C. 1995- 2011 Segunda etapa: contra la construcción de megaproyectos de transporte y de agua.
La huella de Jean Robert en el descrecimiento
Tercera parte: ¿Qué entendemos por descrecimiento?
Por Miguel Valencia Mulkay
16 de agosto de 2024
En 1995, la Regencia del DF anuncia la construcción de la línea B del Metro, de Buenavista a Ciudad Azteca (Ecatepec); amigos ciclistas en la lucha contra la contaminación del aire me invitan a dar una charla ante vecinos de la colonia Santa María la Ribera, muy preocupados por tener una terminal del Metro en sus terrenos o en su cercanía.
Mi charla tiene suficiente efecto como para provocar la intervención del reconocido arquitecto Jorge Legorreta del Colegio de México que escribía libros sobre el transporte urbano, era parte del Centro de Ecodesarrollo y vecino de la colonia Hipódromo. La asociación de residentes de Santa María la Ribera convocó una gran reunión vecinal sabatina junto al Quiosco Morisco de su famosa Alameda, para escuchar las posiciones del arquitecto Legorreta y la mía, con relación a la construcción de la Línea B del Metro; más de mil vecinos estuvieron presentes.
Legorreta reprueba la construcción del túnel para guardar vagones del Metro por las noches sobre el eje vial Carpio, en la colonia Santa María; propone que la línea termine en Buenavista y no exista entrada alguna en esta colonia, sin embargo, resalta las bondades del Metro, como un sistema de transporte para el pueblo, masivo, económico, no contaminante, rápido a grandes distancias y otras. Defiende vigorosamente la construcción de esta línea.
Por mi parte, coincidí con Legorreta en el rechazo al túnel y a la construcción de estaciones del Metro en la Santa María, sin embargo, advertí que las líneas de Metro que se habían construido del centro hacia la periferia de la ciudad de México habían servido para expulsar a la población de sus zonas centrales hacia lejanas zonas en la periferia, con el fin de entregar las zonas centrales a la construcción de servicios- torres de oficinas, grandes centros comerciales, hoteles, servicios turísticos, vivienda cara (gentrificación)
Esta expulsión de la población, realizada a lo largo de décadas, había tenido, además, otros efectos catastróficos, como el aumento radical de la pendularidad: había disparado el tiempo promedio diario dedicado al transporte los días laborales de los trabajadores de la ciudad de México: más de cuatro horas diarias; dos cambios en el modo de transporte; casi la tercera parte del tiempo social dedicada a una “actividad” deprimente, embrutecedora, devastadora para la mente de quien la sufre, como para el tejido social, el medio ambiente y las economías locales.
El aumento radical de la pendularidad urbana viene acompañado del aumento radical en el consumo de energía- electricidad para el Metro generada en termoeléctricas alimentadas con carbón o combustóleo- el alejamiento de todos los destinos, el aumento radical en la contaminación del aire; continuos cambios en el uso del suelo, vacíos nocturnos, muerte del Centro Histórico como barrio habitado, destrucción del tejido social y otros efectos perniciosos.
La mayoría de los vecinos de la Santa María la Ribera aprueban mi posición. Legorreta se sintió molesto, sin embargo, consiguió que en 1997 Cuauhtémoc Cárdenas lo designara como delegado en la Cuauhtémoc, para imponer la construcción de esta línea B del Metro, por medio de una falsa consulta. En este siglo, con el apoyo de esta línea B del Metro, Ecatepec se convierte en el municipio más poblado del Estado de México.
En 1996, tuve conocimiento de la gran labor que realizaba el ecologista estadounidense Jan Lundberg en su revista “Auto-Free Times”, en los asuntos del uso del automóvil, la pavimentación y el transporte en general, con cierto apoyo en las ideas de Iván Illich. Me uní pronto a su “Alianza contra la Pavimentación”. Hacia 1999 me convierto en parte del consejo editorial de su nueva revista “Culture Change”. De la labor de Jan en los años 80, nace años después la red mundial de ciudades “libres de autos”- World Carfree Network, WCN, de la que fui parte.
