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lunes, 26 de febrero de 2024

 

Los resultados de la COP 28 de Dubai, un gran desafío a los movimientos sociales, en particular a los climáticos, ecologistas y ambientalistas

22/12/23

En la COP 28 de Dubai, como en las anteriores cumbres anuales del clima, otra vez fue bloqueada la posibilidad de llegar a un acuerdo que permita frenar el rápido aumento de la temperatura promedio sobre la superficie de la Tierra, por medio de un pronto abandono en el consumo del gas, carbón y petróleo, como producto de un cambio radical en los modos de vida de las sociedades más ricas y poderosas del mundo ( los países del Norte global: EU, la UE, Inglaterra, Japón, Canadá, Australia)

El muy denunciado control que tuvo la organización de la COP 28 de Dubai, por parte de las grandes petroleras del mundo- el Gran Petróleo o Big Oil-, de las grandes empresas químicas del mundo- BASF, Bayer-Monsanto, Corteva, FMC y Syngenta- fabricantes de agroquímicos- el Gran Agro o Big Ag- de las grandes empresas fabricantes de plásticos y sobre todo, por su dirección en manos del director de la empresa petrolera estatal de Dubai, Sultan Ahmed Al Jaber y su celebración en un petroestado, como parte de los Emiratos Árabes Unidos.

En estas terribles condiciones, la COP 28 de Dubai no podía hacer otra cosa que bloquear cualquier acuerdo que verdaderamente implique el rápido abandono en el consumo de gas, carbón y petróleo, tal como se ha hecho en las últimas 10 COPs de las Naciones Unidas, lo que nuevamente confirma que los países del Norte global, bajo el control de Estados Unidos, están muy dispuestos a sacrificar a la mayor parte de la Humanidad antes que abandonar sus muy contaminantes modos de vida: están en guerra contra los pobres y vulnerables del mundo y contra quienes tienen cierta cercanía con los modos de vida de los países del Norte Global o aspiran a tenerlos.

Los pésimos resultados de la COP 28 de Dubai deben obligar a las organizaciones de los pueblos, ejidos, barrios y colonias de México y  a los movimientos regionales y nacionales del país a cambiar profundamente la orientación de sus acciones, para hacer frente en los próximos años a las consecuencias del rápido aumento de la temperatura sobre la superficie de la Tierra- multiplicación e intensificación de los eventos climáticos extremos- catástrofes humanitarias, económicas, políticas y sociales-   y de la desaparición o pérdida de productividad de las superficies  cultivables de la Tierra y el gran encarecimiento global de los alimentos.

Estamos ya en la emergencia climática y ecológica, situación que puede alterar profundamente los equilibrios sociales, económicos, políticos y culturales de todas las naciones y de todas las comunidades del mundo.

No hacer nada relevante ante el aumento de la temperatura terrestre, como lo han acordado los gobiernos poderosos del mundo en la COP 28, entraña un gran desafío a los movimientos climáticos y ecologistas del mundo, así como a todos los movimientos sociales de la Tierra.

En los asuntos del clima y la preservación del equilibrio ecológico, sólo podemos esperar lo peor de parte de los gobiernos más poderosos del mundo: mentiras, fraudes, engaños, manipulaciones, ocultamientos, negacionismo, desprecio y violencia extrema.   

Ante el creciente número de los eventos climáticos y ecológicos extremos y de los desastres humanitarios que ellos provocan, nos parece indispensable que los mexicanos conscientes de la amenaza que significan estas emergencias globales nos acerquemos a las comunidades indígenas, campesinas, artísticas y vecinales del territorio donde residimos, con el fin de encontrar inspiración en torno a cómo podrían ser las acciones extraordinarias que necesitamos, para hacer frente a estas calamidades.

Desde hace muchos años, estas viejas comunidades enfrentan la violencia de la tecnología y la economía globales, por medio de prácticas artesanales de subsistencia, novedosas, tradicionales o ancestrales y de antiguas relaciones de solidaridad, reciprocidad y complementariedad.

Nos parece indispensable crear comunidades ecológicas, por medio de frecuentes reuniones o encuentros interculturales de la cuenca, la costa o ecorregión y el establecimiento de alianzas o coaliciones de afectados por las actividades industriales en su territorio. Urge defender a los custodios, guardianes o defensores del territorio.

Hacemos un llamamiento a los ciudadanos mexicanos preocupados por la emergencia climática y ecológica a contactar al Movimiento Mexicano por la emergencia climática y ecológica, por medio de la persona que te muestra este llamamiento, para discutir qué acciones podemos realizar conjuntamente para atenuar los daños irreversibles que podría llegar a tener en México el colapso del clima y la ecología de sus muy diversos territorios.

En las redes y organizaciones sociales es obligado hoy día el reconocimiento formal de la emergencia climática.

Miguel Valencia Mulkay. ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México. Blog:  http://red-ecomunidades.blogspot.com/. Blog: Decrecimiento-Descrecimiento México: https://descrecimientomexico.blogspot.com/https://degrowth.descrecimiento.org/

¿Dónde estaba AMLO cuando las ambientalistas de Cancun luchaban contra CALICA-VULCAN y sus muy poderosos apoyos en el gobierno mexicano ( presidente de la Madrid, Joaquin Coldwell y otros)

 
En sus mañaneras, AMLO ha preguntado reiteradamente:  ¿Donde estaban los ambientalistas que hoy critican el tren Maya cuando la empresa CALICA sacaba, por muchos años, grandes cantidades de materiales en la cercanía de Playa del Carmen,QR, para exportarlos a Estados Unidos?    

En 1985, ante la escandalosa y creciente devastación ambiental realizada en Cancún y la Riviera Maya, con apoyo en el "muy planificado desarrollo urbano de la zona"- según los funcionarios gubernamentales de los últimos 40 años-, un grupo de jóvenes mujeres residentes en esa zona funda el Grupo Ecologista del Mayab, AC- GEMA.

Entre otros objetivos, estas jóvenes ambientalistas querían denunciar el proyecto de extracción de roca calcárea en áreas selváticas de la Riviera Maya. La empresa  CALICA, integrada por la constructora ICA, asociada con la empresa estadounidense-VULCAN  MATERIALS COMPANY de Birmingham, Alabama, promueve este proyecto, con el fin de transportar estos materiales pétreos a Estados Unidos y utilizarlos principalmente en la construcción de carreteras.

Con el apoyo de destacadas personalidades nacionales e internacionales, el grupo ecologista GEMA , encabezado por las compañeras ambientalistas Leticia Rubello, Araceli Dominguez y Priscila Sosa, pudo detener este proyecto hasta 1988.

Segun el libro El movimiento ambientalista en Quintana Roo http://www.libros.unam.mx/el-movimiento-ambientalista-de-quintana-roo-9786070228445-libro.html., originalmente CALICA iba a estar en Tulum, en un terreno propiedad de parientes de Pedro Joaquín Codwell, que era gobernador en ese momento. 

Empezó la explotación en ese lugar junto a la zona arqueológica de Tulum, pero mucha gente, y en particular GEMA, protestaron pues se empezó a dañar la zona, así que pararon el proyecto y buscaron otro lugar para hacerlo.

Es entonces que el presidente de la Madrid acordó vender a ICA el terreno donde se ubica hoy día CALICA, en el municipio de Solidaridad cerca de Playa del Carmen. Había una deuda del gobierno federal con la constructora ICA. 

Cuando empezó el proyecto de CALICA, este grupo ecologista tuvo varias reuniones con ICA, pues había una serie de requisitos que deberían haberse cumplido; así por ejemplo, no había  manifestación de impacto ambiental. Sí tenían una autorización para hacer el proyecto, pero no había condicionantes. Sin más,se había autorizado la extracción de 6 millones de toneladas de sascab al año..

No obstante, en 1988, con el nuevo gobierno de Salinas de Gortari, el proyecto CALICA-VULCAN ya tenía todos los permisos firmados y pleno apoyo gubernamental.

En su nueva localización, desde el inicio de las operaciones de CALICA, aparecieron diversos daños de importancia y confirmación de los grandes riesgos ambientales de esta extracción de materiales, muy especialmente, después del paso del terrible huracán Gilberto.     

