masacradas, sobre todo en los últimos decenios. Trabajar mucho sobre ellas para que dejen de ser borrosas o para denunciar su criminal y falso uso, basado en la creación eufemismos y oximorones caragados de falsedad. Creo que no hay que dejar de insistir en que lo que le está haciendo falta al término decrecimiento es dotarle de más precisión, dotarle de una teoría que le delimite y que consiga hacer desaparecer de él su ambigüedad. Más adelante Naredo continúa:


"De ahí que el éxito de un eslogan dependa, en buena medida, de que resulten atractivas las metáforas que suscite. Y, hoy por hoy, hemos de contar con que grande se considera mejor que pequeño (se habla así de un gran pensador, literato,… o deportista), alto o elevado se considera mejor que bajo (se habla de automóviles de alta gama, o de sentimientos elevados frente a aquellos otros bajos o rastreros), como también avanzar resulta más atractivo que retroceder (se habla así, de avances de la medicina o de la ciencia… o de estudios avanzados), … y que crecer se considera mejor que decrecer (se habla así, no solo de crecimiento económico, sino también de crecimiento del nivel de vida,… o de crecimiento personal)". 


Vale: el público, en general, está adocenado. Prueba de ello, son todos estos conceptos  (que acabamos de ver mencionados por Naredo, entre paréntesis) y que se encuentran almacenados en el chip introducido en las mentes por el sistema desde que nacemos. Y Naredo nos menciona como positivo el nefasto chip del nivel de vida. Pero de lo que se trata, no es de de ceñirnos al adocenamismo del chip para aumentar la audiencia, sino de desadocenar, de desincrustar el chip. Sé que es extremadamente difícil y utópico, pero es que si queremos realizar el cabio urgente que necesita la biosfera y la sociedad humana, que es solo una parte de ella, es indispensable sacar el chip de una vez por todas. Pues con remiendos, conviviendo con el chip, que es lo mismo que convivir con el sistema, nunca realizaremos el profundo cambio indispensable y urgente. ¡Salgámonos de los esquemas y prácticas capitalistas!, ¡no nos obsesionemos con los reformismos "posibles"! Hay que ser utópicos. Si no hubiera sido por los utópicos de la historia humana, la humanidad habría permanecido eternamente estancada.


No hay que jugar con mentiras agradables para atraer más como hacen los programas basura de la TV5. Se trata de hacer un esfuerzo didáctico de cara a la masa. Y ello se conseguirá, en buena medida, en el momento en el que comprendan la diferencia que hay entre el decrecimiento infeliz y el decrecimiento feliz. 
Y Naredo, al igual que Navarro, quieren desligar al padre del decrecimiento Nicolay Georgesco Roegen (NGR) de la corriente del decrecimiento. Y en este sentido Naredo, casi imitando a Navarro, mantiene:


"Me sorprende y desalienta que se siga presentando en los media al "matemático y economista rumano NicholasGeorgescu-Roegen" como "el padre del decrecimiento" y a Jacques Grinevald como "su discípulo" (Dubuis, 2011, p. 29)". […]Conociendo el carácter fuerte de NGR, estoy seguro de que habría pillado un buen rebote si se hubiera enterado de que ahora lo presentan como "el padre del decrecimiento". Así ocurrió cuando el economista Herman Daly -del que sí podemos decir, con más visos de realidad, que fue discípulo suyo- se declaró partidario del crecimiento cero, tras la aparición del primer Informe del Club de Roma sobre Los límites del crecimiento (1971). NGR criticó con vehemencia la propuesta del "estado estacionario", formulada por Daly (creo que con bastante más precisión, dicho sea de paso, de la que ahora acompaña a la propuesta del decrecimiento (Daly, 1977 y 1980)".
Pero en alguna medida Naredo se contradice pues expresa a continuación:


"Entre los textos de NGR introducidos por Grinevald en el libro arriba citado, figura un capítulo titulado "El estado estacionario, un milagro a la moda", que sigue a otro titulado "El crecimiento: mitos polémicas y sofismas": "una gran confusión- empezaba diciendo nuestro autor- impregna las vivas controversias relativas al "crecimiento", simplemente porque este término se utiliza en múltiples acepciones". 


Para esclarecer esta confusión, que está lejos de haberse disipado, nuestro autor revisa las posibles acepciones de la palabra y concreta que el usualmente llamado "crecimiento económico" es el que los economistas miden con el agregado de renta o producto nacional per cápita". 


