¿Por qué descrecer?
Miguel Valencia
27 de noviembre de 2007
Existen muy buenas razones para apostar por el Descrecimiento: el desastre social y ambiental del mundo moderno, podría ser motivo suficiente, sino es que el desastre mundial de la salud, de la alimentación, de las instituciones, de los gobiernos, del sistema jurídico , de los asuntos financieros, y de la paz, entre otros aspectos, también obligan a apostar por el Descrecimiento. Todas estas crisis mundiales tienen su propia autonomía, pero se retroalimentan entre sí y tienen su origen en lo mismo: en el crecimiento excesivo.
El crecimiento económico es responsable directo del desastre ambiental que afecta al mundo entero. Por desastre ambiental global entendemos a la emergencia del calentamiento global, a la muerte de los mares, a la rápida pérdida de biodiversidad, a la desertización mundial, a la explosión en la producción de basura y residuos peligrosos, entre otros grandes predicamentos. Según la Naciones Unidas, el 70 por ciento de los ecosistemas de la Tierra están severamente afectados, seis mil especies desaparecen por año, el calentamiento global reduce 5 % cada año la producción agrícola mundial y la disponibilidad de agua dulce; los mares son ya una cloaca en la que ha desaparecido la mayor parte de la pesca. Se agotan rápidamente los recursos naturales como el petróleo, los metales, los bosques, el suelo fértil; estamos a pocos años del pico del petróleo y de los metales, lo que significa que en pocos años pueden multiplicar sus precios estos materiales y causar un colapso económico y político. De acuerdo con los científicos, el calentamiento global puede significar la elevación de más de ocho grados en la temperatura promedio hacia el fin del Siglo 21; pero, una elevación mayor a cuatro grados centígrados puede significar la destrucción del actual sistema ecológico, incluyendo a la especie humana. Todos los indicadores ambientales están en rojo, en todo el mundo: desertización; perdida de biodiversidad , contaminación del aire, del agua, de los suelos; desaparición de los glaciares en los polos y elevación del nivel del mar y desplazamiento de miles de millones de personas por motivos ambientales. Está a la vista la evidencia de la destrucción de nuestras selvas, nuestros bosques, de nuestros ríos, lagos y manglares; está la vista lo contaminado de nuestro ambiente en las ciudades. El crecimiento económico dispara la producción de desechos, de basura, humos, de gases, de contaminantes en la atmósfera; dispara la tala de árboles, los vertidos venenosos sobre ríos, lagos y mares, el consumo desmedido de energía, agua dulce, metales, maderas y otros bienes de la Naturaleza; además, provoca una enorme crueldad sobre los animales. Es ya excesiva la devastación ambiental en el mundo entero. La Tierra no aguanta más!
La Tierra no puede absorber más de tres mil millones de toneladas equivalentes de carbono, sin embargo, desde 1990 ya enviábamos seis mil a la atmósfera; como seremos nueve mil millones de habitantes hacia el 2050, tenemos una cuota de carbón por persona de cinco kilos por año, y si aplicamos nuestros valores de igualdad, los estadounidenses deben reducir doce veces sus consumos; seis veces los europeos; pero, los hindúes podrían aumentar 120% sus consumos, los pakistaníes, podrían duplicarlos y así otros países, en la medida de sus actuales consumos. De acuerdo con la noción de la "huella ecológica", propuesta por la Academia de Ciencias de EUA, la superficie disponible para cada ser humano es de 1.9 hectáreas, sin embargo, los estadounidenses consumen 10 hectáreas, los franceses seis hectáreas, los africanos de Mali 0.5 y los de Bourkina 0.1. Es urgente, entonces, que los que consumen mucho reduzcan radicalmente sus consumos: la clase alta de México debería reducir quince veces sus consumos y la clase media los debería reducir a la mitad.Por otra parte, según el profesor Belpomme, considera que son atribuibles a factores ambientales el 50% de las infecciones respiratorias agudas, 85% de las enfermedades diarreicas y el 22% de los canceres.
La sociedad globalizada de nuestros días es totalmente insostenible debido a que excede la capacidad para resistirla de la Tierra; ya lo hemos dicho anteriormente: se requieren seis planetas Tierra para que todos los habitantes puedan tener un consumo como el de los norteamericanos o tres, para tener un consumo como el de los europeos. Esta sociedad sobrepasa ampliamente los limites de la finitud de la biosfera, por lo que cualquier argumento y artificio para remediarlo es insuficiente o falaz. Sólo queda el Descrecimiento.
Pero, el crecimiento económico es responsable, también, del desastre social mundial. Nunca antes han sido más grandes las desigualdades entre los países poderosos y los países sometidos a su dominación. Sólo el ingreso del 1% de los ricos del mundo significa el ingreso del 57% de los más pobres de la Tierra. Tres familias de las más ricas de la Tierra tienen un ingreso superior al PIB de los 48 países mas pobres del mundo; con sólo el 4% de la riqueza de las 225 personas más ricas del mundo se podría dar acceso a las necesidades mínimas de toda la población del planeta. Mil millones de personas no tiene acceso al agua potable. Sin embargo, los poderosos del mundo gastan en armamento anualmente un millón de millones ( un billón) de dólares, mientras mil doscientos millones de personas viven con un dólar diario. La economía neoliberal considera supernumerarios al 80% de los seres humanos: no los necesita.