En esos años 80, en los que GEMA luchaba contra CALICA,  no existían suficientes asideros legales y judiciales, para que vecinas o vecinos  ambientalistas, como las integrantes de este grupo ecologista, pudieran lograr frenar de alguna manera algún megaproyecto y menos había en la sociedad méxicana suficiente información y conciencia ecológica que pudiera ayudar a detener un poco una enorme devastación ecológica como la realizada por CALICA en una zona selvática.

 En cambio, en 1988 el país tenía ya un gobierno (Salinas de Gortari) muy comprometido con el Libre Comercio y los grandes inversionistas de México, Estados Unidos y Canadá.
 
Ante esta situación, hacia 1989 las compañeras ambientalistas del grupo GEMA deciden negociar con esta empresa un convenio ambientalista que pudiera ayudar a mitigar el enorme daño ambiental del proyecto.

Entre 1990 y 1993, diversos ambientalistas y ONGs ambientalistas, con reconocimiento nacional o internacional le concedieron cierto apoyo al grupo ecologista GEMA de Cancún, para promover este convenio con CALICA-VULCAN. La convocatoria de la Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro 1992, desde 1990 creó un ambiente propicio para concretar este convenio.   

En 1991, durante las reuniones en la ciudad de México previas a la Cumbre de la Tierra, Río 92, tuve el gusto de entrar en contacto con representantes de este grupo y fui testigo de algunas de sus denuncias en estas reuniones; muy especialmente, en la denuncia realizada en marzo de 1992, en Nueva York, en un acto realizado en las Naciones Unidas durante la Cuarta Reunión Preparatoria Hacia la Cumbre de la Tierra y  más tarde, en la firma del convenio en el Hotel Gloría de Río de Janeiro, sede del grupo mexicano, durante esa Cumbre.  Adjunto el convenio.

El grupo ecologista GEMA, también combatió en esos años otros proyectos altamente depredadores en Quintana Roo, tales como el desarrollo urbano de Xcacel y Tulum. 

En 1993 hubo el primer seguimiento a este convenio: se pudo comprobar que la empresa no había cumplido prácticamente nada de lo convenido. Se abandonó el seguimiento de este convenio.   

Desde esos años: ¿dónde han estado la SEMARNAT, la PROFEPA, el Instituto Nacional de Ecología, la CONABIO y otras muy costosas entidades ambientalistas gubernamentales, partidistas  y académicas, cuando por más de 35 años la empresa CALICA - VULCAN ha saqueado material pétreo cerca de Playa del Carmen, Quintana Roo, dejando un desastre ecológico?  

El escandaloso saqueo de riqueza natural de México, realizado por CALICA-VULCAN a lo largo de más de 35 años, en la cercanía de Playa del Carmen,  Quintana Roo, confirma el pésimo desempeño de las instituciones ambientalistas del gobierno mexicano que es reflejo de las pésimas leyes ambientales que tiene México - en buena parte por las intervenciones del falso partido verde ecologista de México-, de la muy pobre conciencia ecológica de la gran mayoría de los grandes empresarios, los políticos y los académicos de este país , y de la poca legitimidad democrática de los gobiernos mexicanos hasta 2018 y de los partidos mexicanos a esta fecha. 

Ante la gran amenaza del nearshoring, urge crear nuevas leyes e instituciones ambientales, para evitar al máximo las gigantescas devastaciones de la riqueza natural de México y de su Medio Ambiente que habitualmente realizan las Inversiones Extranjeras Directas (IED) que el año pasado registraron un máximo en México..  

Hay que celebrar, además,  que muy tardíamente AMLO se ocupe de este tema y retome la lucha contra CALICA-VULCAN.

Le deseamos mucho éxito en este empeño. 





     

 Nearshoring, colapso climático y descrecimiento

Primera parte

Por Miguel Valencia

7 de enero de 2024

Diversos factores geopolíticos han creado un ambiente internacional favorable, para que

empresas de Estados Unidos y de la Unión Europea instaladas en China sean relocalizadas

en los próximos años lo más cerca de su país de origen (Nearshoring). México, parece ser

un lugar ideal para recibir a estas empresas estadounidenses y europeas.

Entre estos factores geopolíticos favorables, podemos citar en primer lugar las crecientes

tensiones entre China y Estados Unidos, a consecuencia del gran tamaño que ahora tiene

la economía de esta gran potencia asiática; las políticas de reindustrialización de EU

establecidas por Donald Trump (Make America Great Again).

Además, podemos mencionar: la ruptura de las cadenas productivas durante la pandemia

COVID; el cierre que tuvo el canal de Suez hace algunos años y los recientes ataques que

se han dado en el estrecho de Bab el-Mandeb, en el Mar Rojo, el atasco del canal de

Panamá por falta de lluvias; la guerra de Ucrania y la masacre en Gaza; todo esto unido a

la existencia del nuevo Tratado de Libre Comercio- TMEC, suscrito por el gobierno de

López Obrador.

Los crecientes obstáculos que ha enfrentado la globalización o gran deslocalización

industrial, impuesta por Estados Unidos entre 1980 y 2010, han impulsado en los últimos

años este flujo empresarial en sentido inverso, denominado “Nearshoring” que en los

hechos es una desglobalización.

Esta pasada globalización o gran deslocalización industrial iniciada hace unos 40 años ha

sido uno de los factores más importantes en la aparición del colapso climático que ahora

estamos empezando a resentir que impuso al mundo un uso excesivo del transporte - la

terrible hipermovilidad- tanto de las mercancías como de las personas, por medio de la

introducción de gigantescos barcos cargueros, trenes de alta velocidad, grandes tráileres

(doble remolque), nuevas líneas aéreas de bajo costo, nuevos ferrocarriles de carga,

nuevos trenes suburbanos o de proximidad, modernas unidades de Metro y Metrobús.

En los últimos 40 años, el tiempo diario promedio social dedicado al transporte se elevó

radicalmente en el mundo, a un nivel arriba de las 5 horas diarias al igual que la distancias

promedio de transporte recorridas por cualquier alimento o mercancía, a más de 7,000

millas, según nuestra estimación.

Por otra parte, la construcción de megaproyectos de transporte en apoyo a esta loca

globalización, tales como: gigantescos puertos marítimos y aeropuertos de muchas pistas,

mega carreteras, mega túneles, grandes distribuidores viales, segundos y terceros pisos de


vías rápidas- y el radical aumento en el consumo de alimentos y otras mercancías

producidas en muy lejanos países, contribuyeron enormemente a intensificar en el mundo

la devastación ecológica, climática y ambiental. La aviación mundial está duplicando su

tamaño cada 17 años.

Cualquier proyecto, tendencia o alternativa que implique desglobalización o relocalización

(de la producción y el consumo; de la economía y la política), como el “Nearshoring”,

implica una reducción global en el uso del transporte y en el consumo de gas, carbón y

petróleo; entraña un avance en el descrecimiento y en el Buen Vivir. La relocalización

industrial es una de las condiciones estratégicas para avanzar en el descrecimiento y en la

recuperación del Buen Vivir.

El colapso climático que ahora empezamos a resentir no ha sido la única calamidad

bastante ligada a la globalización o deslocalización industrial, impuesta por los países del

Norte global entre 1980 y 2010, lo han sido también otras calamidades ecológicas globales

tales como: la rápida pérdida de la diversidad biológica y cultural y el acelerado

agotamiento de los acuíferos, la fertilidad de los suelos y la muerte de los mares y los

glaciares.

Por otra parte, esta globalización provoca otras grandes calamidades sociales en los países

del Sur global, como México, como: la eliminación del campesinado, del arraigo de la

población y de las políticas sociales que la protegían, así como la generación de las

enormes migraciones hacia los países del Norte global, como las que hemos visto en los

últimos años hacia Europa, en el Mediterráneo y hacia Estados Unidos, en México. Muy

especialmente, provoca el fortalecimiento del crimen organizado en México y otros países

de América Latina.

