Buscar este blog

martes, 28 de diciembre de 2021

 

Deconstruir, la mentalidad, ideología o imaginario social dominante

18 de noviembre de 2015

Para enfrentar la imposición de obras innecesarias y muy contrarias a la ecología y las comunidades territoriales

Pronunciamiento presentado a debate en el conversatorio-desayuno del 4 de noviembre de 2015 y aprobado en lo general; sometido luego a consulta en redes hasta el 18 de noviembre de 2015.

En las últimas décadas, el autoritarismo o la falta de democracia han persistido en México.  El poder judicial no ha dejado de estar muy politizado, a las órdenes de los gobernantes y los partidos y muy alejado de la justicia. El poder legislativo no ha dejado de hacer leyes y reformas a la constitución contrarias al bien común y muy favorables a los poderes fácticos. La famosa alternancia política, una más de las artimañas de los ricos y poderosos, no ha tenido otro efecto que fortalecer estos males endémicos al punto que ahora amenazan con recrudecerse por medio del encumbramiento de grupos políticos cada día más dependientes de los banqueros, los países poderosos y  los grandes empresarios; cada día más mentirosos y manipuladores; cada día más contrarios al bien común de los mexicanos. Hay grandes riesgos de una aun mayor regresión autoritaria.

La globalización, los supuestos tratados de libre comercio, los acuerdos internacionales de inversión y de los pagos internacionales, la OCDE, tienen efectos devastadores sobre la soberanía nacional y sobre la política: arrebatan a los mexicanos la capacidad de decidir sobre sus asuntos trascendentales; ponen de rodillas a los políticos mexicanos y adaptan la constitución mexicana y nuestras leyes a sus intereses por medio de reformas espurias que resultan catastróficas. No se puede esperar otra cosa de los gobiernos y los partidos que un mayor control sobre el territorio y los ciudadanos, y mayor represión contra quienes protestan por la imposición de obras, megaproyectos, programas, normas, legislaciones o reformas.  Los planes de infraestructura  se deciden cada día más fuera del país y se imponen cada día con mayor variedad de sofisticados instrumentos políticos represivos.

Ciertamente, el aumento creciente en el autoritarismo mexicano  se apoya en la labor de las últimas décadas, de la escuela (que debilita la resistencia a la mentira y el engaño, al poder establecido), de la manipulación mediática (que desinforma y crea nuevas falsas necesidades), del consumo cotidiano de nuevas tecnologías (que destruye la convivencia humana) Finalmente, la creciente falta de democracia en México se fundamenta en la creación de un imaginario social(mentalidad, cosmovisión, ideología)  que valora demasiado a los productos de la ciencia y la tecnología, que desconoce los enormes daños que ellas han creado, lo imprevisibles que son sus efectos en la Naturaleza, la ecología y la sociedad, y la falta de ética de una gran parte de los científicos y tecnólogos. En EU, dos de cada tres científicos se dedican al desarrollo de tecnologías militares. Bolívar Zapata, defensor de los transgénicos ha sido asesor científico de la presidencia con Peña Nieto y fue gran candidato a la rectoría de la UNAM. El Ipad, los celulares inteligentes, la televisión, las redes sociales, degradan el dialogo entre los ciudadanos; los aíslan y los convierten en espectadores y virtuales zombis de las acciones de los poderosos.

Sobre todo, este imaginario social considera que los supuestos logros y beneficios del desarrollo, el progreso, el crecimiento económico y la economía son sagrados e indiscutibles; que están por encima de cualquier otra consideración, por lo que defenderlos e impulsarlos  constituye la única vía que deben seguir los gobiernos, los partidos y la sociedad. La religión de la economía constituye el fundamento de este necio y miope imaginario social que favorece la imposición de megaproyectos, los programas, las normas, las legislaciones y las “reformas” que destruyen rápidamente la ecología y la convivencia humana. Este imaginario social domina – o pretende dominar- las mentes de quienes controlan los gobiernos, los partidos, los poderes legislativos y judiciales, las cámaras de industriales y comerciantes, las organizaciones empresariales y profesionales, las universidades y centros de altos estudios, la mayor parte de la Sociedad Civil y una buena parte de las organizaciones sociales y de la sociedad mexicana.  Los legisladores, gobernantes, empresarios, impulsan obras, programas, normas, legislaciones, “reformas” con fundamento en estudios de tecnócratas que hacen mala ciencia, tienen grandes prejuicios y consideran a los indígenas, campesinos, vecinos de las comunidades, como muebles u objetos que pueden desplazar de un territorio a otro alegando un “bien común” que tiene como fundamento el culto al crecimiento económico. Sacrifican comunidades, para construir presas, supercarreteras, enormes aeropuertos y vialidades, “rellenos sanitarios”, confinamientos de residuos peligrosos. Imponen un “desarrollo” que aniquila a la humanidad y a los ecosistemas.   

Es imperativo por lo tanto desmontar o deconstruir el imaginario social construido en México a lo largo de más de un siglo. Desmontar o eliminar el culto a la tecnociencia y al crecimiento infinito de la economía, de la urbanización y de la industrialización. Sólo así podremos frenar con mayor éxito la amenaza de los megaproyectos, los nefastos programas, normas y legislaciones, así como las reformas constitucionales que despojan, desgarran, destruyen las comunidades territoriales: los pueblos, ejidos, barrios y colonias. Los megaproyectos imponen en el territorio el nuevo orden mundial que desean los banqueros internacionales y las grandes empresas transnacionales. Para desmontar o deconstruir el imaginario social dominante es indispensable realizar una crítica severa a los factores que asfixian, debilitan o destruyen la democracia y la colaboración ciudadana, como son: la escolarización asfixiante,  la reforma educativa, la publicidad, la televisión y la radio, así como la industria, la urbanización y las nuevas tecnologías.

Deconstruir, la mentalidad, ideología o imaginario social dominante

18 de noviembre de 2015

Adriana Matalonga, Alberto Orrin, Alejandro García Núñez,  Ana María Yustis, Ángel Pujalte, Archibaldo Hope Sánchez Mejorada, Carlos Padilla, Edgardo Mota, Eduardo A. Rincón Mejía, Eduardo Farah, Fabio Barbosa Cano, Gabriel Valencia Mulkay, Gina Ricks, Guadalupe Tron, Gustavo Romero, Israel Arriola Toiber, Jaime Lagunez, José Antonio Foronda Farro, José Arias Chávez, José Ignacio Félix Díaz, Luz García, Margarita Hernández Ruiz, María de Lourdes Ríos, María del Carmen González García, María Elena Contreras Domínguez, Mario Alberto Vázquez Díaz,  Mayella Delgadillo, Mauricio Villegas, Patricia Gutiérrez Otero, Ricardo Zúñiga, Roberto Villa, Rodolfo Buentello, Rubén Almeida D,  Ruxi Mendieta Corona, Susana Clares Popoca, Yolanda Boerci.

Organizaciones: Asociación de Tecnología Apropiada AC; Casa Ecológica de Teotihuacán; Colectivo La Caracola; Comunidad Terapeutica Madreselva;  ¡Descrecimiento o colapso! ECOMUNIDADES, Red Ecologista Autónoma de la Cuenca de México; Espejo Polanco; La Quijota hACe; Frente del Pueblo; Fomentosol AC; Movimiento Comunista Mexicano; Red en Defensa de la Ciudad de México; Salir del petróleo; Unión de Trabajadores del Campo AC    

.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Los resultados de la COP 28 de Dubai, un gran desafío a los movimientos sociales, en particular a los climáticos, ecologistas y ambientali...

Popular en Descrecimiento