Por ejemplo muchos autores decrecentistas utilizan indistintamente los términos consumo o consumismo como si en realidad se trataran de términos idénticos cuando en verdad sus resultados son opuestos. Y en efecto, coincido con NGR, y no con Naredo, en cuanto a lo de: "este término  [el "crecimiento"] se utiliza en múltiples acepciones". 


Así es, el problema es el que ya he apuntado en más de una ocasión: es que existen varios tipos de crecimiento y varios tipos de decrecimiento. Y solo teniendo claro y continuamente presente esto podernos deshacer esa borrosidad (de la que con toda propiedad habla Naredo) y sacar a flote, desde esa nube borrosa, el valioso núcleo que es la palabra decrecimiento feliz. Y precisamente, pensando en eso, estoy preparando la edición de un libro en italiano, (cuya autoría la voy a compartir con la decrecentista Valentina Vivona) titulado Crecimientos y decrecimientos.
Por otra parte, tanto Naredo como Navarro se refugian, para defender el crecimiento y el productivismo, en la defensa de de los recursos energéticos alternativos, a los que presentan como una definitiva panacea. Y es cierto, como ya vimos,  que el uso de los recursos energéticos alternativos será necesario, pero no suficiente. Hay que decrecer.


Y Naredo, parafraseando a NGR y a Serge Latouche, nos indica:
"NGR lo subrayó afirmando, de acuerdo con otros autores, que "dada la naturaleza humana… si frenáramos por todas partes el crecimiento económico, congelaríamos la situación actual y eliminaríamos la posibilidad de que  las naciones pobres de mejorar su suerte". Nuestro proyecto de construcción de sociedades conviviales, autónomas y ecónomas, tanto en el Norte como en el Sur, implica ciertamente hablar en este caso de un 'a-crecimiento', como se habla de 'a-teismo', más bien que de un decrecimiento" (Latouche, 2006, p. 242)".


Al respecto, está claro que este decrecimiento feliz no deberá aplicarse de forma homogénea sobre toda la faz del planeta, sabiendo, como sabemos, que la calidad de vida y la huella ecológica están repartidas extremada e injustamente de forma heterogénea en las naciones y en los diferentes Seis Mundos que propongo en mi trilogía. Está claro que en el Sur, en la Periferia, en Los Otros Mundos, que no son el Primer Mundo, se hace preciso un crecimiento mesurado y transitorio. Y esto es algo que entra a formar parte de mi estructura teórica de lo que entiendo como decrecimiento feliz. Por ello he escrito un libro de 400 páginas para definir como tiene que ser este crecimiento mesurado y transitorio en el Sur para que a largo plazo, después de un periodo mixto de transición (en el que convivan en diferentes partes del mundo el crecimiento mesurado y el decrecimiento feliz) en todo el planeta se comience con la practica universal del decrecimiento feliz.
Y en cuanto a lo que dice Latouche de usar el término a-crecimiento, no acabo de verle la gracia en insistir en huir  del núcleo de la nube borrosa (la palabra decrecimiento) solo por razones de márquetin o de audiencia. Pero es que el termino a-crecimiento no resulta una necesaria postura de clara oposición al crecimiento; es simplemente no creer en el crecimiento, pero respetar que existan fundamentalistas del crecimiento.  ¡Una vez más insisto!, al solución no está en saber vender gato por liebre, sino en saber explicar didácticamente que un gato no es lo mismo que una liebre, que un decrecimiento infeliz no es lo mismo que un decrecimiento feliz.


Por otra parte es cierto que uno de los componentes importantes del decrecimiento feliz deberá ser la supresión de lo que muy correctamente José Manuel Neredo denomina Ley del Notario que puede muy bien resumirse así: a mayor coste físico y trabajo penoso, menor valoración monetaria de este trabajo. 


Por último decir que V. Navarro la toma con los decrecentistas que consideramos que también hay que decrecer (además de económicamente) demográficamente porque vemos que los recursos del planeta son limitados, y empiezan a ya escasear. Y  al respecto nos dice: 


 "Una característica de los movimientos ecologistas en Europa es su enorme diversidad ideológica, lo cual se considera como una de sus fortalezas, cuando, a mi entender, podría ser una de sus debilidades. Un número considerable de ellos muestra una sensibilidad maltusiana, que asume que los recursos naturales, como por ejemplo, los recursos energéticos, son fijos, constantes y limitados, concluyendo con ello que el crecimiento económico es intrínsecamente negativo, pues consume unos recursos limitados que se irán agotando con el tiempo, creando una crisis global.  Estos movimientos han sido muy influenciados por Paul Ehrlich, el fundador del ecologismo conservador". ¿Pero es que no cierto que incluso toda la materia planetaria es limitada?, ¿Pero es que no debemos pensar en la nefasta herencia de degradación planetaria que les dejaremos a nuestros nietos?  