Y también, a causa de la globalización de las últimas décadas del siglo pasado, se

produjeron grandes calamidades sociales en los países ricos y poderosos del Norte global,

tales como: la radical elevación en el desempleo, el consumo de drogas, la desigualdad y

la violencia intrafamiliar, escolar, laboral y urbana y el fortalecimiento de las políticas

xenófobas o antinmigrantes (de extrema derecha, tipo Donald Trump) Además, la

concentración de la riqueza mundial en una muy pequeña parte de la humanidad: el

0.01%

 El movimiento ecologista: a fondo, en la defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente

Tercera parte: Las organizaciones sociales en la defensa de Medio Ambiente

Por Miguel Valencia Mulkay

15 de noviembre de 2023 

Como lo señala Dominique Simonnet1, el mejor relator cronista e intérprete del movimiento ecologista francés, en su libro El Ecologismo: “La irrupción del movimiento ecologista en la escena política francesa en 1977 ha producido un efecto de moda que ha ocultado su pensamiento profundo, para dejar entrever únicamente sus planteamientos superficiales”. Algo parecido a lo que sucedió en 1977, en Francia, sucede todavía hoy en México. Y dice Simonnet: “Defensa de la naturaleza, calidad de vida, protección del medio ambiente; estos conceptos no forman sino el envoltorio de la realidad ecologista. Esta presenta múltiples facetas que hay que interpretar a la vez bajo una misma luz para comprender su coherencia. Una disciplina científica, una teoría crítica de la economía, un análisis de la sociedad industrial, esbozos de propuestas políticas, una sensibilidad moral, un movimiento social, cierta alegría de vivir y también, el placer de contemplar una flor hermosa y un pajarito… así es el rompecabezas ecologista”.

Nacido hacia 1972, durante la primera cumbre de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente(Estocolmo), el movimiento ecologista francés se convierte en pocos años en un movimiento de gran diversidad de expresiones y propuestas, y gran reconocimiento internacional, con las aportaciones de los grandes pensadores de varios países que entre los años 30 y los años 60 del siglo pasado anticiparon sus ideas y su movilización, tales como: Lewis Mumford, Bernard Charbonneau, Aldous Huxley Albert Einstein, Rachel Carson, Murray Bookchin, Jacques Ellul, Eugene Odum, Barry Commoner Rene Dumont, Iván Illich, Nicholas Georgescu -Roegen, Paul Ehrlich, Leopold Kohr, entre otros autores.

Los movimientos ecologistas de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia, Holanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, España y Francia corren en paralelo y se retroalimentan en esos años; en algunos casos anticipan en algunos aspectos al movimiento francés y en otros aspectos lo secundan. El movimiento ecologista nace en los países con la más antigua o más grande industrialización, con el apoyo del espíritu emancipador del mayo del 68 francés.

Como lo señala el catalán Santiago Vilanova en el prólogo del libro El Ecologismo: “El informe sobre los Limites de crecimiento presentado en 1972 en el Club de Roma por el profesor Meadows del MIT, junto con el manifiesto de 1970 de la revista inglesa The Ecologist titulado “A Blueprint for survival” aportaron elementos de crítica científica suficientemente relevantes para que los grupos ambientalistas iniciaran la definitiva politización de sus campañas…. El libro de EF Schumacher, Small is Beautiful (Lo Pequeño es Hermoso) de 1971 es traducido a todas las lenguas y consigue récords de venta en todos los países industrializados…Conservadores, liberales, socialistas y comunistas, aposentados en el confort del mito del crecimiento, empiezan a no hallar justificaciones económicas para resolver el paro, la inflación y la crisis energética…. La ecología política se va estableciendo día

1 El Ecologismo, Dominique Simonnet; en francés: L’Ecologisme, Presses Unversitaires de France, 1979; en español GEDISA, Barcelona 1980, GEDISA- México, octubre de 1983

a día como un puzzle integrado por una disciplina científica basada en la economía y una moral crítica frente a la civilización industrial”.

En el magnífico libro de Simonnet, se describen los temas o preocupaciones más importantes en la formación del complejo ideario del movimiento ecologista, tales como: De la ciencia a la conciencia. La naturaleza global: el legado del darwinismo, la organización de la naturaleza y la mirada sistemática. La crisis ecológica: la naturaleza enferma, los desequilibrios mundiales y la conciencia planetaria. La crítica a la sociedad industrial: la crisis de la economía de crecimiento: la producción-destrucción, la energía voraz, las desigualdades del crecimiento, el trabajo alienado y el productivismo, en su Primera y Segunda Parte.

Además, se analizan: Los reversos del progreso: la ciencia planificada, la tiranía de las herramientas. El Estado pulpo: El Estado total, el Estado central. El hombre desnaturalizado: el hombre desgarrado, el hombre despersonalizado, el hombre drogado, el hombre desarraigado, y el hombre desencantado2.

En la introducción del libro, Simonnet escribe: “Nada predisponía que esta nueva disciplina- la ecología-, a un futuro social ¿Quién hubiera imaginado por ejemplo que hubiera un movimiento biologista o militantes psicológicos? La ideología fue sin embargo la suerte de la ecología. La ciencia no ha sido desnaturalizada en la misma medida, hubiera sido el colmo, para la ciencia de la Naturaleza. Pero ha contribuido a la formación de una corriente de pensamiento y de un movimiento sociopolítico…”

“La ecología ha recordado la evidencia: el hombre no puede actuar ilimitadamente sobre su medio sin sufrir las consecuencias en un plazo más o menos largo. En mayor o menor medida la especie humana forma parte de la Naturaleza, no puede sustraerse a ella. Y a los ojos de los naturalistas está aserrando la rama sobre la cual está sentado”.

“De este modo, más allá de la biología nació la noción de la protección de la naturaleza. Como efecto de un refinamiento de esta conciencia ecológica, las ciencias biologías apelaron a las ciencias humanas: la etnología denuncio la “descivilización” perpetrada por los occidentales contra las etnias y las culturas minoritarias; la demografía se enfrentó al crecimiento mundial galopante y a las superpoblaciones; la sociología se mezcló juzgando a la sociedad “contra natura” y al hombre occidental “ domesticado”; las palabras naturaleza, ciencia, técnicas iluminaron a la filosofía que enriqueció sus viejos debates con esta nuevas categorías”.

“Esta eclosión cultural invadió la economía y la política, dos dominios clave de la sociedad industrial, donde se buscaron las causas de la crisis ecológica. Una ecología política interpeló a la economía política; y paralelamente, en el tejido social una nueva corriente de pensamiento y acción apoyada en estos análisis vio la luz en los años 70: los ecologistas. El nombre es ambiguo puesto que no designa esta vez a científicos, sino a militantes que no dudan en intervenir en el campo político”.

Por otra parte, en Inglaterra, Edward Goldsmith, integrante de una familia muy desatacada de ese país funda en 1970 la revista The Ecologist que da cuenta de noticias, investigaciones y artículos de

2 Hasta principios del siglo XXI, antes de las grandes conquistas del feminismo, las ciencias utilizaron la palabra “hombre” como la representación del ser humano: homo sapiens, homo economicus, homo faber, homo ludens, etc.

opinión, con una visión centrada en el ecologismo de habla inglesa, inspirada por el libro Silent Spring (La Primavera Silenciosa) de Rachel Carson (1962), y realiza una fuerte crítica a la sociedad industrial y al desarrollo y por otra parte muestra una gran admiración y empatía por los pueblos originarios. Por su manifiesto Por la Sobrevivencia, inspira la creación del Partido del Pueblo que luego se convierte en el Partido de la Ecología y más tarde en Partido Verde de Inglaterra.

En Estados Unidos, el genial obrero y profesor anarcosindicalista Murray Bookchin, pionero del movimiento ecologista; escribe en 1962 el libro Our Syntetic Environment (Nuestro ambiente sintético) donde claramente empieza a dar forma a lo mejor del pensamiento ecologista de ese país. Con otros ecologistas, funda en 1974 el Instituto para la Ecología Social que adquiere relevancia internacional; publica en 1982 su libro más ambicioso The Ecology of Freedom (La Ecología de la Libertad) que lo convierte en uno de los mayores pensadores ecologistas del mundo. El anarquismo socialista (Bakunin, Kropotkin) da un gran apoyo a las ideas ecologistas de Bookchin.

