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jueves, 14 de junio de 2012

La descolonización del imaginario

La descolonización del imaginario

Miguel Valencia

(ECOMUNIDADES)


La creencia en el crecimiento se manifestó con toda claridad en el ultimo "debate" de los candidatos a la presidencia de la República; todos los candidatos, incluyendo al "opositor al sistema", pusieron su fe en el crecimiento económico como solución de fondo a todos nuestros males, y el "opositor" hasta fijó un objetivo de crecimiento del 6%, como el umbral de nuestra entrada al paraíso. Los ricos celebran esta creencia, los pobres aspiran a su realización. Un solo Dios, el Progreso, un solo dogma, la economía política, un solo Edén, la opulencia, un solo rito, el consumo, y un solo rezo: Nuestro crecimiento que estás en los cielos… Por todos lados, los candidatos hacen reverencias a los mismos santos: el desarrollo, la tecnología, las mercancías, la velocidad, el rendimiento, el productivismo.  La colonización del imaginario social revela todo su poder sobre la política mexicana: los candidatos ganan muchos votos asegurando que la única finalidad de la vida consiste en producir y consumir más: en impulsar la economía. Una gran parte de la sociedad mexicana tiene virtualmente arruinada su potencialidad para liberarse de la seducción manipuladora de los poderosos y de entender las bases de la cultura y el sufrimiento de los demás.

 

¿Cómo podremos salir de esta idea absurda y degradante de la vida? Me parece que solamente con la comprensión de cómo llegamos a ella, de cómo ha sido colonizado el imaginario social.  Lo hemos repetido muchas veces: las tres formas principales de colonización del imaginario, de manipulación de las visiones del mundo, son: la educación, los medios y el consumo de modos de vida o de cotidianidad. En las sociedades modernas, la educación se transmite por medio de una institución: la escuela. La manipulación en los medios está principalmente localizada en las televisoras poderosas y en las grandes cadenas de radio. Los modos de vida que se consumen son aquellos que impone la sociedad que consume al mundo como si fuera un producto: EUA. Las clases medias enseñan a los pobres como es la buena vida.

 

 La ruina cultural de México se confirma de muchas maneras, como las siguientes: primer lugar mundial en consumo per cápita de Coca Cola (1998); primer lugar mundial en consumo per cápita de agua embotellada (2010); la aparición de los "súper millonarios mexicanos en Forbes" al mismo tiempo que aparecen decenas de millones de mexicanos en la pobreza extrema; la  holgada elección de Vicente Fox, como presidente de la República; la introducción del concepto de "excelencia académica" en la UNAM por Jorge Carpizo al mismo tiempo que el ITAM, el Tec de Monterrey, la Universidad Panamericana (IPADE) se convierten en las universidades dominantes en gobiernos y  empresas multinacionales; el nombramiento de Ángel Gurría, como secretario de Relaciones Exteriores; la expansión de Wal Mart en los pueblos antiguos de México, entre otros.

 

Cierta juventud conocedora de las técnicas de manipulación de las televisoras se ha rebelado contra la imposición de otro de los productos políticos que incuban estas empresas (Peña Nieto). Al denunciar a Televisa, el movimiento #YoSoy132, ha iniciado un muy valioso esfuerzo por la descolonización del imaginario social. No obstante, es perentorio iniciar un movimiento para denunciar a la educación (la escuela), controlada desde hace algunas décadas por los empresarios multinacionales, como la gran responsable del desastre cultural de México. ¿Quién educa a los educadores?      

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