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martes, 28 de diciembre de 2021

 

Origen y alcances de la consigna ecologista ¡No a los megaproyectos!

Miguel Valencia Mulkay

1 de mayo de 2016

En la campaña por la presidencia de la Republica y en los primeros meses de la presidencia de Salinas de Gortari (1989), se anuncia la construcción de “megaproyectos”, como la nueva supercarretera México-Acapulco, grandes presas, termoeléctricas, el Tren Magnético, con el fin de reactivar la economía mexicana.

Los medios comentan esta nueva política económica, consecuencia de las ideas neoliberales de Hayek, Friedman, Thatcher y sus seguidores.  En esos meses decaía la lucha ecologista contra Laguna Verde que estaba a punto de iniciar su operación comercial en 1990.

Quienes participamos en esta lucha, dentro de la comisión del Valle de México del Pacto de Grupos Ecologistas, nos dimos cuenta de que luchábamos contra un megaproyecto, que las centrales nucleares, las supercarreteras, las presas, las termoeléctricas, las refinerías, los puertos, los aeropuertos, los trasvases, los trenes rápidos,  los trenes elevados, los campos de golf, los túneles, las torres, los estadios, los desarrollos turísticos, los ciudades universitarias, las minas a tajo abierto, los confinamientos de residuos tóxicos, entre otros megaproyectos, tienen impactos urbanos, sociales y ambientales excesivos, intolerables, con aspectos genéricos, similares, además de los impactos específicos  que tienen por su diseño u objeto operacional.

En esos momentos decidimos adoptar esta palabra neoliberal estratégica y lanzar la consigna ecologista: ¡No a los megaproyectos! 

La utilizamos primeramente en el gran “Consenso de grupos ecologistas y de la sociedad civil” REVIVIR EL ANAHUAC PARA BIEN DEL PAIS Y SALVAR NUESTRA CIUDAD que fue procesado entre abril y agosto de 1990 (abajo la hoja 3 del Consenso).

En adelante,  como Foro Regional Ecologista del Valle de México (1991-2005) utilizamos esta consigna en diversas luchas contra megaproyectos, como la resistencia a la construcción del Tren Elevado (1992-1994), el edificio WTC, antiguo Hotel de México (1992-1996), el proyecto Alameda( 1990-1994) el proyecto Reichmann(canadiense): más de 30 torres(1992-1994),  la carretera La Venta –Colegio Militar (1994-1996), la Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala (1995-1997), la línea B del Metro a Ciudad Azteca (1994-1996), el campo de golf en Tepoztlán, Morelos (1995-1996), el estadio Cruz Azul en la Magdalena Mixhuca(1996), el Segundo Piso en Viaducto y Periférico (1996-2003) y otros.

A raíz de estas luchas de los 90, esta consigna ecologista empieza a ser aceptada por muchos movimientos sociales de México y luego se extiende en este siglo a Sudamérica y otros continentes. Además, se ha utilizado para analizar otro tipo de megaproyectos, como: las tiendas OXXO, los “Pueblos Mágicos”, el Plan Puebla-Panamá, la introducción del IPod y el IPad, los drones, los tratados de libre comercio, el proyecto Megalópolis, para la Cuenca del Valle de México, las Zonas Económicas Especiales de Peña Nieto, las ZODES, las AGEs, las ADEs, entre otros.

Los megaproyectos son habitualmente diseñados por asesores de banqueros e inversionistas internacionales (Banco Mundial) que luego los imponen a los gobiernos.  

Desde hace 26 años teorizamos sobre los impactos socioambientales de cada megaproyecto, a falta de buenas teorías académicas sobre este fenómeno.  Algunas universidades mexicanas apenas empiezan a realizar investigaciones sobre este tema. En general, evitan investigar aquello que puede frenar el “desarrollo” o el “progreso” o dificulta la obtención de fondos para la investigación.  En cambio, ahora en España hay libros sobre megaproyectos.

No debe sorprendernos que los estudios o manifestaciones de impacto socio ambiental (MIA) contengan tantas falsedades, mala ciencia y falta de ética: son abominables.  

Esta consigna ecologista es una aportación mexicana a la lucha mundial por la Justicia Social, Ambiental y Climática. Se adjuntan algunas declaraciones o pronunciamientos ecologistas contra megaproyectos de los 90.

Origen y alcances de la consigna ecologista ¡No a los megaproyectos!

 

 


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