En la antigua Alemania del Este, Rudolf Bahro del Partido Comunista de ese país publica en 1972 el libro La Alternativa en torno al daño que hace la industria global a la ecología de los territorios; esta publicación conduce primero a su encarcelamiento y en 1979 a su expulsión a la Alemania Occidental debido a una demanda internacional de su liberación suscrita por decenas de personalidades de fama mundial. Bahro se convierte inmediatamente (1980) en uno de los principales fundadores del Partido Die Grunen (Los Verdes), partido al que años después renuncia ante la gran falta de radicalidad de ese partido. Con gran visión, confirma la muy pobre contribución que pueden hacer estos partidos verdes a la defensa del equilibrio ecológico o del Medio Ambiente de los países.

Bahro regresa con honores a la Alemania Oriental donde publica en 1987 su libro Logik der Reitung (Avoiding Social & Ecological Disaster/ Evitando el Desastre Social y Ecológico) que tiene el subtítulo The Politics of World Transformation, An Inquiry into the Foundations of Spiritual and Ecological Politics (La Política de la Transformación del Mundo. Una investigación sobre los fundamentos de la Política Espiritual y Ecológica) Tempranamente, da cuenta del desastre social y ecológico global generado por la Megamáquina (industrial) descrita por Lewis Mumford. Bahro es posiblemente el mayor representante del ecologismo alemán.

Y dice Simonnet en la introducción de El Ecologismo: “No nos engañemos, el movimiento ecologista no nació de una transposición del análisis biológico al discurso político. Es cierto que ha madurado sobre comprobaciones y enseñanzas de la ciencia ecológica, pero, sus raíces son más profundas y más extensas: es el punto de confluencia de diferentes corrientes sociales que han descubierto aspiraciones comunes y han bebido en la fuente de múltiples teóricos. Su discurso no duda en insinuarse en dominios económicos, políticos y filosóficos”.

“En el debate ecológico, los ecologistas han aparecido con el doble aspecto de un elemento político autónomo y de un movimiento social que intenta desglosar la sociedad en otras realidades: las actividades humanas ya no se reducen solo a las relaciones de producción; la ecología política saca al homo econimicus de su marco restringido de trabajador-consumidor para considerarlo como un ser único dotado de deseos y cultura. La noción de estar mejor se opone a la de tener más, el progreso social al crecimiento económico. Los ecologistas no se interrogan únicamente sobre la propiedad de los medios de producción sino también sobre su naturaleza y desarrollo”.

Por su parte, Santiago Vilanova, en el prólogo de El Ecologismo nos dice: “A medida que se impone la nueva colonización a través del complejo industrial-militar se incrementa la conciencia de vivir en un mundo apocalíptico que camina hacia la autodestrucción. Las clases obreras se hallan sometidas por el poder de las multinacionales y las estrategias industriales de los organismos financieros. El aumento de nivel de vida exige la explotación de los recursos naturales de los países “pobres” ¿Cómo detener esa máquina infernal?”

“La conciencia ecológica, como señala Edgar Morin, nos plantea un problema de una profundidad y amplitud extraordinarias. Nos obliga a poner en cuestión la orientación misma de la civilización industrial que ha “triunfado” en base a tres principios organizadores, y que son ahora a causa de la rebeldía: la separación cartesiana del hombre-sujeto en un universo de objetos manipulables: la ciencia concebida como conocimiento objetivo que no se preocupa de su propio sentido ni de su fin y que , por esa misma razón , se convierte en instrumento de todo tipo de poderes y potencias; finalmente, la idea burguesa, y luego marxista, del hombre conquistador de la Naturaleza…”

“El significado del movimiento ecologista, señala el economista Orio Giradini3, es distinto y mucho más profundo que el de los movimientos de protesta que surgieron a lo largo de la sociedad industrial. No se trata de erigirse contra los desequilibrios transitorios de una evolución en curso que el hombre ha querido, como el caso de los movimientos lúdicos. Se trata de abrir camino hacia la sociedad postindustrial con creatividad, imaginación y capacidad. Por primera vez se trata de contribuir no a una visión universal del mundo occidental, sino a una toma de conciencia planetaria de la apropiación justa y eficaz de los recursos naturales.”

En su Tercera parte, en El Ecologismo, se tratan temas tales como: Hacia las sociedades ecologistas: La ecología política y la economía política. El inventario de los recursos. Las energías renovables. El trabajo aliviado. Otro desarrollo. Las Herramientas Convivenciales. La ciencia desempotrada. Las tecnologías blandas. De la ecología política al ecologismo. La Sociedad Utópica. La tentación del biologicismo. La autogestión. El boscaje económico. La sociedad orgánica. La práctica de la utopía. El Hombre Reencantado. El territorio. La comunidad. El ser.

En su Cuarta parte, se tratan temas tales como: El Movimiento Ecologista. Las raíces sociales. El impulso contestatario. La fertilización intelectual. La defensa de la naturaleza. La defensa del medio ambiente. La defensa de lo natural. El detonador nuclear. La explosión ecológica. La Acción Ecologista: Un movimiento diluido. La intervención política. La intervención social. Las divergencias estratégicas

En la introducción de este libro, Simonnet nos dice: “El tercer carácter del movimiento ecologista queda a menudo oscurecido por los dos precedentes; es sin embargo el más profundo y el más sólido: una ideología ecologista ética y comportamiento al mismo tiempo, interviene en el doble campo filosófico del conocimiento y la acción. Pone profundamente en tela de juicio el determinismo científico y técnico que condiciona el desarrollo de las sociedades modernas, preguntándose sobre la influencia del pensamiento científico y sobre la de la tecnología en las elecciones de sociedad y modo de vida”.

3 Orio Giardini, Ecologie, economie et recherche u bien-etre, CADMOS, primavera de 1979, Ginebra.

“El movimiento ecologista plantea ante todo el tema de la relación entre la naturaleza y la sociedad en un siglo en que el hombre “desnaturalizado”, encerrado en su función social, es la victima principal de este antagonismo. Medita sobre las nociones de felicidad y libertad, disociando la primera de la abundancia y asociando la otra a la autonomía y formula al mismo tiempo una moral del comportamiento cotidiano considerando la sociedad desde el punto de vista de la naturaleza y el individuo”.

“¿Todo ello forma una nueva ideología o no es más que la transformación moderna de una vieja sensibilidad resurgida ante las dificultades contemporáneas? ..... Para calificarla parece más apropiado el término “ecologismo” que el de “ecología”, que conviene reservar a la única designación de la ciencia. Del mismo modo la palabra “ecologista” será utilizada a la vez como sustantivo para designar a los militantes del ecologismo y como adjetivo para calificar lo relativo al ecologismo”.

El ecologismo como nueva ideología.

En los años 80 el movimiento ecologista entra en una nueva etapa debido a la creación de los partidos “Verdes” o “Ecologistas”. En 1989 el investigador inglés, Andrew Dobson, publica la primera versión de su libro Green Polítical Thought4; en 1990 tiene ya su primera traducción al español5 y en 1995 la segunda, como Pensamiento Político Verde. Es posiblemente el primer manual introductorio sobre pensamiento político ecológico. Como lo señala en el prefacio de la segunda edición inglesa: “mi principal intención fue primordialmente asegurar al ecologismo un lugar en la lista de las ideologías políticas modernas. – el enfoque de la segunda edición, voy a intentar … enclavar más firmemente mi visión del ecologismo, tanto en la teoría de la ideología política, como en el campo de populares visiones de conjunto. Este enfoque me ha permitido también afinar aún más la distinción entre medioambientalismo y ecologismo, distinción que actualmente es parte esencial y necesaria del debate político medio ambiental”.

En la introducción de Pensamiento Político Verde, Dobson nos dice: “Creía (y sigo creyendo) que medioambientalismo y ecologismo son suficientemente diferentes como para convertir su confusión en un serio error intelectual, tanto en el contexto de una consideración del ecologismo como ideología política como en el marco de una cuidadosa presentación del radical desafío verde al consenso político, económico y social que domina al final del siglo XX. En lo sucesivo, se puede tomar como una distinción tosca, pero eficaz, entre medioambientalismo y ecologismo: el medio ambientalismo aboga por una aproximación administrativa a los problemas ambientales, convencido de que pueden ser resueltos sin cambios fundamentales en los actuales valores o modelos de producción y consumo, mientras el ecologismo mantiene que una existencia sustentable y satisfactoria presupone cambios radicales en nuestra relación con el mundo natural no humano y en nuestra forma de vida social y política”.