Nos tacha de conservadores porque somos conservacionistas realistas. Pero, resulta obvio que tampoco el crecimiento demográfico puede ser ilimitado y porque vemos la realidad de que este crecimiento está empezando a adquirir unas proporciones completamente desmesuradas. En cambio presenta como no conservador la visión corto-placista de seguir creciendo a base de energías alternativas; olvidándose, además, que el crecimiento no solo es cosa de esquilmación de reservas energéticas, sino también de destrozo de la información de los ecosistemas representada por su biodiversidad, y este destrozo puede agudizarse si se tiene la conciencia de usar "energía barata y limpia". Esta sí que es una actitud conservadora y reformista, y además completamente quimérica. 


En cuanto a lo de Paul Ehrlic, decir lo de siempre, la realidad siempre es contradictoria y con dos caras. Y así como existe el decrecimiento infeliz y el decrecimiento feliz también existe el "ecologismo conservador" y más aún el "eco-fascismo" que veremos a continuación de dos premios Nobeles productivistas; y el "ecologismo progresista" (que es, precisamente, el no productivista, decrecentista y humano). No debemos confundir torpemente, una vez más, el progreso con  el productivismo.
Habrá que considerar cuales  han de ser los métodos humanos a los que tendremos que recurrir  para conseguir obtener este decrecimiento demográfico humano. Desde luego, no tendrán que ser los métodos utilizados por eco-fascistas-productivistas, como lo propuestos por dos premios nobeles de la paz: Henry Alfred Kissinger y Al Gore.


Navarro también nos acusa de maltusianos si vemos que no se puede seguir manteniendo este desmesurado crecimiento demográfico. Porque la biosfera no tiene capacidad ilimitada para soportar las extracciones de materia y energía de esta plaga en la que se está convirtiendo la especie humana. Sé que decir esto es completamente tabú para las mentes burguesas partidarias del crecimiento a toda costa. Y que, además, al afirmar mi preocupación por el desmesurado crecimiento demográfico humano me expongo a que gente poco reflexiva se dedique a señalarme con el dedo por maltusiano e incluso de propagar ideas genocidas. Pero es que se trata de gente a la que le resulta imposible abrir los ojos ante la realidad demográfica que está pidiendo a gritos un urgente decrecimiento demográfico. Porque son limitados hasta los metros cuadrados de la superficie terrestre. Un estudio serio, que leí ya hace algún tiempo, (después de unos cálculos no demasiado sofisticados) nos decía que si no empezamos a decrecer demográficamente y seguimos con este ritmo de crecimiento demográfico, dentro de algo más de un par de siglos tendremos una densidad de población mundial de más de 100 habitantes /m2. Esto nos dice que es obviamente necesario decrecer también demográficamente, a no ser que caigamos en el cortoplacismo olvidándonos del gravísimo problema de la explosión de la demografía humana.


Además se da el caso de que mientras que el crecimiento demográfico en los países desarrollados es de 0,3 en los subdesarrollados es del 2,6. Ello ha motivado que el Norte, en su concepción capitalista, solo ve en este crecimiento un serio peligro de rebelión de los países del Sur. Por eso predica constantemente el decrecimiento demográfico del Sur. Pero predica un decrecimiento obtenido a cualquier precio, esto es algo que lo expresa muy bien Susan George en su libro "el informe Lugano", en donde en estilo novelado pero con profusión de referencias al mundo real, expone como Estados Unidos paga a los más famosos economistas y ecólogos del Globo para forzar la disminución de la población en el mundo periférico, porque son un peligro para la continuidad del capitalismo. No es tan fantasiosa la historia que nos presenta esta autora en su obra, por desgracia con frecuencia la realidad llega a superar a la ficción. Existen al menos dos casos famosos que lo atestiguan los ya mencionados: Henry Alfred Kissinger y Al Gore. Para una mayor información sobre estos dos ecofascistas consultar mi libro El decrecimiento feliz y el desarrollo humano .


Y en cuanto respecta al "decrecentista" presidente de Ecuador, Rafael Correa, más que dudas y alejamiento respecto del decrecimiento, en lo que se embarcó fue en una autentica traición social demócrata, a lo Felipe González cuando el referéndum de la OTAN. Primero prometió luchar en pro de las reservas biológicas y el medio ambiente dejando intactas las reservas petroleras del Yasuní (con lo que ello tiene de acción decrecentista), y luego desplegó una intensa campaña mediática a favor de la explotación petrolera de esta gran reserva, campaña que costó solo en el 2011 más de 3 millones de dólares, según el diario El Comercio.