En EUA y en Europa, se dispara la cantidad de casos de depresiones, bipolaridades, angustias, esquizofrenias, psicosis, y la toxicomanía( drogas, alcohol, juegos de azar y de dinero), el stress, los problemas alimentarios, y las sociopatías: auto mutilaciones, déficit de atención con o sin hiperactividad, fobias, etc. En las sociedades opulentas hay más muertos por suicidios que por accidentes de transito. Las escuelas de estas sociedades ricas se han convertido en uno de los lugares más violentos: la violencia contra menores en Europa no ha cesado de aumentar: subió 55% entre 1996 y 2003. La deportivizaciónde la vida dispara los casos de los combates libres, sin reglas, que se acercan al estilo del circo Romano. La vigilancia entre ciudadanos y el voyerismo están en aumento. La violencia domestica reclama cada día más victimas: son ahora la primera causa de muerte e invalidez entre las mujeres de 15 a 44 años. En Francia cada semana una mujer es asesinada por su pareja; esta violencia conyugal es el motivo del 60% de las intervenciones nocturnas de la policía en Paris. Violaciones, agresiones sexuales, animalidad sexual, hostigamientos, violencia en el trabajo, violencia psicológica, agresión publicitaria, embrutecimiento electrónico, contaminación visual, todo esto aumenta sin cesar entre los países llamados desarrollados.
La propuesta del Descrecimiento nace de los escombros de la sociedad de crecimiento; nace de la evidencia de la destrucción social y ambiental que ocasiona la ideología del crecimiento, pues el crecimiento es producto de una ideología moderna: la crisis ambiental global coincide con la generalización del mal vivir, tanto en los países opulentos cómo en los países empobrecidos. Esta crisis ambiental y social global y otras, encuentran explicación en los esfuerzos por crecer de las empresas y los gobiernos: se trata ya no de crisis aisladas, como una crisis social, sino de algo más importante: se trata de una Crisis de Civilización: una crisis de valores o de simbolización de nuestra sociedad moderna. Todo conduce a decir que la sociedad de crecimiento esta en la antesala de su derrumbe total, lo que puede hacernos mucho daño si no nos ocupamos conjuntamente de esta amenaza, si no descrecemos equitativamente. Este es el fondo del problema.
El Descrecimiento es necesario en todo el mundo y muy especialmente en México, porque la vida cotidiana moderna es deprimente y aniquiladora para todos los seres humanos, sean pobres o ricos; porque la violencia en todas sus expresiones satura nuestra existencia; porque la fealdad, la uniformidad, el ruido y el humo dominan los paisajes; porque las plantas y animales silvestres que dan salud, encanto y belleza a esta Tierra Nuestra desaparecen muy rápidamente, y las plantas y los animales que comemos cotidianamente están envenenados o muy enfermos; porque los alimentos que comemos, las viviendas que utilizamos y las amenidades que tenemos son de muy baja calidad Es necesario el Descrecimiento porque los mares, los bosques, los lagos, los glaciares, los ríos, las selvas, los manglares, los manantiales, los freáticos se pierden a toda velocidad; porque los osos, los tigres, los orangutanes, las panteras, los jaguares, los tiburones, y otras muchas especies se extinguen aceleradamente; porque las ciudades oprimen nuestras vidas y destruyen a la Naturaleza; porque los climas que regulan la vida se desquician y destruyen los fundamentos de nuestra subsistencia; Es necesario el Descrecimiento porque la Tierra Nuestra no aguanta más desechos y contaminaciones; porque nuestra sociedad no aguanta más usura, guerra, saqueo, tensión, corrupción, hambre, enfermedad y muerte; porque la ciencia y la tecnología fomentan la producción consumista, las inequidades, las contaminaciones y los riesgos de muerte violenta; porque los gobiernos y las instituciones académicas son incapaces de frenar los desastres, las guerras, la destrucción sistemática de las culturas y la ruina de los climas, de la salud, de la alimentación, de la seguridad, de la justicia y de la creatividad de las comunidades; porque la globalización y el crecimiento aceleran todos los procesos destructivos del planeta; por que los acuerdos mundiales para resolver los grandes predicamentos de la vida moderna sólo contribuyen a agudizar las crisis globales; porque el crecimiento económico es una estafa que sólo favorece la depresión, la enfermedad y la muerte de la humanidad entera; porque la economía satura indebidamente todos los aspectos de la vida humana
La idea del crecimiento permanente es una idea moderna que no tiene nada que ver con las leyes de la Naturaleza, como algunos lo creen; cualquier ser viviente crece en una época de su vida y abandona el crecimiento en cierto momento: el caracol, la libélula o el elefante crecen solo hasta cierto punto que conviene a su madurez, pero nada en la Naturaleza puede crecer permanentemente sin que se produzca su muerte, como sucede con el cáncer. Una planta, un animal, no pueden multiplicarse indefinidamente, sin convertirse en una plaga que enfrenta su propia destrucción. El crecimiento indefinido es una locura de la civilización moderna, apoyada en argumentos ideológicos que sólo favorecen a los privilegiados de este mundo. No puede existir un crecimiento indefinido en un mundo finito.