“Me propongo sostener que hay que mantener separados medioambientalismo y ecologismo, y voy a defender tal opinión, no solo porque ambos difieren en grado, sino también en especie. En otras palabras, hay que mantenerlos separados por las mismas razones que se deben mantener aparte liberalismo y socialismo o conservadurismo y nacionalismo. Esto puede parecer controvertido porque la opinión habitual es que medioambientalismo y ecologismo pertenecen a la misma familia, siendo

4 Green Political Thought, Routledge, London New York, 1990-1995.

5 Pensamiento Político Verde, PAIDOS Barcelona, Buenos Aires-México, 1997.

el primero simplemente una manifestación de la preocupación por el medio ambiente menos radical que el segundo. Es menos radical, por supuesto, y eso no carece de importancia, pero deseo dejar bien sentado que la naturaleza de la diferencia nos lleva más allá de la cuestión del radicalismo, a un territorio de tipo más fundamental: la clase de territorio, en efecto, que nos obliga a distinguir liberalismo y socialismo como familias, y no sólo o simplemente, como vástagos de los mismos padres”.

“En primer lugar, el medioambientalismo no es en absoluto una ideología”.

Poco se sabe en México de las ideas y la historia del ecologismo a pesar de que, cuando surgió este movimiento hace unos 50 años, uno de los principales fertilizadores de este movimiento, Iván Illich, animaba el Centro Intercultural de Documentación, CIDOC (1969-1976) en Cuernavaca, Morelos y escribía los libros que le dieron fama mundial en los años 70, tales como: La Convivencialidad, Energía y Equidad, Alternativas, La Sociedad Desescolarizada, Némesis Médica6.

El pensamiento crítico global del sistema productivista, economista dominante, como el de Iván Illich y del movimiento ecologista, ha molestado mucho a los partidos políticos progresistas y no progresistas de México y a nuestras grandes universidades y centros de altos estudios. No han querido reconocer el desastre social y ecológico global creado por la sociedad industrial de crecimiento económico sin límites. Prefieren el ambientalismo con la visión más estrecha posible, para simular que les importa la devastación de la riqueza natural del país y el Medio Ambiente.

6

 LLAMAMIENTO A LA SOCIEDAD MEXICANA, POR LA EMERGENCIA

CLIMÁTICA Y ECOLOGICA.

La Emergencia Climática y la Emergencia Ecológica son hoy día evidentes para

cualquier persona en el mundo que haya sentido, percibido u observado lo

que sucede desde hace algunos años, con las estaciones del año y los aires,

las aguas, los suelos, los árboles, los insectos, los peces y demás animales

silvestres, en la costa, la cuenca, el territorio o la ecorregión donde ha vivido.

Casi cualquier estudioso o investigador de estos temas: meteorólogo,

climatólogo, ecólogo o amante de la Naturaleza, nos dirá que estos cambios

en las temperaturas promedio y en el estado de la ecología del territorio se

dan en todos los lugares del mundo, en diferente intensidad; nos dirá que

anuncian, predicen, auguran, presagian, para los años venideros, una gran

cantidad de desastres naturales, como: olas de calor, incendios forestales,

sequías, temperaturas superiores a 50 grados centígrados, tormentas,

inundaciones, huracanes, tornados, nevadas y otros eventos climáticos nunca

vistos.

Otros más conocedores nos dirán que estos eventos climáticos nunca vistos

no son tan naturales: son provocados por los modos de vida modernos o

desarrollados y nos dirán que pueden a su vez contribuir a provocar una gran

cantidad de desastres humanitarios, como: hambrunas, enfermedades,

epidemias, penurias de agua, violencia intrafamiliar, escolar, laboral y

urbana; toxicomanía, crimen, miseria, migraciones, represión, rebeliones,

militarización, gran inconformidad social, nuevos tipos de dictaduras, guerras

multidimensionales, guerras nucleares, desquiciamiento de la persona

humana, en el mundo, o en países cercanos a nuestro país, o en México.

Nos dirán que, por este motivo, todo está cambiando mucho en el mundo y

cambiará más rápido en los próximos años.

Por otra parte, podemos confirmar sin mucho esfuerzo que los gobiernos de

los países que han sido los más poderosos del mundo: EEUU y la Unión

Europea, han tenido muy buen conocimiento de cómo ha sido generada la

Emergencia Climática y Ecológica, de la responsabilidad que ellos tienen en

su aparición y de sus posibles consecuencias.


Lo saben muy bien por medio de sus científicos y los de otros países- el Panel

Intergubernamental de Expertos en el Cambio Climático, IPCC de las

Naciones Unidas-, por lo que desde hace décadas niegan su existencia: su

reconocimiento les podría resultar muy calamitoso; podrían desaparecer

como estados.

Están entrampados y no encuentran la salida a este predicamento

existencial, por lo que, con relación a estos asuntos no podemos esperar de

ellos sino negacionismo, mentiras, engaños, simulaciones, y peor aún: la fuga

hacia adelante, por medio de la inducción o provocación de guerras

multidimensionales o de graves afectaciones a la seguridad personal de los

ciudadanos de otros países, por medio del crimen organizado o terrorismo de

estado, para contener el malestar social que podría crear la multiplicación de

estos frecuentes desastres humanitarios provocados por los anuales eventos

climáticos extremos.

Los gobiernos de los demás países del mundo también tienen pleno

conocimiento sobre el origen de estas emergencias globales, sin embargo, los

países del Sur global, como México, por la dependencia extrema que tienen

de EEUU y de la UE, no se unen, para exigir a estos países poderosos las

indemnizaciones o reparaciones económicas a las que tienen derecho, por los

anuales eventos climáticos extremos y exigir también los cambios radicales

en los modos de vida que se requieren de cara a estas amenazas. Solo

replican las acciones que ellos realizan en los asuntos del clima y el medio

ambiente.

En este sentido, sólo podemos esperar lo peor de los gobiernos de los países

del Sur global, como México: negación de la existencia de estos colapsos o el

silenciamiento, la inacción o las falsas respuestas frente a estos peligros y

riesgos globales.

No hay visos de que el sistema político mexicano llegue a reconocer en

plenitud, en los próximos años, la necesidad de medidas extraordinarias

nunca vistas, para hacer frente a la Emergencia Climática y la Emergencia

Ecológica.

Ante esta terrible situación global y nacional, estas acciones extraordinarias

nunca vistas sólo pueden venir de parte de las personas que en cada ciudad,


pueblo, ejido, barrio o colonia de México saben de lo que sucede desde hace

algunos años con el clima y la ecología o el medio ambiente de la costa, la

cuenca, el territorio o la ecorregión donde han vivido por años.

Los compañeros de Extinction Rebellion, Scientific Rebellion, Just Stop Oil,

Last Generation, Fridays for Future y otros en Europa y otros continentes nos

están indicando el camino de la solidaridad global, al igual de quienes

defienden la riqueza natural de su territorio o luchan por cambiar sus

existencias hacia modos de vida menos contaminantes, en su familia o

comunidad territorial.

En México, la Asamblea Nacional por el Agua y por la Vida, ha surgido como

espacio de articulación de las organizaciones que defienden sus vidas y el

territorio del despojo que promueven los poderosos, aun pintados de verde.

Valoramos y compartimos esas luchas, al igual que quienes luchan en su

familia.

Ante el creciente número de los eventos climáticos y ecológicos extremos y

los desastres humanitarios que provocan, nos parece indispensable que los

mexicanos conscientes de la amenaza que significan estas emergencias

globales nos acerquemos a las comunidades indígenas, campesinas, artísticas

y vecinales del territorio donde residimos, con el fin de encontrar inspiración

en torno a cómo podrían ser las acciones extraordinarias que necesitamos,

para hacer frente a estas calamidades.

Estas comunidades enfrentan y sobreviven, desde hace muchos años, la

violencia de la tecnología y la economía globales, por medio de prácticas

artesanales de subsistencia, novedosas, tradicionales o ancestrales y de

antiguas relaciones de solidaridad, reciprocidad y complementariedad.