La realidad es que Correa resultó ser un social-democrata, mucho menos decrecentista que su antecesor Jamil Mahuad, quien en 1998 decretó Zona Intangible el Parque Nacional Yasuní, ubicado entre los cuadrantes de exploración petrolera Ishpingo, Tiputini y Tambococha (ITT).


A la llegada de Correa al Gobierno de la nación, el presidente se declaró a favor del Plan del Buen vivir o Sumak Kawsay, (en lengua Kechwa) que entre otras cosas incluía respetar la vida del indígena en la selva, el medioambiente en general, y no tocar las reservas petroleras del Yasuní-ITT. Pero pronto (el 10 de diciembre de 2007) Rafael Correa ya puso precio a este compromiso sobre el Sumak Kawsay. El precio fue que el estado ecuatoriano recibiera de la comunidad internacional una compensación económica de unos 350 millones de dólares anuales, aproximadamente la mitad de los recursos que se generarían si se optara por la explotación del petróleo; recursos que requiere la economía ecuatoriana para su desarrollo. Y de esta forma traidora Correa vendió lo Intangible.
Se da la circunstancia de que la conservación de áreas protegidas y la reducción de la deforestación en Ecuador es un segundo beneficio que se añade a la mitigación del cambio climático global y la preservación de la biodiversidad. Dejar el petróleo bajo tierra significaba no emitir más de 400 millones de toneladas de CO2. A ello hay que sumar el peligro para la biodiversidad existente (100.000 sp. de insectos, 150 de anfibios, 121 de reptiles, 598 de aves y unas 200 de mamíferos, aparte de unas 3.000 de flora) y la salvaguarda de los derechos de los pueblos indígenas que habitan en la zona, principalmente los waorani.   


Pese a todo, el 15 de agosto de 2013, el gobierno de Rafael Correa dio por terminada la Iniciativa y señaló el inicio de la explotación petrolera en la zona. El presidente se justificó diciendo:
"Hasta la fecha solo se han reunido 13,3 millones de dólares. El factor fundamental del fracaso (del proyecto) es que el mundo es una gran hipocresía". 


Y para más escarnio, Correa usó (cínicamente y precisamente) el Plan del Buen Vivir para justificar la explotación, pues dijo: "el país necesita inversiones superiores a los 70.000 millones de dólares para erradicar la pobreza y extender el bienestar a las comunidades menos favorecidas. No me gusta la minería, no me gusta el petróleo, pero mucho menos me gusta la pobreza y la miseria". 


Con su visión "ciudadana", Correa, interpretó la filosofía del buen vivir según una visión equivocada en 180º. Es decir, una interpretación completamente hortera crecentista-productivista. Yo ya desde el inicio veía que la revolución correista era una pura contradicción, sobre todo al llamarla "revolución ciudadana"  en un país en donde más del 70% es población rural. Correa sustituyó el buen vivir decrecentista por la obsesión del chip que recibió incrustado desde que nació: el chip del crecimiento del PIB.
Correa no comprendió la elegancia del Sumak Kawsay, demandado por el 93% de la población ecuatoriana, que afortunadamente no tenía tan incrustado este chip. Y con su demagogia, el presidente no convenció a sus conciudadanos, porque hay un 92,7% de la población que apoya la iniciativa de mantener el petróleo bajo tierra, según una encuesta realizada en junio del 2013.Es decir Correa quiere "sacar de su pobreza" al 93% de una población que está en contra de esta acción. Y también está en contra de ella el exasesor de Correa Decio Machado, quien señala lo paradójico que resulta que ahora haya que convencer a la opinión pública de las bondades de la explotación. "Hemos estado durante meses vendiendo la idea de la no explotación a los países y ahora hay que convencer a los ecuatorianos de que la explotación es buena". Y esto a mi me recuerda, como decía anteriormente, la traición de Felipe González que pasó de hacer campaña en contra de la OTAN a gastarse una fortuna en una campaña que decía "De entrada no"…, pero que quería decir al final sí; y no solo entrar en la OTAN sino que inmediatamente después colocar como secretario general de la misma al ministro felipista Javier Solana. La verdad no entiendo que los votantes del PSOE hayan tenido los ojos tan cerrados como para seguir votando a este evidentemente demagogo partido.

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