Es necesario dejar muy en claro que la economía de crecimiento sólo se instala en el mundo hasta los años 40, en el inicio de la postguerra, cuando el presidente Truman hace el lanzamiento del desarrollismo que ahora domina al planeta, después de más de 300 años de haber aparecido esta idea en Europa. Como dice Latouche "La sociedad de crecimiento puede ser definida como una sociedad dominada por la economía de crecimiento y que tiene a dejarse absorber por ella. El crecimiento por el crecimiento mismo se convierte en el objetivo primordial sino es que el único de la vida." Recordemos la definición de Schumacher " el crecimiento es producir más, sin tomar en cuenta la naturaleza de lo que se produce". La globalización que entraña un cambio hacia una sociedad de mercado sin fronteras constituye el triunfo absoluto de la religión del crecimiento.
Nuestra sociedad depende de una organización fundada en la acumulación ilimitada. Este sistema está condenado al crecimiento; cuando el crecimiento se detiene, aparece la crisis. el pánico y la guerra. El consumo por medio del crédito introduce la necesidad del crecimiento. Colonizada por la lógica financiera, la economía se convierte en un gigante desequilibrado que no se mantiene de pie sino gracias a una carrera perpetua que destruye todo a su paso. Los gobiernos y los Estados tienen también la necesidad de crecer para conseguir la cuadratura del circulo fiscal. Se establece así, con el sistema neoliberal, una dictadura de las tasas de crecimiento. Casándose con la razón geométrica que preside la lógica del crecimiento económico, el hombre occidental ha renunciado a la mesura. Con un alza del 3.5% anual del PIB se consigue una multiplicación por 31 en un siglo y por 961 en dos siglos. Con una tasa del 10% anual, que es la que tiene China hoy en día, se obtiene una multiplicación por 736 en un siglo. ¿ puede creerse que es posible un crecimiento infinito en un planeta finito? La desmesura del amo y dueño de la Naturaleza, ha tomado el lugar de la antigua sabiduría que consistía en insertarse en un ambiente explotado razonablemente. Estamos en este mundo moderno en el delirio cuantitativo. ¿Cómo imaginar que el PIB mundial que era de 6 billones de dólares en 1950, que se ha convertido en 43 billones en 2000, pueda aumentarse a 172 billones de dólares en 2050, como lo pide el Banco Mundial, sin destruir totalmente los equilibrios de la Naturaleza.
Esta situación es bien conocida al menos por los grandes responsables de la economía y la política. Sin embargo, todo está hecho para que no se haga nada. Por lo mismo se inventan conceptos como laecoeficiencia o el desarrollo sustentable, para evitar el debate sobre el Descrecimiento: se pretende conciliar fantasiosamente el crecimiento con la protección del medio ambiente. Las mejorías tecnológicas concebidas para reducir la intensidad energética o la contaminación producida por unidad, solo sirven para aumentar el consumo, lo que cancela cualquier beneficio. Si los trenes van más rápido, se viaja más lejos y más frecuentemente; si los autos usan convertidor catalítico aumenta la venta de autos, a esto se le llama efecto de rebote o efecto Jevons , razón por la que la tecnología llamada ecológica va al fracaso. El amento en el PIB es ampliamente ilusorio, ya que el PIB aumenta también en la medida que aumentan los desastres como el de Tabasco o la contaminación del aire o el mal uso del agua o la degradación de los dones de la Naturaleza. El alto nivel de vida de los ciudadanos de los países desarrollados es también bastante ilusorio: deben pagar crecientes costos ambientales y sociales: deben consumir mas antidepresivos, drogas y otros calmantes. A medida que el crecimiento progresa, aumenta el malestar individual: estados depresivos, fatiga crónica, tentativas de suicidio, desajustes psíquicos, tranquilizantes, somníferos, estimulantes, adicciones de todo género, ansiedad conductas de alto riesgo, etc. Es urgente por lo tanto desmitificar el índice fetiche del bienestar moderno: el PIB, pero, sería absurdo que lo sustituyéramos por otro índice cuantitativo que nos conduciría a la misma situación: a favorecer el crecimiento. Es ingenuo e inmoral esperar que la ciencia y la tecnología resuelvan los predicamentos ecológicos o sociales que enfrentamos; las soluciones tienen que venir de un cambio tal de valores en la sociedad moderna que rechace esta competencia económica que introduce el PIB, entre países, regiones, municipios, empresas, instituciones y ciudadanos. Los invito a considerar la apuesta por el Descrecimiento, tanto en su vida intima, como en la política local y nacional; los invito a unirnos en la tarea de sentar las bases para el Descrecimiento en México.
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Miguel Valencia
ECOMUNIDADES
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