Nos parece indispensable crear comunidades ecológicas, por medio de

reuniones o encuentros interculturales de la cuenca, la costa o ecorregión y

el establecimiento de alianzas o coaliciones de afectados por las actividades

industriales en su territorio. Urge defender a los custodios, guardianes o

defensores del territorio.

Hacemos un llamamiento a los ciudadanos mexicanos preocupados por la

Emergencia Climática y Ecológica a contactar al Movimiento Mexicano ante


la Emergencia Climática y Ecológica, por medio de la persona que te muestra

este Llamamiento, para discutir qué acciones podemos realizar

conjuntamente para atenuar los efectos sociales, económicos y políticos que

podría llegar a tener en México el colapso del clima y la ecología de los

territorios.


MOVIMIENTO MEXICANO ANTE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA Y ECOLOGICA

18 de septiembre de 2023

Suscriben: Adriana Matalonga de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma

de la Cuenca de México, Alicia Dorantes del Frente Cívico Pro Defensa del

Casino de la Selva, Agustín Bernal Inguanzo, Guarda del Bosque de los Cobos,

Aguascalientes, Cristóbal H Tenorio Izazaga de Conciencia Ecológica de

Aguascalientes AC, David Lameiras, Edgardo Mota, profesor UAM- X, Fabian

Carvallo-Vargas, Cambiemos el Sistema No el Clima, Gabriela Baeza de Cero

Basura, Georgina Sandoval, urbanista, Gustavo Romero, profesor de

Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Jessica Almeraya, de

Cambiemos el Sistema No el Clima, Juan M. Madrigal Miranda de Viva Natura

A. C. de Michoacán, Lesly Solís, Cambiemos el Sistema No el Clima, Luis

Gabriel Valencia Mulkay, ambientalista, María de Jesús Ordoñez del CRIM-

UNAM- Cuernavaca, Mateo Castillo, Representante de la Carta de la Tierra,

México, Miguel Valencia de Cambiemos el Sistema No el Clima, Patricia

Alarcón del Comité de Cambio Climático de Michoacán, Rafael Huacuz,

urbanista de Michoacán.

 

La impronta de Iván Illich en el descrecimiento

Segunda parte: ¿Qué entendemos por descrecimiento?

Por Miguel Valencia Mulkay

4 de septiembre de 2023

Desde los años 70, los libros del primer Iván Illich[1], el de Cuernavaca, me impresionaron mucho por sus criticas radicales al desarrollo, el progreso, la economía, la industria, los transportes, la educación, la salud y otros temas más concretos, y por las alternativas que proponen (La Convivencialidad) que modificaron algunas de mis convicciones científicas, sociales, económicas y políticas.

Mas tarde pude confirmar que en esos mismos años estos libros tuvieron una gran acogida entre académicos de grandes universidades europeas y en el naciente movimiento ecologista de los países “desarrollados”, especialmente europeos[2] y, también en México, entre algunos académicos[3] o representantes de la cultura, entre ciertas organizaciones sociales y civiles, y en lectores interesados en los asuntos económicos y ecológicos, como nosotros los ecologistas que en 2007 acordamos abrir la discusión en torno al descrecimiento[4].

Estos libros reúnen o resumen algunas de las tesis o propuestas de autores que influyeron en el pensamiento de Illich[5] o que nacieron o se fortalecieron en los seminarios que tuvieron lugar entre 1969 y 1976 en el Centro Intercultural de Documentación-el CIDOC de Cuernavaca, Morelos-, en los que participaron profesores y estudiantes de grandes universidades de América, Europa y Asia, críticos de la sociedad moderna productivista y de consumo; críticos de la educación, la medicina, el transporte urbano, el desarrollo, la economía y la modernidad.[6]

Además, resumen mucho de las tesis que Illich había adoptado en esos años, de grandes autores del siglo XX o formaban parte de su enorme conocimiento del pensamiento de la Edad Media, la antigüedad y del cristianismo; era un portentoso devorador de libros de todo tipo en varios idiomas[7] y creador de círculos internacionales para la discusión de temas poco conocidos por la opinión pública, como “los commons o bienes comunes”, el “trabajo fantasma” o el “género vernáculo”. 

En estos libros, este gran pensador de la periferia de Occidente hace una severa crítica de la sociedad industrial: rechaza rotundamente el monopolio del modo de producción industrial y los monopolios radicales, como el automóvil que esclavizan a las sociedades modernizadas. Describe la “contraproductividadde las herramientas: de la institución médica moderna que genera más muerte y enfermedad de las que evita; de la educación primaria obligatoria que genera más ignorancia de la que quita; y de los transportes que generan más pérdida de tiempo del que ahorran. Según él, después de cierto umbral (de magnitud), las herramientas (o las instituciones) producen lo contrario de lo que se dice son sus propósitos. Quiere escribir el epilogo de la sociedad industrial.

La lectura que hice en 2006 de los libros de los autores franceses más reconocidos del movimiento decroissance[8], me permitió confirmar la influencia determinante de este autor austriaco en estos autores, muy especialmente en Serge Latouche, el más famoso autor de este movimiento europeo[9] .    

Serge Latouche, el africanista, reconoce[10] que el “proyecto de una sociedad autónoma y ecónoma que está detrás del slogan decroissance no nació ayer… fue formulado en términos cercanos a los nuestros hacia el fin de los años 60 por Iván Illich, André Gorz, François Partant y Cornelius Castoriadis”; reconoce[11] que una pequeña “Internacional” anti o post desarrollista, en la filiación de Iván Illich, Jacques Ellul, y François Partant; analiza y denuncia los daños que hace el desarrollo en los países del Sur global. Está crítica por otro lado ha desembocado en la “alternativa histórica”, es decir: en la auto organización de las sociedades/economías vernáculas(indígenas).

Latouche, el investigador de las relaciones económicas Norte-Sur, dice que La sociedad de crecimiento es insustentable: de acuerdo con Iván Ilich, la desaparición programada de la sociedad de crecimiento no es necesariamente una mala noticiaIllich dice: La buena noticia es que no es principalmente para evitar los efectos secundarios negativos de una cosa que sería bueno en sí mismo renunciar a nuestro modo de vida, como si tuviéramos que arbitrar entre una comida exquisita y los riesgos asociados a ello. No, es porque la comida es intrínsicamente mala y estaríamos más felices si renunciamos a ella. Vivir de otra forma para vivir mejor[12]

También Latouche destaca que “La dominación del economismo es tal que fue necesario prácticamente esperar los años 1968, para saber… por Iván Illich, del concepto del “desvalor” que designa la perdida que no se puede estimar en términos económicos” [13]y “sin embargo, es en los países del Sur global que la “modernización” se traduce hoy día por la imposición del desvalor en gran escala(masivo) , con la aparición de productos mercantiles contabilizables y la desaparición de productos fuera del mercado frecuentemente no contabilizables: regresión de los cultivos de sobrevivencia o autoconsumo en beneficio de los cultivos comerciales, cerveza contra vino de palma, discoteca contra baile de árbol ,informal contra formal… Sostengo, dice Iván Illich que el valor económico sólo se acumula debió a la previa devastación de la cultura- que puede también ser considerada como creación del desvalor[14]

Con relación a la austeridad o la simplicidad voluntaria, Latouche cita a Iván Illich cuando aboga por “la sobria ebriedad de la vida[15]  y cuando dice “la “condición humana” actual, en la que las tecnologías se vuelven tan invasivas que ya no podemos encontrar alegría excepto en lo que yo llamaría tecno-ayuno[16] 

En pleno éxito del CIDOC, Illich decide cerrarlo en 1976, según él, por haber logrado lo que quería y poder así convertirse en un pensador itinerante y conferencista internacional; en adelante, organiza seminarios y reuniones informales en diversas universidades de EEUU y de Europa: quiere ahora discutir las percepciones en lugar de las conceptualizaciones, en temas como el agua, el género vernáculo, la alfabetización, el final de la era instrumental y la nueva Edad de los Sistemas[17]. Se da tiempo, además, de promover proyectos como El Diccionario del Desarrollo[18], coordinado por Wolfang Sachs, o trabajar en nuevas líneas de pensamiento y participar en diversas conferencias en muchos países, pero, cada año regresa a su casa de Ocotepec, Morelos, para estar en ella y con los campesinos por algunos meses hasta antes de su fallecimiento en 2002 en Bremen, Alemania.