En 1999, recibí ejemplares de las monografías de Alfonso Sanz “Calmar el tráfico” y “La bicicleta en la ciudad”, publicadas por el Ministerio de Fomento del Ayuntamiento de Madrid donde aparecen gran cantidad de datos técnicos sobre el transporte urbano, para proteger al peatón y al ciclista, reducir los accidentes y favorecer la caminata y el uso de la bicicleta como medio de transporte; eran parte de la normatividad de la Unión Europea.
En los siguientes años entregué copias de estas monografías a varios activistas de la ciudad de México en defensa de la bicicleta y en contra del uso excesivo del transporte urbano. Algunas ideas aparecidas en estas monografías se han aplicado en la ciudad de México (calle Amsterdam) y servirán de base al nacimiento de nuestra propuesta de nueva Ley de la Movilidad Sustentable de la ciudad de México al comenzar este siglo.
En 1995, nuestro Foro Regional Ecologista del Valle de México convoca un segundo foro sobre el Agua y Xochimilco en el Bosque de Nativistas de esa demarcación, con el fin de discutir la gestión del agua en el Valle de México. El primer foro sobre esta temática fue en celebrado en 1991, con miras hacia la Cumbre de la Tierra de Río 1992. Un tema central de este segundo foro fue la próxima construcción de la Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala
Con apoyo en ideas de Jean Robert sobre el agua, referidas en su libro Water is a commons[1], el 5 de junio de 1995, Día Mundial del Medio Ambiente, el Foro Regional Ecologista[2] presenta ante la PROFECO la primera “denuncia popular” contra la Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala que trae agua a la ciudad de México.
La existencia de este “Sistema Cutzamala” hacía evidente el más completo desprecio por la conservación del agua tanto de los gobiernos mexicanos, como de la mayor parte de la población de la ciudad de México. En lugar de reparar las fugas de la red de distribución de agua y poner un límite a la escandalosa mercantilización y mal uso del agua en esta ciudad-, inducido por la tecnología convencional del agua-, se construía un trasvase de agua, con un gasto enorme de electricidad, por cada metro cubico bombeado, destruyendo las matrices del agua en varias cuencas. La ingeniería mexicana ha estado muchas veces al servicio de los peores intereses del mundo: debería pedir perdón a los mexicanos.
Con el apoyo económico de compañeros ecologistas fundadores de ECOMUNIDADES[3], en marzo de 2005 puedo participar en el Foro Alternativo Mundial del Agua en Ginebra, Suiza, donde tengo la fortuna de hacer amistad con Maude Barlow del Council of Canadians, autora del libro El Oro Azul y en esos años la más notable luchadora internacional en los asuntos del agua, y conocer las tesis sobre la jurisprudencia internacional del agua y la propuesta del Estatuto Mundial del Agua de Ricardo Petrella.
Semanas después, ECOMUNIDADES crea la comisión del agua para redactar las Declaraciones ecologistas sobre el agua y la Petitoria contra el Cutzamala, ante la celebración del Cuarto Foro Mundial del Agua 2006, en el Distrito Federal. Esta comisión funciona unos seis meses en la Librería El Juglar y redacta y difunde cinco Declaraciones sobre el Agua, que nos han servido de apoyo por muchos años. Nos unimos a las asambleas por la defensa del agua y la tierra promovidas por el sindicato de CONAGUA y otras organizaciones sociales.
A finales de 2005, en nombre de ECOMUNIDADES, entrego una Petitoria, contra el trasvase del Cutzamala ante el Tribunal Latinoamericano del Agua que sesionaría en México, en marzo de 2006, en paralelo al Cuarto Foro Mundial del Agua, convocado por el gobierno de Vicente Fox. Para nuestra sorpresa, se registra otra petitoria contra el Cutzamala, en esta ocasión por la iniciativa de las mujeres Mazahuas, afectadas por este megaproyecto. El Tribunal nos dio la razón, pero ignoró el aspecto ecológico de nuestra petitoria.