En 1985, a raíz de varios acontecimientos sucedidos en la ciudad de México que me conmovieron [19], y también, debido a mi creciente conciencia del desquiciamiento ecológico global y del ominoso avance del pensamiento neoliberal en nuestro país, a finales de ese año tomé la decisión de participar como voluntario en apoyo a las causas ambientalistas de la megalópolis de la Cuenca del Valle de México y a las acciones en la defensa de sus pueblos, ejidos, barrios y colonias.    

Inspirado en las tesis de Iván Illich, en 1986 empecé a escribir artículos en torno al transporte, la urbanización y el consumo de agua en la ciudad de México. Entre 1986 y 1989, Excelsior, un periódico nacional que era importante en esos años me publicó más de una docena de artículos sobre estos temas locales que tuvieron algunas consecuencias positivas mientras que, por otro lado, tuve la ocasión de conocer ecologistas del nuevo Pacto de Grupos Ecologistas[20] que conocían a Iván Illich y su gran amigo, Jean Robert; me involucré con ellos en 1988, en el movimiento contra la construcción de la central nuclear de Laguna Verde. En esos años comencé a interesarme mucho por las críticas y las propuestas del movimiento ecologista europeo de los años 70[21]. 

Cuando el profesor emérito de la universidad París-Sud (Orsay), Serge Latouche, se pregunta “¿Cómo han sido colonizados nuestros espíritus?” Y responde: “Me parece que la colonización de los espíritus adopta tres formas principales: la educación, la manipulación mediática o el modo de vida concreto. … Por lo esencial, en las sociedades modernas, la educación pasa por una institución, la escuela. Ésta ha sido objeto de una crítica caustica de Iván Illich que conserva actualidad” La mayoría, escribe Illich, en la escuela aprenden no solamente la aceptación de su destino, sino también el servilismo[22]. Por cuanto al fracaso escolar, inscrito en la lógica de la institución, representa el aprendizaje de la insatisfacción”.[23] “Las escuelas, señala Illich de nuevo, son parte de una sociedad en la que una minoría está a punto de volverse tan productiva que se debe educar a la mayoría a un consumo disciplinado[24] Para Illich, la conclusión se impone: es necesario “desescolarizar” la sociedad.

Por lo que concierne al tema de La manipulación mediática, Latouche comenta que, “Iván Illich analizaba la creación de necesidades, por medio de la publicidad, como una “reificación” alienante”. Tener sed, escribe Illich, ¡es tener necesidad de Coca Cola! Esta suerte de reificación es el resultado de la manipulación de las necesidades humanas por medio de grandes organizaciones que han logrado dominar la imaginación de los consumidores en potencia”[25].                            

Desde 1986 hemos escrito un buen número de artículos y ponencias, con relación al uso excesivo del auto y el transporte urbano en general, y con respecto a la construcción de megaproyectos, con fundamento en tesis de Iván Illich, como la siguiente: “Desde que la industria de los transportes traspuso su segundo umbral de mutación, los vehículos crean más distancia de la que suprimen. El conjunto de la sociedad consagra a la circulación cada vez más tiempo del que se supone que ésta le ha de hacer ganar. Por su parte, el norteamericano tipo dedica más de 1500 horas por año a su automóvil: sentado en él, en movimiento o aparcado, trabajando para pagarlo, para pagar la gasolina, los neumáticos, los peajes, el seguro, las contravenciones y los impuestos. De manera que emplea cuatro horas diarias a su automóvil, sea usándolo, cuidando de él o trabajando para sus gastos. Que conste, aquí no se ha tomado en cuenta otras actividades determinadas por el transporte: el tiempo pasado en el hospital, en los tribunales o en el garaje, el tiempo pasado en ver por televisión la publicidad automovilística, el tiempo consumido en ganar el dinero para viajar en vacaciones, etc. Y este norteamericano necesita esas 1,500 horas para hacer apenas 10,000 km de ruta; 6 km le toman una hora”[26]

Sin embargo, hay dos temas que me parecen fundamentales en las tesis tanto de Iván Illich, como en las tesis de Latouche y que las hemos incorporado a las tesis del descrecimiento: la muy necesaria desacralización de la economía, y de la ciencia y la tecnología.

Illich demuestra en sus libros de los años 70 que la economía transforma la abundancia natural en escasez, por la creación artificial de la falta y la necesidad, a través de la apropiación de la Naturaleza y su mercantilización. Reconoce así la gran importancia de la crítica a la Economía de Karl Polanyi[27], y sus análisis en torno al fracaso de la utopía liberal y del mercado autorregulado sostenido en las falsas mercancías (la moneda, la tierra y el trabajo humano) y sobre todo, su tesis sobre el proceso de “desincrustación” del cuerpo social, de la economía en los últimos cuatro siglos hasta que se convierte en una “ciencia dura”, con gran uso de las matemáticas, que se mueve con autonomía fuera del control humano (sacralizada) Illich rechaza la dominación economista: el concepto de la escasez (y la abundancia) impuestos por la moneda y el avance tecnológico, y los dogmas de la productividad y la competitividad.

Serge Latouche no duda en calificar a la economía como una nueva religión. Denuncia al desarrollo sustentable como una impostura que pretende rescatar al crecimiento económico y a la calamitosa idea de desarrollo. El apego irracional a la idea de desarrollo entraña un concepto fetiche que busca preservar el economicismo y finalmente el crecimiento mismo. También, rechaza el culto a la ciencia y la tecnología.

Iván Illich viaja a Burdeos para conocer a Jacques Ellul, a quien llama “el maestro”. Este teólogo protestante y su gran amigo- no creyente-, Bernard Charbonneau- reconocido en Francia como fundador de la Ecología Política[28]- desde su juventud forman una gran mancuerna filosófica, política y cultural. 

Ellul[29] advierte que la cultura moderna elimina las religiones tradicionales creando nuevas religiones, como la religión de la economía y la religión del crecimiento. Analiza la ambivalencia de la técnica, su falsa neutralidad, la imposibilidad de separar sus efectos positivos de sus efectos negativos, el ocultamiento de sus efectos secundarios, su gran poder de alienación y su autonomía (su desarrollo fuera del control humano). Según Ellul, la técnica no se contenta con ser el factor principal o determinante, ella misma se ha convertido en sistema. Un universo que se constituye a sí mismo en sistema simbólico[30].

“La técnica”, nos dice Ellul, “hace de ella misma un trascendente, una nueva sacralidad que le quita su lugar a la Naturaleza, destruyéndola y acostando cada año en su altar de sacrificio a millones de seres humanos”. Además, este gran pensador gascón nos dice no es la técnica la que nos somete y esclaviza, sino la transferencia de sacralidad que hacemos a la técnica”. En nuestra resignación y pasividad ante el avance de la técnica, Ellul encuentra la servidumbre voluntaria de una buena parte de los seres humanos (Étienne de La Boetie).

A la memoria de Ellul, - El hombre que había previsto casi todo[31]- Latouche escribe en 1994 el libro La Megamachine[32]

ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México, creadora de la consigna o bandera descrecimiento, se funda en 2005, con cierto sustento en tesis de Iván Illich y de su gran amigo, Jean Robert, en torno a los asuntos del agua, la energía, el transporte urbano, las ciudades, la economía, la ciencia y la tecnología; por otra parte, esta Red es la refundación del Foro Regional Ecologista del Valle de México, nacido en 1991, también con cierto sustento en tesis de estos mismos pensadores.   Ver blog http://red-ecomunidades.blogspot.com/

El firme rechazo que Illich manifiesta frente a las propuestas evangelizadoras de la Alianza por el Progreso de John F Kennedy (1961, primer CIDOC), el gran aprecio que tuvo siempre por las creencias de los pueblos originarios de América, la inspiración que encontró en su pensamiento  y su reiterada defensa de lo que él llamaba culturas vernáculas ( preindustriales) del mundo, anticipa su rechazo por las ideas misioneras del gobierno de EEUU, el Banco Mundial, el FMI y la ONU, para el desarrollo y la modernización de los países de la periferia de Occidente, como México. Fue un pionero de la interculturalidad que tan necesaria es hoy día ante el colapso global de la sociedad desarrollada del crecimiento sin límites.

Tempranamente, Illich percibe el inmenso daño que pueden hacer las acciones gubernamentales por el desarrollo, el progreso y la modernización en las comunidades de los pueblos indígenas y en la Naturaleza, con sus conceptos de “educación primaria obligatoria”, “clínicas y hospitales”, “transporte de tarifa subsidiada para crear mercados de trabajo”, “vivienda social”, “creación de empleos”, “lucha contra la pobreza”, “industrialización”, “productividad” “crecimiento económico” e intensificación de las relaciones monetarias entre las personas, las ciudades, los países. Con gran rigor realiza su crítica a la occidentalización del mundo.

Tal vez el método peirástico que utilizaba Illich (Martin Fortier[33]) contribuyó enormemente a la celebridad internacional que consiguió hacia el final de los años 70 y de la cual hizo todo lo posible por deshacerse de ella.

El descrecimiento mexicano no puede abrir debates coherentes en torno a la reducción de los nexos económicos entre las personas y el Buen Vivir, sin tomar en cuenta la terrible dependencia que le ha sido impuesta a México por los países del Norte global y  el saqueo que estos países realizan de la diversidad natural y cultural de nuestro país, con el apoyo de leyes y reformas constitucionales impulsadas por políticos y grandes empresarios mexicanos aliados a los inversionistas extranjeros que a su vez logran imponer estas legislaciones por la radical colonización del imaginario social mexicano (contaminación mental) debido a más de cinco siglos de colonización europea y más de un siglo de neocolonización estadounidense, reforzados desde hace casi un siglo  por la escuela primaria obligatoria, la publicidad, el marketing y el consumo de productos y servicios ligados estrechamente a las tecnologías y megaproyectos que controlan estos países ricos y poderosos .   

El descrecimiento no puede avanzar adoptando las mismas premisas y certidumbres que utilizan los movimientos que buscan combatir el crecimiento y la colonización del imaginario social en los países del Norte global. La descolonización del imaginario social de México debe conducir a su desoccidentalización y desindustrialización y a su desconexión de los sistemas industriales de los países del Norte global.  

El caracol, nos explica Illich, construye la delicada arquitectura de su concha añadiendo una después de otra las espiras siempre más grandes hasta que detiene bruscamente y comienza a sus espirales esta vez decrecientes. Una sola espiral adicional la dará a su concha una dimensión 16 veces más grande. No contribuye a su bienestar. Cualquier aumento en su productividad servirá solamente a paliar las dificultades creadas por este engrandecimiento.[34]  

Grande ha sido la influencia que han tenido las tesis de Iván Illich en el nacimiento y la evolución del movimiento mexicano por el descrecimiento y también, en cierta medida, del movimiento francés decroissance y del movimiento ecologista europeo original. En la contratapa del primer volumen de Obras Reunidas de Iván Illich (FCE, 2006) se dice: Después de ellas (sus tesis), la sociedad industrial-esa sociedad que se mantiene en pie gracias al embrutecimiento de sus miembros y al cinismo de sus dirigentes- perdió cualquier justificación teórica… Y sus libros vinieron a sacudir la sumisión de cada uno al dogma de la escasez, fundamento de la economía moderna.

 

 

 

 

 

 



[1] Némesis Medica, La Sociedad desescolarizada, La Convivencialidad, Alternativas, Energía y Equidad, Desempleo Creador. Publicados en inglés, francés, español (Joaquín Mortiz) y otros idiomas

[2] El Ecologismo, Dominique Simmonet, 1980, GEDISA, Barcelona.

[3] Víctor Urquidi, director de El Colegio de México.

[4] Adriana Matalonga, Edith Gutiérrez, Gustavo Romero de posgrados de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Rafael Huacuz, doctorante Colegio de México y José Arias Chávez e Ignacio Peón Escalante, fundadores del Pacto de Grupos Ecologistas (1985), integrantes de ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México.

[5] Jacques Ellul, Karl Polanyi, Leopoldo Kohr, Everett Reimer, entre otros.

[6] En estos seminarios en inglés y español participan autores que ya tenían un considerable reconocimiento público, como Erich Fromm, Paul Goodman, Susan Sontag, André Gorz, Paulo Freire, Everret Reimer y otros.

[7] Buena parte de los documentos del CIDOC se encuentran depositados en El Colegio de México.

[8] Serge Latouche de la universidad Paris-Sud (Orsay), Le Pari de la decroissance Fayard, 2006 y Paul Aries de la revista La Decroissance de Francia: Decroissance ou barbarie, Golias 2005

[9] El artículo que publica en Le Monde Diplomatique (2003) Pour une societé de decroissance fue muy bien recibido por los Verdes, la Confederación Campesina, los altermundistas y una gran parte de la opinión pública en Francia, meses después de la ola de calor que cobró la vida de miles de ancianos en París.

[10] La Apuesta por el decrecimiento, Serge Latouche, Icaria, Barcelona, 2008

[11] Misma referencia anterior. Ibid.

[12] Iván Illich ou la bonne nouvelle, Jean Pierre Dupuy, Le Monde 27 de diciembre de 2002, citado por Latouche en La Apuesta por el decrecimiento.

[13] Dans le miroir du passé, in Oeuvres complets. Iván Illich, citado igualmente.  

[14]  Dans le miroir du passé, in Oeuvres complets. Iván Illich, citado igualmente

[15] Ivan Illich, La Convivialité, Oeuvres completes, París, Fayard, 2003.

[16] Ivan Illich, “L’origine chretienne des services” in La Perte de sens, Fayard, Paris 2004

[17] La Edad de los Sistemas en el pensamiento del Illich tardío, Jean Robert, Itaca, 2021.

[18] The Development Dictionary, a Guide to Knowledge as Power, Zed Books Ltd, London, 1992

[19] Las abundantes muestras de solidaridad de muchos de sus habitantes después del derrumbe de decenas de grandes edificios, por el sismo del 19 de septiembre de ese año; la aparición entre sus habitantes de un deseo extendido de cambiar la forma en que se gobernaba esta ciudad: regentes y delegados designados por el presidente de la Republica; el reconocimiento internacional de esta ciudad como la más contaminada del mundo debido a los grandes congestionamientos creados por la construcción de “ejes viales”; el reconocimiento social del gran deterioro de los servicios urbanos de esta megalópolis, por las grandes crisis financieras y económicas que sufría México desde el comienzo de esa década.

[20] Fundado por el viejo partido del Estado mexicano en 1985, para tratar de cooptar la causa ecologista.

[21] El Ecologismo, Dominique Simmonet, 1980, GEDISA, Barcelona y libros de sus grandes autores, como Henry Thoreau, Barry Commoner, Murray Bookchin, Serge Moscovici, Rene Dumont y por supuesto, Iván Illich y el Informe del Club de Roma de Donella Meadows.

[22] Ivan Illich, Liberer l’avenir, in Oeuvres complets, t1, op cit p 135

[23] Misma referencia anterior

[24] Ivan Illich, Liberer l’avenir, in Oeuvres complets, t1, op cit p 135

[25] Misma referencia anterior.

[26] La Convivencialidad, Barral ,1975 (Tools for conviviality,1973), Iván Illich,

[27] La Gran Transformación, Karl Polanyi,1944. 

[28] Bernard Charbonneau, El Jardín de Babilonia, 1969, Gallmard- El Salmon.

[29] La Technique, ou l’enjeu du siecle (1954); Le Systeme technicien (1977); La Bluff technologique (1987), Jacques Ellul. International Jacques Ellul Society (Berkley- California)

[30] Bernard Charbonneau & Jacques Ellul, Deux libertaires gascons unis par un pensee commune. Las amis de Bartleby , 2017

[31] Jean Luc Porquet, Jacques Ellul : L'homme qui avait presque tout prévu, le cherche midi 2004

[32] Serge Latouche, La Megamachine. Raison technoscientifique, raison economique et mythe du progres. La Decuverte/MAUSS, Paris, 2004

[33] Martin Fortier et M Paquot, Illich et la methode peirastique. Petit Manuel de deboulonnage de l’rrationalité des modernes Iván Illich l’álchimiste des possibles, Lemieux Editeur, Paris 2016

[34] Pag. 64 Illich El género vernáculo.

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