Semanas antes de la celebración del Cuarto Foro, Maude Barlow visita México y acepta participar en un desayuno con nuestro grupo ecologista de la comisión del agua y otros invitados. Descubrimos que se multiplicaban las iniciativas contra el Cutzamala.
En 2001 el gobierno de López Obrador se saca de la manga su proyecto de Segundo Piso en el Viaducto y el Periférico, un viejo sueño de inversionistas inmobiliarios, automotrices, multinacionales. En un siguiente articulo mencionaré las acciones que realizamos y las consecuencias de nuestra oposición a este megaproyecto.
En 2007, Marcelo Ebrard, como nuevo jefe de Gobierno del DF anuncia la construcción de la línea 12 de Metro a Tláhuac y la Supervìa del Poniente. La delegada Gabriela Cuevas anuncia la construcción de más de diez “deprimidos” (pasos a desnivel) en la Miguel Hidalgo. En esta ocasión, con el apoyo de grupos de vecinos de Polanco y Las Lomas de Chapultepec y de ejidatarios de San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, en 2008 creamos la Red en Defensa de la Ciudad de México que unificó a grupos en resistencia contra obras gubernamentales, de unas 8 delegaciones políticas.
Con esta nueva red, sólo conseguimos frenar la construcción de varios “deprimidos” en Paseo de Las Palmas y Paseo de la Reforma y apoyar las marchas de los compañeros ejidatarios de San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, ayudar a rescatar de los separos de esa demarcación al ejidatario Héctor Mendoza, acusado de subversión y violencia; Ebrard envió más de 5,000 elementos de policía y granaderos, para “contener las protestas”; también, hacer la “condena histórica” de la línea 12 del Metro, por inducir la destrucción de la zona chinampera de Tláhuac y su cultura campesina y por facilitar la urbanización de la sierra Ajusco-Chichinautzin.
En una de las acciones públicas contra estos “deprimidos” pude obtener los fondos para el viaje de Serge Latouche a México[4]. En 2013, esta red realiza la primera manifestación en la ciudad de México, con una gran manta que decía NO A LOS CARTELES INMOBILIARIOS EN LA SEDUVI. Fuimos los primeros en utilizar este “nuevo concepto “que ahora ha cambiado de sentido.
Cuando hubo reuniones con técnicos gubernamentales o académicos expertos en transporte urbano, Jean nos apoyó con su presencia. En el caso de la línea 12 de Metro utilizamos argumentos parecidos a los que utilizamos contra el Tren Elevado y contra la línea B del Metro. En el caso de los “deprimidos”, objetamos los cambios en el uso del suelo, el aumento en el uso del auto, la accidentalidad, la segregación, la pérdida de tiempo y por supuesto, la contaminación del aire.
Desde principios de los 90, los conocimientos de Jean en torno al transporte, el agua, la basura y la urbanización, me han servido de fundamento en la denuncia de varios megaproyectos de transporte y urbanización de la Cuenca del Valle de México y en presentaciones, para conferencias diversas, sobre alternativas al transporte o el desarrollo urbano, en universidades y ante representantes o legisladores de la ciudad de México y en denuncias populares que realicé en esos años en torno a megaproyectos de transporte y agua[5].
En 2011, Jean y yo fuimos invitados a participar en la última Conferencia Hacia Ciudades Libres de Autos de Guadalajara, convocada por la WCN, en la que Jean tuvo grandes intervenciones y encontró a personas que tenían conocimiento del movimiento Provo de Ámsterdam en el que participó en su juventud. Esta conferencia fue diferida desde 1995, cuando el presidente del Movimiento Bicicletero de la ciudad de México[6] no logró conseguir el apoyo económico para realizarla y poco tiempo después este importante movimiento desapareció.
C. 1995- 2011 Segunda etapa: contra la construcción de megaproyectos de transporte y de agua.
La huella de Jean Robert en el descrecimiento
Tercera parte: ¿Qué entendemos por descrecimiento?
Por Miguel Valencia Mulkay
16 de agosto de 2024
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